Los actores Jorge Sanz, María Barranco y Ana Turpin trajeron este sábado hasta Alcañiz ‘El premio’, una comedia de las que buscan hacer reflexionar. La obra, que se estrenó el abril, también ha hecho parada en Madrid y en la capital aragonesa. Hasta Alcañiz llegó para poner fin del Festival Castillo, que cierra la programación del presente 2022 con un buen balance.
En ‘El premio’ un escritor en crisis se encuentra en medio de un triángulo amoroso que completan su actual pareja ,y su exmujer y editora. La comedia circula en torno a un importante premio literario y a lo que cada cuál sería capaz de hacer para conseguirlo.
¿Qué recorrido está teniendo 'El premio'?
J: Muy bueno. Estamos dejando el pabellón bien alto. En Madrid acabamos llenando y lo mismo hicimos en el Principal de Zaragoza.
A: Sí, estamos al principio de la ruta todavía. Este sería el tercer sitio: Madrid, Zaragoza y ahora Alcañiz.
La obra es una comedia pero, ¿qué tipo de humor puede verse sobre el escenario?
M: Es una comedia bastante ácida. Lo que viene a decir es que todos tenemos un precio y que depende de en qué tesitura estemos hay que ver si nos dejamos convencer o no. El dinero es muy goloso. Esto en realidad es un triángulo, nosotras estamos unidas al mismo hombre: yo he sido pasado y ella es el presente. Yo soy una editora, una mujer con mucho poder y él es un escritor fracasado y yo le ofrezco un bombón…
J: Sí. Él escribe lo que quiere y defiende la pureza literaria y ahí empieza el drama, cuando le ofrecen escribir una cosa por encargo, que se venda… Ahí está la comedia.
"Hasta dónde estamos dispuestos a llegar"... Es una pregunta muy compleja.
J: Sí, y muy amplia.
A: Sí, y todos tenemos la respuesta. ¿Cuál es tu precio? Todos somos muy íntegros y muy éticos hasta que de repente algo ya no te encaja y ¿dónde está ese límite? Yo creo que lo interesante es que todos lo tenemos, lo que pasa es que depende de las condiciones, pero todo lo tenemos. Por eso la obra es interesante, no es solo una comedia de jajajijí, sino que deja un trasfondo: ¿yo lo haría? ¿no lo haría?
Todos interpretáis vuestro propio personaje pero, ¿sentís empatía por el resto?
M: Yo hacia ella ninguna (ríe). Yo la hubiera matado, ella me quita el marido, así que no me cae nada bien. Con Jorge es la primera vez sobre las tablas, hemos coincidido en el cine, pero es nuestra primera función juntos; y con Ana también, pero la pena es que apenas coincidimos.
A: Sí, es como un partido de tenis…
J: Y yo encantado, eh (ríen los tres).
Jorge, ¿en qué lugar te deja eso?
J: Estoy acostumbrado. Es un personaje muy goloso de hacer porque todo le sale mal y todo el mundo le putea. Estos personajes son muy agradecidos porque son divertidos. Estoy en «gran encajador» que se dice.
M: Un poco Jack Lemmon en ‘El apartamento’, salvando las distancias. Él es mucho mejor.
J: Por supuesto (ríen). La comedia no nace de un chiste ni de nada gracioso, sino del drama del otro. Esto se inventó en las cavernas cuando dos vais corriendo porque os persigue un león y el otro se cae y hace mucha gracia porque el león por lo menos ya no va a por ti.
M: Me gusta mucho mi personaje porque es una mujer que tiene mucho poder y eso es muy bonito de hacer, porque yo en la vida no tengo ningún tipo de poder. Mando pero me toman el pelo, me engañan, me dicen una cosa y luego otra (ríe)… pero aquí no hay quien le responda. Además tiene un poco de mala uva, no es mala pero ella tiene su carácter y eso es muy agradecido en comedia.
A: Y yo soy la antítesis. Soy una mujer más naïf, buena, más sencilla, con aspiraciones pero que aún no se atreve y le dan la oportunidad de poder lanzarse y ayudar a su pareja que está un poco atascada y entonces me lanzo a probar suerte y ayudarle, y ahí empieza el cambio.
Tiempos convulsos los que vivimos, ¿qué importancia tiene la comedia?
A: Para mí fundamental. Si no hay humor el mundo me parece mucho más peligroso.
M: Sí, además cuando la gente no tiene sentido del humor no confías. Yo siempre digo que no le dejaría mis nietos para que me los cuidara (ríe).
A: La gente sin sentido del humor es muy peligrosa.
M: Es el mejor analgésico hoy en día.