Las dificultades para conciliar la vida familiar y laboral, la masculinización del sector primario, la falta de recursos para formarse, la escasa representación en puestos de responsabilidad o la no diferenciación de trámites y plazos administrativos entre una empresa y una microempresa son algunos de los problemas a los que se han tenido que enfrentar muchas de las mujeres que viven y trabajan en el medio rural. Con motivo del Día Internacional de la Mujer Rural, el periódico La COMARCA ha hablado con algunas de ellas para conocer sus historias.
Muchas personas todavía vinculan el concepto de mujer trabajadora en el medio rural únicamente con la agricultura y ganadería, sin embargo cada son más las profesionales que han decidido poner en marcha sus propios negocios alejados del sector primario. Para ayudar a dar este paso la Comarca del Bajo Aragón ofrece un programa de coworking con el que asesoran, impulsan y dan visibilidad a nuevos proyectos. «El perfil de emprendedor del medio rural es en el 80% de los casos mujeres entre 30 y 40 años con estudios superiores», explica Yolanda Rallo, agente de Desarrollo Local de la institución. En el último año han detectado que las mayoría de las personas que se deciden a emprender, además de ser mujeres, han decidido dar este paso tras haber perdido sus empleos a raíz de la pandemia y han decido retomar ese proyecto personal que habían tenido siempre en sus mentes, «vinculados en su mayoría a internet», indica Rallo.
«En el medio rural hay oportunidades laborales; mis hijas quieren quedarse»
MARGARITA INSA | Gerente de Sersuco
La valderrobrense y afincada en Beceite, Margarita Insa es la gerente de Sersuco, una sociedad cooperativa que factura 7 millones de euros anuales y que está integrada en Grupo Arcoiris. La empresa cuenta con 27 empleados de los que más de la mitad, 14, son mujeres.
Insa cree que en el Matarraña está consolidada desde hace décadas la ocupación laboral femenina y opina que las oportunidades, a día de hoy, son muy parecidas. Sin embargo reconoce que pocas mujeres tienen puestos de alta responsabilidad. Algo que también achaca a la falta de más empresas de gran tamaño. «En el mundo agrícola y ganadero las mujeres aquí siempre hemos trabajado igual, pero en las generaciones anteriores a la mía el problema era que la mujer tiraba como la que más pero no se la ha reconocido y en un alto porcentaje no han cotizado nunca». «Creo que estamos en un buen momento y si una mujer ahora quisiera quedarse en el Matarraña, podría. Hay un alto nivel de emprendimiento femenino. Mis hijas sin ir más lejos quieren quedarse aquí».
Margarita Insa, recuerda la primera promoción en 1992 de FP de técnico administrativo que se impartió en Valderrobres, de la que formó parte, y subraya que casi todas ellas eran mujeres, lo que supuso un antes y un después. «Fuimos las primeras en acabar esta formación y ello supuso que muchas mujeres pudiésemos establecernos laboralmente en el territorio. En mi caso fue Enrique Bayona quien me dio la oportunidad y aquí decidí quedarme y establecerme», añade.
Sector primario
El sector agrícola y ganadero es el motor del mundo rural, sin embargo, la presencia de la mujer es todavía muy inferior a la de los hombres Las cifras reflejan esta situación, ya que la media europea de explotaciones gestionadas por mujeres es de 6,4 hectáreas, frente a las 14,4 de los hombres. En total, ellos controlan el 61% de las tierras, mientras que el 12% están en manos de ellas. En España, el país más despoblado del sur de Europa, 3,7 millones de mujeres viven en núcleos rurales, registrando un tasa de empleo del 49%.
Una de las cifras más preocupantes es que el 63% de las personas que abandonan el medio rural son mujeres, según datos de FADEMUR. Además, solo el 25% de las explotaciones agrarias están dirigidas por mujeres, y del más de un millón de cooperativas registrados, solo un 26% son mujeres.
Si se analiza la situación en Aragón la dinámica se repite. En el conjunto de la comunidad 31.500 personas trabajaban en el sector agrícola en 2020, según datos del Instituto Aragonés de la Mujer (IAM), de ellas solo el 17% eran mujeres. Respecto a los titulares de explotaciones agrarias, el 23% del total son mujeres, mientras que el porcentaje desciende hasta el 17% si se contabilizan las que ocupan cargos de dirección.
Sin embargo, al analizar los cónyuges de las personas titulares de la explotación, el porcentaje de presencia femenina aumenta hasta el 53%. Estas cifras confirman la importancia de la titularidad compartida que tiene como finalidad promover y favorecer la igualdad real y efectiva de las mujeres en el mundo real, a través del reconocimiento jurídico y económico de su participación en la actividad agraria. Y a pesar de que esta medida se aprobó hace 10 años, en muchos casos su trabajo continua siendo invisible. Precisamente para tratar de solucionar este problema, hace un mes el Consejo de Ministros anunció la aprobación de una partida de un millón de euros para ayudar a las explotaciones agrarias de titularidad compartida a financiar parte de las cuotas a la Seguridad Social, y lograr igualdad de condiciones en los derechos y obligaciones entre ambos sexos.
