La cuenca minera de Teruel inicia 2020 con el gran reto de reconvertir su actividad industrial y económica, que durante los últimos 100 años ha estado marcada por el sector de la minería del carbón. La Central Térmica de Andorra dejará de echar humo en unas semanas para cerrar definitivamente en junio de este nuevo año. Al ritmo actual el carbón se agotará entre el 10 y el 15 de febrero y en junio tan solo quedarán 70 trabajadores.
Atrás quedan aquéllos años en los que a Andorra y a Ariño llegaron personas de todo el país para trabajar en el sector, bajar a la mina cada día y pertenecer a una familia, la minera, que ha sido ejemplo de lucha, tenacidad y duro trabajo. La reivindicación de sus condiciones laborales primero y de los puestos de trabajo después ha sido uno de los principales baluartes de un sector que no se ha cansado de alzar la voz mediante manifestaciones, encierros y marchas hasta Madrid. El sábado volverán a salir a la calle en Andorra «por la defensa del empleo». Bajo el lema «Transición o traición», a las 12.00 se ha convocado una marcha que saldrá de la plaza del Regallo convocada por CC OO, UGT, la Plataforma de subcontratas de la Central, el Comité de Empresa y la agrupación minero-eléctrica de pasivos y prejubilados de Endesa en Aragón.
Los más optimistas prefieren ver el final del carbón como una oportunidad. En la comarca están convencidos de que el emprendimiento y la economía verde pueden convertirse en grandes aliados. También reconocen que no se puede perder ni un minuto. «Hace falta ilusionar y dejar el mensaje catastrofista de los últimos años esperando que sean otros los que nos resuelvan los problemas porque somos especiales y hemos aportado mucho al país. España tiene muchos problemas por resolver en otras zonas y aquí vienen ayudas. Debemos aprender de los errores del pasado para no cometerlos en el presente porque en el futuro ya será tarde», reflexiona Roberto Miguel, presidente de la Asociación de Empresarios de Andorra-Sierra de Arcos y el Bajo Martín.
Desde las instituciones también prefieren ver el vaso medio lleno pese a que son conscientes de que el cierre de la Térmica y el final del carbón como fuente energética no deja de destruir empleo. «Cuando ves todo lo que ha supuesto el carbón y el sector minero-eléctrico y esas torres esbeltas de hormigón y hierro se desplomen como un castillo de naipes, las galerias se entierren como si no hubieran existido… te parece injusti pero lo peor de todo es que no puedes perder ni un minuto lamentándote ni mostrando añoranza del pasado porque no tenemos tiempo. En unos meses debemos suplir lo que se ha construido en décadas», apunta el alcalde de Andorra, Antonio Amador.
En Ariño, donde se ubican las minas que han servido a la Central de Andorra todos estos años, Samca ya le ha dado otro uso al carbón. Su alcalde, Joaquín Noé, destaca que la empresa «ha pasado de las palabras a los hechos» y ultima la construcción de una planta de fertilizantes a partir de lignito y leonardita que estará en marcha en primavera y creará de 80 a 100 empleos. Samca también reabrirá este primer trimestre una planta de gres en Alcorisa.
Además, hay un proyecto de Endesa encima de la mesa para instalar renovables en el espacio que ahora ocupa la gran chimenea de la Térmica. A estas, se suman iniciativas empresariales más pequeñas. El duro 2019 da paso a un 2020 que deja entrever algo de luz en un presente tan negro como el carbón.
Se llega tarde para intentar revitalizar unas comarcas que están muriendo poco a poco. Mucha visita ministerial o del presidente Lamban para que todo siga igual que cuando conocimos el cierre definitivo de La Central.
En breve vendrán la disminución de ingresos económicos que nos repercutirá a todos, y «la faena sin hacer».
Existen otras , propuestas ,, como la No destrucción de las chimeneas , con el fin de preservarlas como patrimonio arqueológico industrial y darles un uso mas acorde con los tiempos ,, LUDICO, TURISTICO, EDUCATIVO ,, etc. etc.creando empleo alternativo
Con el PSOE mal van las cuencas mineras. Todo mentiras.