Sufrió una aparatosa caída y ha denunciado a la organización
La Fantasmada de Caspe pende de un hilo. Coordinadores y ayuntamiento han mantenido en las últimas semanas varias reuniones para analizar la ejecución o no de esta fiesta emblemática que cada año logra atraer a miles de personas y que cumpliría su novena edición.
El motivo está en la denuncia administrativa presentada por un caspolino en la fiesta del 2015. Al parecer esta persona sufrió una aparatosa caída durante la ruta terrorífica que recorre el casco antiguo de la ciudad. El accidente le provocó una rotura de cadera. Fuentes consultadas apuntan a que el accidentado no formaba parte de ninguno de los grupos que disfrutaban de este túnel terrorífico e incluso añaden que traspasó la valla instalada por protección civil que regulaba el acceso a una de las calles por las que transcurría la Fantasmada.
De momento, ni asociaciones coordinadoras ni ayuntamiento han querido realizar declaraciones al respecto, aunque todo apunta a que Caspe se quedaría sin disfrutar de uno de sus actos más emblemáticos. Prueba de ello, es que la actividad no aparece en el programa de actos de ExpoCaspe de este año, y en su lugar está programada una verbena de Halloween. Incluso los establecimientos y comercios no cuentan con ningún cartel anunciador de esta cita, como venía siendo habitual en anteriores ediciones.
Al parecer las asociaciones no querrían llevar a cabo una nueva Fantasmada sin que se haya resuelto el conflicto generado en la anterior edición y han solicitado al Ayuntamiento de Caspe la implicación total en la organización de esta actividad, que el año pasado logró reunir a más de 2.000 personas. Eso sí, fuentes consultadas aseguran que aunque este año haya un paréntesis se retomaría en 2017. Todo el dinero recaudado por la Asociación de la Mujer Caspolina, Sarabastall, Almogávares y Amigos del Castillo, coordinadores de la cita, junto con centenares de voluntarios y miembros de otras entidades se destina a una iniciativa ciudadana que tiene como objetivo la adecuación del casco antiguo de Caspe. Precisamente, con este dinero se han llevado a cabo en los últimos años actuaciones como la iluminación de todos los jardines de la Colegiata de Santa María La Mayor, así como la colocación de la puerta del Caritatero y apoyos puntuales al Museo Parroquial. De momento, las asociaciones han recaudado un total de 10.000 euros que se mantienen reservados a la espera de resolver esta situación.
Los orígenes
En sus inicios, la Fantasmada caspolina tuvo un carácter reivindicativo para recordar a las autoridades que las prometidas obras de recuperación del Castillo del Compromiso tardaban en comenzar, mientras que el sexto centenario de Compromiso de Caspe estaba cada vez más próximo. Finalmente se logró inaugurar el castillo en su actual aspecto para el 2012 y se redefinió el objetivo del evento. La Asociación Amigos de Castillo convocó a más asociaciones de Caspe para seguir luchando por la conservación del patrimonio de la localidad y se creó el mencionado Proyecto Ciudadano Caspe 2012 para adecuar el entorno de la Colegiata Santa María la Mayor. En los primeros años, la actividad contaba con una treintena de actores. Sin embargo, edición tras edición la actividad creció hasta llegar en el pasado año a contar con más de 250 aficionados y tener con un recorrido de hasta medio kilómetro con las escenas terroríficas más cruentas.
Al cierre de esta edición, asociaciones y ayuntamiento mantenían una reunión en la que decidir si ejecutar la actividad.