En Aragón en 2020 el porcentaje de mujeres titulares de explotaciones ganaderas de ganado porcino era del 10,43%. Teruel, con un 14% del total, registraba el mayor porcentaje de la comunidad. En las comarcas del Bajo Aragón Histórico, destaca el Matarraña con 26 mujeres titulares de las 137 en total. En el ganado ovino el porcentaje de mujeres era un poco más elevado, situándose en torno al 13%. Teruel, de nuevo, era la provincia con una proporción más alta de mujeres. En este caso la Comarca del Maestrazgo es la que más mujeres bajoaragonesas son titulares de una explotación, en total son 18 mujeres frente a 86 hombres.
La Política Agraria Común (PAC), sigue sin implementar una perspectiva de género, a pesar de que supone la participa presupuestaria más importante procedente de la Unión Europea. No obstante, en la futura ley se introducirán ayudas específicas para mujeres gracias a la propuesta española.
En España las mujeres representan el 37% de las personas receptoras de las ayudas de la PAC. Respecto a las cuantías, las mujeres también salen mal paradas, ya que de media las productoras reciben un 36% menos que los productores. Para revertir esta solución el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, defendió la igualdad de derechos entre hombres y mujeres en el medio rural, durante la entrega de los XII Premios de Excelencia a la Innovación para Mujeres Rurales. «Las mujeres rurales son fundamentales para conseguir las transformaciones económicas, sociales y medioambientales que tenemos en marcha para alcanzar el desarrollo sostenible», apuntó Planas. Para ellos el nuevo texto de la PAC, que está en la fase final de su redacción, va a suponer un mayor porcentaje de ayudas para la incorporación de jóvenes agricultoras y una mayor dotación en el pago redistributivo, convirtiéndose la perspectiva de género en uno de los objetivos estratégicos de la nueva PAC, que entrará en vigor en 2023.
Planas también instó al sector a estimular la participación de la mujeres en las organizaciones representativas y a mejorar las condiciones laborales de las mujeres rurales, ya que «están infrarepresentadas, ocupan siempre las categorías laborales inferiores y reciben las remuneraciones más bajas».
«Lo más satisfactorio del mundo es haber logrado la confianza de mis vecinos»
SUSANA TRAVER | Alcaldesa de Valjunquera
El sueño de Susana desde que era pequeña era convertirse en alcaldesa. Finalmente se cumplió por partida doble, ya que además de ser la primera edil matarrañense, también es diputada de Educación, Bienestar Social e Igualdad en la DPT. «Siempre me he visto como una política cercana a los ciudadanos», confiesa, «me siento muy satisfecha de poder desarrollar esta labor, porque al final la política es la herramienta con la que se toman las decisiones que luego van a repercutir en la calidad de vida de las personas». Sin embargo es consciente de que todavía existen muchos estigmas dentro del mundo de la política, «muchos todavía ven la figura masculina como con mayor capacidad de liderazgo, sin embargo, creo que las mujeres hemos demostrado que también somos capaces de gobernar y que sabemos gestionar todo tipo de departamentos».
Actualmente tan solo un poco más del 20% de los alcaldes de la provincia de Teruel son mujeres, «cada día somos más mujeres las que ocupamos este tipo de puestos, pero todavía nos queda pendiente convertirnos en esos referentes para futuras generaciones». Traver asegura que muchas mujeres del medio rural se han encontrado con un doble techo de cristal, uno por ser mujeres, y otro por ser mujeres que residen en el mundo rural.
Apoyo institucional
El emprendimiento es el objeto del nuevo proyecto del Instituto Aragonés de la Mujer (IAM),que ha creado una plataforma para facilitar el contacto entre emprendedoras en el medio rural, con motivo de este día internacional. «Queremos ofrecerles un punto de encuentro en donde podamos hacer formación, compartir recursos, y facilitar el acceso a los ya existentes, así como a la normativa vigente», explica María Goikoetxea, directora del IAM.
La página ofrece un mapa de Aragón, en el que poder ver «a primer golpe de vista» en que localizaciones se van sumando mujeres emprendedoras. El IAM quiere que este portal sea una herramienta que compense la dispersión geográfica del territorio rural aragonés, que dificulta la creación de redes colaborativas entre mujeres, y detectar las necesidades del colectivo para potenciar este tipo de iniciativas laborales. Con la creación de portal web se aúna toda la información en el mismo espacio, centralizándola.
