Juan Esteban Montoya, al que todos llaman Juanes, es desde septiembre el párroco de Alcañiz. Tiene 43 años y es natural de Medellín, la segunda ciudad más poblada de Colombia. Lleva en el Bajo Aragón desde 2009.
¿Cómo valora los primeros meses?
Es una experiencia muy bonita. Estuve tres años de vicario ayudando a Pablo Roda pero ahora al frente de la parroquia me estoy encontrando cosas que antes no veía y conociendo a fondo a las personas y las cofradías. Me gusta mucho hablar con la gente. Ahora está aquí mi hermano y dice que ya no le gusta salir conmigo porque me paro en cada esquina (risas).
¿Cómo llegó al Bajo Aragón?
En 2009 comencé como párroco de Valdealgorfa, Valdeltormo, Valjunquera, Fórnoles y Mas del Labrador durante tres años. Después estuve dos años en Zaragoza y de allí me fui a Roma, donde estudié y trabajé en los archivos secretos. Al terminar regresé a mi diócesis de origen, la de Zaragoza, y me mandaron a Alcañiz para ayudar a Pablo durante unos meses. Ya llevo cuatro años y me han dado seis más (risas). Dicen que lo más provisional se vuelve lo más eterno.
¿Qué le parece Alcañiz?
Es una zona bella y viva por la que hay que apostar. Tiene muchos retos a nivel social y religioso.
¿Qué retos eclesiásticos se marca?
Que los niños y los jóvenes vuelvan a experimentar la belleza de la fe. Es el tesoro más grande que puede tener una persona en su vida porque no solo somos cuerpo sino también espíritu y nos hemos materializado tanto que la gente ha perdido la dimensión espiritual, esa que te hace ser humano y capaz de comprender los problemas ajenos. También la gente mayor que está sola es un reto. La presencia de los sacerdotes en los pueblos pequeños es vital porque somos casi la única presencia cotidiana que tienen todos los días. Vamos a visitar a los enfermos y logramos que salgan de casa al menos los domingos para ir a misa. Allí se encuentran y hablan. Además, es necesario articular a las cofradías para que de verdad se sientan parte de la parroquia y no ruedas sueltas y que solo aparezcan una vez al año.
¿Cómo se puede lograr que los niños acudan a misa más allá de la primera comunión?
En estos seis meses que llevo de párroco hemos logrado que los niños se enganchen a la eucaristía. Vienen con gusto y alegría. Esto se logra con el sacerdote, muy importante; y creando un espacio para que los niños y jóvenes vengan contentos. Hacemos misa de niños y aprovechamos las fechas señaladas para organizar actividades especiales. En Navidad hubo más de 200 participantes en un festival precioso y en la campaña de Manos Unidas preparamos la ‘cena del hambre’ con los chicos de confirmación. Tocando esos puntos importantes se dan cuenta de que viven en una burbuja y que hay personas que lo están pasando mal. Ahora en la misa me dicen que pidamos por los niños de Ucrania y Turquía o por los que no tienen trabajo.
¿Qué proyectos se marca a nivel social?
Tenemos una gran implantación con Cáritas y ahora con la crisis se han disparado las atenciones. Hay que acabar con el falso prejuicio de que solo atendemos a inmigrantes porque no es así. Tiene una trabajadora social y voluntarios jóvenes. En cambio en Manos Unidas hay que buscar relevo porque lo llevan personas muy mayores.
¿Falta implicación en proyectos sociales?
Sí. Vivimos de una manera muy egoísta y nos falta darnos cuenta que hay personas que la pasan mal.
La de 2023 es su primera Semana Santa como párroco.
Me he preparado con mucha ilusión pero quisiera que los que llenan la Iglesia en esos días volvieran después. El Miércoles de Ceniza organizamos por primera vez una misa para niños y vinieron más de 300, fue una pasada. Les explicamos lo que íbamos a celebrar y salieron encantados.
¿A qué se debe la falta de fe?
Desafortunadamente con los años se ha perdido esa experiencia espiritual pero el hecho de pertenecer a una cofradía significa que algo hay dentro. Aunque esté muy dormido, está.
¿Qué es lo que más le sorprendió de la Semana Santa alcañizana?
El primer año lo que más me impactó fue la cantidad de gente que sale a la calle y el silencio tan espectacular. Me gustó muchísimo.
¿Alguna procesión en especial?
Todas me encantan pero me gusta mucho la del Silencio. La tradición del tambor la conocí en Valdealgorfa y después cuando venía de Roma en verano y Semana Santa me enviaban a echar una mano por casi todos los pueblos de la zona. Estuve ayudando a los sacerdotes en Calanda, Andorra, Albalate, Híjar… El tambor es siempre la expresión de la fe, es el corazón de Cristo que late por nosotros.
Tiene 43 años, ¿cuándo sintió que quería ser párroco?
Yo no tuve un proceso como muchos que desde pequeños quieren ser cura. Fui una persona muy metida en el mundo y con 17 años me fui a Milwaukee, en Estados Unidos, a estudiar y trabajar. Cursé Filosofía y Letras y ahí fue donde empezó mi despertar religioso porque entré en contacto con religiosos que estudiaban. En Estados Unidos decidí ingresar en el seminario y dejé mi trabajo y mi vida. Tenía unos 23 años, una edad que en aquellos años equivalía a una vocación un poco tardía pero como Estados Unidos es un país de tantas oportunidades no lo vieron como un problema. Estuve en una congregación religiosa misionera, los Claretianos, y mi idea era irme de misiones por África.
