La convivencia en torno a una mesa son tan importantes como las que se viven en las calles con un tambor colgado al hombro. En Samper de Calanda, la sobremesa de este Viernes Santo en la Asociación Cultural Los Tambores tuvo además un sentido homenaje a dos personas cuyos nombres están muy ligados a la Semana Santa local y más allá. Una de ellas es Laura Igado, incansable motivadora de los toques y las tradiciones entre los más pequeños desde la Escuela del Tambor. La otra persona es Miguel Franco, quien está en los orígenes de la asociación. De hecho, en su caso fue una sorpresa para él que la agrupación le concediese el título de Presidente Honorífico. Este premio vino motivado porque después de haber estado al frente desde el inicio, dejó la presidencia este año.
Laura Igado recibió el premio Pasión y Tradición, unos galardones que entregó por tercera vez la agrupación desde que se constituyó como asociación cultural hace 21 años. Dar esta figura a nivel administrativo fue la manera de formalizar lo que iniciaron un buen grupo de samperinos unas cuantas décadas antes como peña que desde los años 60 representaba al pueblo con sus tambores y bombos. El legado sigue muy vivo y se instauraron estos premios que representan el espíritu . Con ellos, se reconoce el trabajo de quienes promueven la Semana Santa de Samper a todos los niveles, y la samperina lo cumple a la perfección por su encomiable labor con los más pequeños. En esta escuela se aprenden las marchas y también la tradición con excursiones a otros pueblos de la Ruta -como este año a Alcorisa-, con visitas guiadas a su propio pueblo a enclaves como el Calvario e incluso, han contado con charlas y con ensayos a los que han acudido otras cuadrillas para aprender con ellos. Entre ellas, la propia Asociación Cultural Los Tambores con el propio Miguel Franco.
No menos sorpresa fue el galardón en sí, ya que se les entregó una réplica en escayola de la escultura homenaje al tamborilero que hay en la plaza del Justicia de Zaragoza y es obra de Manuel Arcón. El autor oscense, amigo íntimo de Miguel Franco, falleció en 2018 pero su huella queda en la capital con este padre e hijo unidos por un tambor, en algún paso en Híjar y también en Alcañiz, pues es suya la escultura de la plaza Mendizábal.

De ronda con los pequeños y medianos para cerrar
Tras estos reconocimientos, a la Semana Santa le faltaba el broche y llegó el Sábado Santo con el fin de los redobles. Esa tarde, los pequeños y medianos de la Escuela del Tambor no se quedaron atrás y con Laura Igado y quienes les instruyen en las clases, además de amigos, padres y madres que se quisieron sumar, salieron de ronda por la Parroquia del pueblo. Incluso se marcaron sus piques a ver quién podía imponer su marcha con alguna cuadrilla que se les cruzó.
Eso fue de 16.30 a 18.30, porque de 18.30 a 20.00 participaron en la procesión de Subida de la Virgen y siguieron tocando hasta las 21.00 cuando se marcó el fin de los redobles. Este fue el cierre de la Escuela del Tambor y de su intensa actividad hasta el próximo año.