Asimismo, el ejecutivo autonómico también está trabajando en el anteproyecto de ley de Dinamización del Medio Rural, que actualmente se encuentra en fase de deliberación. En el texto se recogen una serie de medidas para favorecer la calidad de vida de las mujeres que viven en el medio rural como visibilizar socialmente la importancia del trabajo que realizan las mujeres, y su aportación a la economía, cultura y desarrollo de territorios. También se quiere impulsar acciones de sensibilización en formación en igualdad de género para garantizar la conciliación de la vida laboral, familiar y personal, fomentar medidas para atender a las mujeres que viven sola y que tienen pensiones no contributivas, así como promover programas formativos y de acceso a las nuevas tecnologías para superar las brecha digital de las mujeres que residen en el medio rural.
Javier Allué, comisionado de la lucha contra la despoblación en Aragón, explica que esta ley quiere acomodar a las personas que viven los pequeños municipios, e incluso atraer a posibles nuevos pobladores, y destaca el espacio que ocupa la mujer en el documento, «la mujer es el imán principal para poder fijar población». Allué desea que a finales de este año el anteproyecto llegue a las Cortes de Aragón para que durante 2022 pueda iniciarse su tramitación parlamentaria.
Por su parte la Diputación Provincial de Teruel desarrolla cada año dos convenios específicos de formación destinados a mujeres del medio rural. Uno de ellos orientado sobre todo al emprendimiento y formaciones dirigidas a desempeñar unos oficios específicos. Mientras que el otro está dirigido a mujeres migrantes turolenses, en los que se les da la capacitación necesaria para insertarlas en el mundo rural. «Muchas de ellas realizan las prácticas de las jornadas formativas en empresas que precisamente están buscando personas para lograr que esa inserción sea real», indica Susana Traver, diputada delegada de Educación, Bienestar Social e Igualdad de la DPT.
Por otro lado, la Diputación Provincial de Zaragoza, se ha sumado a la celebración del Día Internacional de la Mujer Rural, con la aprobación de una declaración institucional suscrita por todos los grupos políticos, en la que se recordaba la urgente necesidad de poner en marcha las actuaciones necesarias para garantizar una mejora en la situación de la mujer en las zonas rurales.
«Cuando decidí emprender encontré el respaldo y asesoramiento que necesitaba»
ALBA MONSERRAT | Podóloga en Valderrobres
Alba Monserrat tiene 32 años y hace cuatro abrió su propia clínica podológica en Valderrobres. Desde entonces trata de abrirse paso en el pueblo y en unos cuantos más ya que varios días a la semana acude a atender a sus pacientes de la residencia de Alcorisa además de a Albalate y Urrea, entre otros. Un servicio «agradecido y demandado» especialmente por la gente mayor para quien este servicio es de primera necesidad. Para emprender dejó su trabajo como empleada en el sector en Alcañiz. «Guardo muy buena relación con la que fue mi jefa pero cuando planeé una vida en casa pensé en tener mi negocio», sonríe.
Es natural de Torre del Compte y y se dio cuenta de que quería vivir en su pueblo -o cerca- al terminar sus estudios y su primer trabajo. «Estaba muy bien en Barcelona pero al volver reviví la calidad de vida que implica el pueblo y quise intentarlo», añade. Asegura que cuando comenzó a madurar la idea encontró respaldo.
«En la Comarca del Matarraña me asesoraron y tuve apoyo también en el Inaem y en Omezyma. En el medio rural hay carencias pero sobre mi experiencia emprendiendo no me puedo quejar», añade. Una vez puesto en marcha, la fórmula es básica: «trabajo y trabajo y por fortuna no me está faltando y estoy muy contenta», concluye.
Retos futuros
La situación de las mujeres en el medio rural ha avanzado mucho en las últimas décadas, «tanto en la visibilización, como en el empoderamiento», señala María Goikoetxea, «las mujeres han ido asumiendo cargos de responsabilidad que son imprescindibles para poder implementar la perspectiva de género». También se ha avanzado en las políticas que protegen y garantizan los derechos de las mujeres, pero el fenómeno de la desigualdad en el medio rural hay que abordarlo desde forma multidisciplinar.
«Todavía son muchos los retos que nos quedan por conseguir, pero se va caminando en la dirección adecuada», afirma la directora del IAM, que ve esencial crear políticas que favorezcan a las mujeres, «tenemos que hacer políticas que favorezcan la vida de las mujeres en los pueblos, no solo como sostenedoras de la vida, sino también en el ámbito laboral», asegura Goikoetxea.
