El fiscal alcorisano Javier Zaragoza recibe el premio Aragón y Joaquín Carbonell la medalla al Mérito Cultural
La festividad de San Jorge, el 23 de abril, instituida en 1461 por el Rey Jaime II en las Cortes de Calatayud, cree el Presidente de Aragón, Javier Lambán que este martes 23 de abril, de celebración en el Palacio de La Aljafería, debe ser de celebración de la “autonomía y de declaración del orgullo de ser aragoneses, además de día de reivindicación y de declaración del orgullo por la historia milenaria común que ha llegado hasta nuestros días, donde la Comunidad disfruta de su autogobierno y a la que la autonomía le ha sentado de maravilla”. Los motivos, según el presidente aragonés, son la capacidad para construirse a sí misma, a la medida de sus posibilidades y al deseo de sus gentes, como es la equipación de servicios públicos de calidad y su capacidad de situarse a la cabeza de muchos procesos y políticas públicas “y de ello hay que tomar conciencia e intentar mejorar”.
Lambán ha relatado que Aragón ha sido capaz de desplegar todas sus potencialidades con posiciones de liderazgo en España con sectores como la logística, la agroalimentación o las energías renovables, así como en la creación de empleo “aunque sea de mala calidad y haya que mejorarlo”. Igualmente, ha citado el cuidado del patrimonio natural “que también genera riqueza”, o logros y proyectos como el Eje Cantábrico- Mediterráneo que ha sido incluido por la UE en el mecanismo que le proporcionará mayor financiación, además de la voluntad de afrontar problemas como el de las Cuencas Mineras, en cuyo futuro cree que sus gentes deben confiar en sus instituciones.
No ha olvidado mencionar de nuevo que Aragón, constituyente de España, “quiere contribuir en la buena gobernanza de España, siendo fieles a la Constitución Española y a la unidad de España como bien supremo”.
Y mucho menos ha obviado que el Día de Aragón está también vinculado a la defensa del Estatuto de Autonomía “que nos obliga a luchar contra la despoblación y una financiación justa porque que son dos caras de la misma moneda y que sin la segunda, la hemorragia continuará; sin un sistema justo, las autonomías serán inviables”, ha deducido. Por ello, también ha urgido a reclamar las infraestructuras pendientes y que se realicen, además de presupuestarse.
Es, en definitiva, el motivo para “reivindicar nuestra historia entendiendo Aragón como un maravilloso tapiz y ver a los hombres y mujeres que lo han ido tejiendo, creando instituciones, relacionándose con el territorio de la manera más virtuosa posible. Somos comunidad política milenaria y la historia no da derechos, pero es la base sobre la que reconstruir el futuro, –que hay que defender y preservar para que nadie la falsifique-”.
Ha recordado su dimensión “inconmersurable” del político, además contemporáneo de otros ilustres aragoneses, como el botánico de alcance mundial, Félix de Azara, que a su vez confluyó con José Artigas, el padre de la patria uruguaya (nieto de un aragonés de la Puebla de Albortón), (lo que da dimensión de la metáfora), o de otro botánico como Martín de Sesé-,que realizó una real expedición en México para estudiar flora y fauna por encargo del rey Carlos III.
Ejemplos que le han servicio para dar dimensión del alcance de una historia compartida y que Lambán insiste que “nos acredita como una comunidad que se ha realizado siempre hacia fuera y como tierra de pensadores y creadores”.
“Aunque en el pasado estuvimos lejos del mar y ello nos postergó, hoy en día tenemos autogobierno y talento a raudales y podremos pensar en el futuro en términos de éxito. Si somos capaces de poner en valor nuestra historia y nuestro presente, y la enorme capacidad que nos da el conocimiento, este día de San Jorge de 2019 se puede concebir en términos de refundación”. Además ha reclamado un Aragón fuerte, sin distinción de partidos, “porque nos une más que lo que nos separa”.

Javier Zaragoza, Premio Aragón
“Querido Javier, sé que no es el premio más importante que has recibido, porque ser hijo predilecto de su pueblo, como el de Alcorisa, es lo más importante”, ha expresado el presidente aragonés al referirse al fiscal alcorisano, Javier Zaragoza, Premio Aragón que concede el ejecutivo autonómico. Y para recalcar su carácter ha echado mano de Antonio Machado que decía que “era de mala gente, los pedantes que no beben de los vinos de las tabernas y tú no eres un pedante”.
Según Lambán, había muchos motivos para concederle la condecoración a Javier Zaragoza a lo largo de su trayectoria, tal como constaba en el decreto de concesión del premio, pero ha reconocido que “a nadie se le escapa que está teniendo lugar un juicio que según el propio Carlos Lesmes, es el “más importante de la democracia”, motivo por el que ha asegurado que él y sus compañeros “nos enorgullecéis”.
El fiscal alcorisano ha destacado en su discurso su condición de aragonés y de haber nacido en “una tierra forjada a lo largo de la historia en el respeto a los fueros, y en los valores de la tolerancia, la concordia, el hermanamiento y la solidaridad. Una tierra que se constituyó como reino hace casi mil años, como Corona de Aragón cien años más tarde, integrada por una suma de condados y territorios mediterráneos, y que ha convertido en seña de identidad su decisiva contribución a la construcción de la España que hoy conocemos y queremos”.

Joaquín Carbonell y Paula Ortiz, medallas al Mérito Cultural y a las Cortes
En el turno de reconocimientos a los premiados por las medallas al Mérito Cultural y a las Cortes de Aragón, Javier Lambán ha comenzado felicitando a la directora zaragozana. Ha reconocido que los mejores embajadores de Aragón son sus creadores y que con motivo de la inauguración del próximo lunes de la feria de Pekín, la más importante sobre Arte, allí estarán representantes aragoneses relacionados con el surrealismo. Por ello, le ha augurado a Paula Ortiz que ella estará un día a la altura de Buñuel. “Eres joven y dado tu talento, este no será tu último premio”.
El músico y poeta Joaquín Carbonell ha hecho una encendida defensa de la cultura al recibir la Medalla al Mérito Cultural del Gobierno de Aragón en un acto en el que ha reconocido que el mayor obstáculo de la comunidad es que «somos pocos», porque «sin espectadores, sin consumidores de cultura, solo crece el desierto».
Natural de Alloza, Carbonell ha insistido, tras recibir la medalla en el transcurso del solemne acto de celebración del Día de Aragón: «Si prescindimos del tesoro cultural y artístico, seremos pocos y además, miserables». Porque, ha agregado Carbonell, la ausencia de cultura «provoca desolación, retroceso y miseria».
Carbonell, que ha concluido cantando su canción «De Teruel no es cualquiera», ha confesado que siempre se ha considerado «un intruso en este oficio tan disparatado» del arte. La ha dedicado a las familias de José Luis Iranzo y los dos guardias civiles asesinados por Igor el Ruso en Andorra en diciembre de 2017.