Samca empieza a prescindir de las subcontratas ante la inestabilidad de la actividad en la Central
El sector minero no ha iniciado el año con buen pie. La Central Térmica de Andorra apenas ha quemado carbón desde enero y las consecuencias se han empezado a notar ya en la mina de cielo abierto de Ariño, donde más de 60 personas han perdido su empleo.
Los recortes han comenzado por las subcontratas. La empresa EPSA, con 30 trabajadores, ha abandonado ya el cielo abierto y en Villajos quedan unos 22 empleados de los 50 que había en febrero. También Movitex, que es la subcontrata que estaba en la explotación de Foz Calanda, se ha quedado con menos de 20 trabajadores. El motivo principal es que el carbón no está entrando en el mix energético debido a las óptimas condiciones de la energía eólica e hidráulica.
Como la demanda no es estable, Endesa solicita a Samca carbón de forma intermitente y, ante un futuro incierto, la minera opta por terminar con las subcontratas. «La mina está muy adelantada y preparada para sacar prácticamente las mismas toneladas que el año pasado pero con los parones y la incertidumbre Samca lo que hace es seguir sacando tierra pero con su personal propio», explicó ayer Joaquín Noé, alcalde de Ariño.
Cabe recordar que Endesa y Samca firmaron un contrato de suministro que aseguraba 2,6 millones de toneladas entre 2017 y 2018. Aún quedan 800.000 que tendrán que suministrarse a lo largo de este año.