¿Dónde estuvo?
Primero en una zona entre Estados Unidos y Canadá y después hice muchas misiones en América Latina. Más tarde recibí la propuesta de venir a España y quise trasladarme un año a estudiar, porque aún era seminarista. Mi idea era regresar después a Estados Unidos pero Zaragoza me enamoró y ya no quise volver. Me ordené sacerdote en el año 2009 y siempre he estado en función de lo que necesiten los pueblos, que es lo que me gusta. Me ha tocado compaginar ser cura con los estudios que me asignaron. Vine con la licenciatura en Filosofía de Estados Unidos y un poco de Psicología y después de los estudios para cura obtuve el doctorado en Roma. Al regresar a España una de las tareas que me encomendó el obispo fue ser profesor del seminario y de nuestro centro de estudios, en lo que continúo. Además, imparto conferencias de Teología en las universidades en las que me llaman. Me especialicé en la misión y la conversión.
¿Cómo se encuentran las vocaciones en España?
En el sur creo que tienen todavía muchas vocaciones pero en el norte sufrimos una crisis vocacional. Antes había un seminario por cada diócesis y ahora la de Zaragoza acoge a todas las aragoneses. En el centro de estudios hay más de 100 personas porque también estudian muchísimos laicos. Seminaristas tendremos una decena.
Cada vez son más los curas latinoamericanos.
Todos los curas somos colombianos o polacos prácticamente desde Valderrobres hasta pasado Quinto con la excepción de La Fresneda, donde está Pablo.
¿Llegará el momento en el que habrá que reagrupar parroquias?
La Archidiócesis de Zaragoza pasó en menos de una década de tener más de 300 curas a solo 210 y muchos son jubilados que aún trabajan. De momento aguantamos pero cuando vine aquí por primera vez llevaba cinco pueblos y ahora algunos curas ya tienen ocho. Alcañiz antes tenía cuatro curas y ahora estamos solo dos. El pobre vicario que me acompaña lleva cuatro pueblos porque ahora también nos ocupamos de Valmuel y Puigmoreno, que antes asumían los Escolapios, de la residencia y de Torrecilla. Es una realidad muy dura porque los que más lo sufren son los vecinos debido a que no los podemos atender igual. Yo el domingo después de misa aún me puedo quedar a charlar pero el vicario debe salir corriendo a otro pueblo. Al Hospital antes iba todas las tardes a acompañar enfermos y ahora solo puede acudir cuando me llaman.
¿Cree que la Iglesia está evolucionando al mismo tiempo que la sociedad?
La Iglesia no puede ir a la misma velocidad porque lleva su propio ritmo, camina con mucha precaución; y la sociedad cambia muy rápido. Esto nos permite ver con perspectiva cómo resultan los experimentos del hombre. Debe existir una conciencia que le diga al mundo ‘párate un momento que quizá tan tanta prisa no te conviene’. Los papas siempre son los primeros que sacan una encíclica cuando existe un problema real aportando sus soluciones.
Pero no ir a la par puede hacer que la sociedad piense que la Iglesia se ha quedado atrás.
Los tiempos de la Iglesia a veces no se entienden con la razón pero sí que los comprende quién sabe ver las cosas desde la inteligencia del corazón. Nos dicen que no vamos con los tiempos y no somos progresistas pero ahí está la grandeza de la Iglesia, poder ver desde otra perspectiva para decirle al hombre que no va bien.
¿Considera que se ha dado la respuesta adecuada a todos los casos de abusos sexuales en la Iglesia?
Muchas veces la Iglesia ha respondido rápidamente y en otros casos se ha tomado su tiempo porque se trata de juzgar y se pueden producir problemas. En Estados Unidos se demostró que la mayoría de los casos eran ciertos pero como se daban compensaciones económicas empezaron las denuncias falsas y la Iglesia decidió tomarlo con precaución. En España las denuncias son reales aunque es verdad que alguna ha sido falsa. Es una lacra tremenda que ha ocasionado que muchísima gente se alejara de la Iglesia. Yo no entiendo cómo pudieron suceder esos casos pero también dices, jolín, si es que somos humanos. Si ves el global, la mayoría de casos se producen en la familia, en España los de la Iglesia son una pequeña proporción. Además, hemos dado la cara, no sé si otras instituciones lo han hecho.
viva Cristo Rey !!!
Dejad de adoctrinar a los pobres niños, si la iglesia se esta extinguiendo es por algo, la gente ya no se traga todas esas cosas, y es normal que ya nadie vaya a misa. Los pobres niños no tienen la culpa de que sus padres fueran absorvidos por esta secta, pobretes
buen día a todos los lectores, soy una persona creyente pero no practicante. Toda mi vida he estado y sigo estando rodeada de monjas, he estudiado con ellas y trabajo con ellas y en ningún momento me he sentido coaccionada por ningún religioso. el hecho de estar con religiosos no quiere decir que nos absorban como dicen algunas personas entrar en una secta. Cada uno es libre y respetable de sus actos
secta y adoctrinamiento es la izquierda!!!!!
Tan difícil es dejar en paz a los creyentes, o solo tenéis respeto hacia otras religiones, yo respeto a todos incluso el que habla de adoctrinar, poco te metes con el Islam que reprime con la muerte a quien no piensa igual. Solo pido RESPE✝️O