La Vuelta al Bajo Aragón recorrerá Chiprana, Nonaspe, Maella, Fayón y Fabara para terminar el martes en la Ciudad del Compromiso
El Bajo Aragón – Caspe vive desde este viernes y hasta el martes uno de sus fines de semana más importantes en clave deportiva. Esta comarca acoge la celebración de la XXXVI Vuelta al Bajo Aragón en categoría cadete, organizada por el Club Ciclista Caspolino y que cuenta con la colaboración de diversas instituciones. La carrera sumará cerca de 200 participantes entre los que se incluyen en torno a 20 féminas. La prueba, convertida ya en todo un clásico, se erige como una de las más codiciadas en esa franja de edad (14-15 años) en la que muchos sueñan con llegar al ciclismo profesional aunque muy pocos lo consiguen.
Buena muestra de ello es el interés que despierta la competición: en la zona desembarcan equipos aragoneses, españoles y también de Francia y Bélgica. Tres bajoaragoneses se batirán el cobre con la crème de la crème del ciclismo cadete: el alcañizano Javier Zaera, que el pasado fin de semana se alzó con el título de campeón de Aragón; y los caspolinos Miguel Parrilla y Dani Sanahuja.
Cuatro etapas
La competición empieza este viernes a las 18.00 con una contrarreloj individual de 2 kilómetros en Chiprana; el sábado los ciclistas irán de Nonaspe a Maella en una jornada sin grandes dificultades. El domingo saldrán desde Fayón para terminar en el explosivo e inédito final del Alto del Calvario de Fabara, con rampas de hasta el 15%. Por último, tras un día de descanso, la prueba concluirá el martes con el tradicional y quebrado circuito entre Caspe y Chiprana.
Recorrido:
- Etapa 1, viernes a las 18.00. Chiprana – Chiprana, (2 kilómetros, contrarreloj individual)
- Etapa 2, sábado a las 17.00. Nonaspe – Maella, 50 kilómetros (final previsto a las 18.20)
- Etapa 3, domingo a las 10.30. Fayón – Alto del Calvario de Fabara, 55 kilómetros (final previsto a las 12.30)
- Etapa 4, martes a las 17.00. Caspe – Caspe, 56,5 kilómetros (final previsto a las 18.45)
Cabe destacar que la organización de la carrera tiene un coste de en torno a 17.000 euros. No obstante, en la zona consideran que es un evento muy positivo. «Se genera un impacto económico importante por la presencia de los 200 ciclistas, sus equipos y sus familiares durante varios días. Los hoteles están prácticamente llenos», destacó la alcaldesa de Caspe, Pilar Mustieles. Asimismo, el vicepresidente del Club Ciclista Caspolino, Álvaro Bello, puso en valor que la prueba «nace del voluntariado y de todas las personas que colaboran desinteresadamente».