En 2016 se hicieron las primeras pruebas con China y el resultado fue «satisfactorio»
El Melocotón de Calanda continúa intentando consolidarse fuera de nuestras fronteras. Su última inmersión se llevó a cabo en la campaña 2016 en Hong Kong, región de China con menos trabas burocráticas y administrativas que el resto del país. Fueron pruebas iniciales que esperan traducirse en realidad este verano, pese a que todavía no se han cerrado las exportaciones definitivas. Samuel Sancho, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen, afirma que la intención es volver a enviar producto al continente asiático. «Las pruebas que se hicieron el año pasado fueron buenas, y este año buscaremos retomar el tema», manifiesta. El salto hasta Hong Kong supondría un gran paso en la exportación del Melocotón (que, por el momento, no había salido de Europa) ya que estaría presente en un mercado potencial de 1,3 millones de consumidores.
Las conversaciones con Hong Kong se iniciaron hace dos años, cuando los chinos se pusieron en contacto con el Consejo Regulador en la feria de Berlín. En un primer momento surgieron muchas dudas en el seno del Consejo, principalmente por cómo el producto podría conservar su calidad durante los largos trayectos que separan el Bajo Aragón de China. «Nosotros teníamos reticencias en el tema del transporte», reconoce Sancho. Pero, finalmente, unos 1.500 kilos de melocotón se trasladaron en un avión directo desde Madrid hasta Hong Kong. Para comprobar que el producto no perdía calidad y era capaz de aguantar la cadena del frío, los melocotones viajaron con un termómetro incorporado,y el resultado fue satisfactorio. Por este motivo la intención es retomar las conversaciones para la campaña 2017.
La entrada en el mercado asiático no ha descuidado la exportación en Europa, que sigue creciendo. De hecho, las ventas están aumentando en Alemania y Suiza, y también se esperan buenos resultados en Irlanda, donde los contactos comenzaron la pasada campaña, al igual que en Hong Kong. El porcentaje de Melocotón D.O. exportado estuvo entre el 25 y el 30% en 2016, después de haberse incrementado un 7% con respecto a 2015, y tuvo como destino principalmente Alemania y Suiza. Aunque los datos son positivos, todavía queda mucho para llegar al ansiado 40% de internacionalización, que permitiría mejorar el valor añadido del producto y que se estabilizasen los precios en el sector.
Se espera una campaña «normal»
El Melocotón de Calanda se está empezando a embolsar en los campos de todo el Bajo Aragón, y se espera una campaña «normal». Esto se traduce en aproximadamente 25 millones de kilos de melocotón recogidos, de los cuales unos 3 o 3,5 millones obtienen la certificación que les acredita como Melocotón de Calanda D.O. «Esperamos que no suceda nada, y sobre todo que no haya contratiempos como pedrisco u otras adversidades», declara Sancho. Asimismo, comenta que hay una cantidad de fruta «normal», y se espera que todo vaya correctamente para poder recoger el melocotón sin problemas.
La campaña de 2016 fue buena, y como propósito para este año se espera, como mínimo, igualarla en calidad y cantidad. «El año pasado la campaña fue buena. Fue muy buena en cuanto a calidad y aceptable en cuanto a cantidad», afirma Samuel Sancho. El presidente del Consejo Regulador incide en que se habla de previsiones, porque todo puede cambiar en función de la climatología: «Si no hay lluvias excesivas o granizo en el momento de recolectar, la campaña de 2016 se podría incluso superar, pero todo depende mucho de la climatología», manifiesta.
El año pasado se recogieron en total unos 25 millones de kilos de melocotón, de los cuales unos 3,2 obtuvieron el certificado Melocotón de Calanda D.O. La intención para 2017 es conseguir como mínimo esa cantidad. Cabe la posibilidad de que se supere esa cifra, pero dependerá de la calidad de la fruta -algo que todavía no se puede conocer- y de que el tiempo respete la cosecha.
Época de temporeros
Los meses de embolsado son una época en la que el número de empleados en el campo se incrementa notablemente. En estos meses se rondan las 2.000 y 3.000 personas, incluso más en determinados momentos. Por lo general, los temporeros son sobre todo rumanos y marroquíes, aunque también hay un pequeño porcentaje de españoles trabajando. «Año tras año hay más gente de la zona, pero no en gran cantidad y desde luego no es la mayoría», expresa Sancho.
En este sentido, el Gobierno de Aragón adjudicó subvenciones a empresarios y cooperativas para financiar el acondicionamiento de alojamientos destinados a trabajadores temporales. Las ayudas otorgadas fueron de 1.500 euros por plaza habilitada, con un máximo de 36.000 euros por solicitante, siempre que el importe subvencionado fuera inferior al 50% de inversión realizada. Asimismo, se ofrecieron ayudas para la compra de módulos prefrabicados y gastos de cimentación para apoyo y nivelación, arquetas y fosos, así como para el gasto en luz y agua.
Las cooperativas son optimistas
Una parte importante del proceso de obtención del Melocotón de Calanda lo juegan las cooperativas de la zona. En total, son 15 las empresas certificadas que se encargan de la producción del Melocotón D.O. Desde La Calandina, su gerente Antonio Cerdán se muestra positivo, pese a que este año afrontaron heladas tardías. «Esperamos más o menos los mismos kilos que el año pasado. La cosecha está siendo bastante buena en cuanto a azúcar y dureza, o sea es buena en calidad», manifiesta. Asimismo, expresa que se esperaría una cantidad todavía mayor de no ser por las heladas, pero afirma que se han podido contrarrestar gracias a las plantaciones jóvenes.
José Cuevas, gerente de la Cooperativa San Miguel de Puigmoreno, sigue en la misma línea y expresa que se espera una campaña positiva. «Como todos los años, se espera lo mejor. Se espera una cosecha buena tanto de calidad como de cantidad». No obstante, se muestra precavido por lo que pueda pasar. «Aun así, a día de hoy todo es incierto porque dependemos mucho de la climatología», manifiesta.
Desde el Grupo Magalia, cooperativa con sede en Maella, esperan una cantidad de melocotón similar aunque con frutos de menor tamaño. Sin embargo, Juan Esteve, gerente de la cooperativa, critica el exceso de producción. «Hay sobreproducción en todos los productos, y eso lo notaremos también en el melocotón amarillo. De momento cumplimos las expectativas, pero el mercado está muy duro», destaca.