A pesar de los avances señalados son todavía muchos las dificultades específicas a las que se enfrentan las mujeres como la sobrecarga de trabajos, ya que en muchos casos se considera una obligación de la mujer hacerse cargo del cuidado de la población dependiente, impidiendo que desarrollen otras actividades. La brecha digital es otro muro que separa el mundo rural del urbano, y que perjudica las posibilidades de autoempleo y emprendimiento de mucha mejores. Y es que el 60% de los municipios rurales en España no tienen banda ancha o esta es de muy mala calidad, haciendo que el teletrabajo se convierta en una auténticas utopía.
Para paliar esta situación es fundamental realizar propuestas destinadas a fortalecer la empleabilidad en nuevas actividades y la posibilidad de teletrabajar. Asimismo, se deben fortalecer los centros destinados a potenciar el emprendimiento de las mujeres y que los distintos programas de las administraciones desarrollen acciones conjuntas.
«Somos microempresas con las mismas obligaciones que las grandes»
TERE JOVE | Agricultora de Valdeltormo
Tere Jove conmemora en este mes los seis años de apertura de la tienda de Productos Ecológicos del Matarraña (Proecmat) en Valdeltormo. Ella y su marido están al frente de este negocio que tiene el origen en la explotación de agricultura ecológica que trabajan desde hace años. Pensaron que era hora de sacar todo el rendimiento a esas cosechas elaborando sus propios productos en el obrador cremas, mermeladas o patés entre otros y todos hechos con variadas materias primas pero con un elemento común: la calidad. «Es nuestra diferenciación y la calidad está por encima de todo y todo se hace de forma artesanal», dice Jove, que confía que poco a poco se recupere la situación porque el producto selecto «que tanto cuesta sacar al mercado» se ha resentido con la crisis actual. Tras años en el sector agrícola, asegura que lo más positivo es que aman su trabajo pero eso no basta. Denuncia que a las microempresas se las mida con el mismo rasero que a las medianas y grandes. «Y tratamos de sobrevivir en un entorno en el que no tenemos ni población para vender y si sales fuera, la gente prima el producto de su tierra, algo que en Aragón no pasa».
En cuanto a ayudas al medio rural «apenas nada» y respecto a las negociaciones de la PAC, lamenta que son muchos años escuchando promesas. «Los agricultores solo pedimos lo que es justo», concluye.
«La gente agradece que le aconsejes y esa cercanía solo se encuentra en los pueblos»
MERCHE RUEDA | Calanda
El Rincón d» Merche abrió sus puertas hace cuatro años para despachar ropa de hogar y cortinas, un tipo de negocio que aunque necesario cada vez es menos habitual. A sus entonces 48 años, Merche Rueda decidió ponerse al frente de su propio local después de tres décadas de experiencia en el mismo sector, algo que considera clave en su caso. Sus años detrás de un mostrador le dicen que la clientela valora la cercanía y recibir consejos, especialmente en cuestiones tan específicas como es la elección de cortinas a medida. «Tienes que vender lo que la gente necesita y no lo que te pide y eso a la larga lo agradecen. Este trato personalizado solo lo da el medio rural», dice Rueda. Desde que arrancó su negocio ha hecho de las redes sociales sus grandes aliadas porque como dice, «lo que no se muestra no se vende». Desde Calanda abastece a su pueblo pero también a personas que se desplazan desde otros de la zona e incluso desde Utrillas. Sus dotes para la decoración son un plus a la hora de aconsejar o acertar con la petición del cliente. Su arte le ha valido además ganar concursos de decoración de escaparates.
«Buscaba una alternativa laboral para poder conciliar mis dos vidas»
EVELYN CELMA | Peñarroya
Evelyn es la fundadora de Matarrania, una empresa de cosmética natural ecológica. Hace 14 años tomó la decisión de dejar su Barcelona natal y volver al pueblo de sus predecesores en la Comarca del Matarraña para poder «compatibilizar la vida familiar con la laboral». Con este cambio Evelyn confiesa que ha ganado «mucha calidad de vida». Además ha tenido la oportunidad de fundar su propio negocio, combinando sus dos pasiones: las ciencias ambientales y transmitir los usos de las plantas. Como puntos negativos señala la dificultad en el acceso a la formación especializada, «es necesario desplazarte para realizar todo tipo de curso o asistir a jornadas». También fue complicado encontrar personal que tenga la formación y experiencia profesional necesaria para incorporarse a los puestos de trabajo, o que estén dispuestos a trabajar en este entorno. Actualmente con Evelyn trabajan otras 8 mujeres, «en total somos 9 trabajadoras, realizamos media jornada, que nos permite realizar otro tipo de actividades o destinarlo a pasar tiempo con los nuestros».
«Sigue siendo necesaria una mayor visibilización»
ISABEL FELEZ | Alcorisa
Chocolates Artesanos Isabel comenzó su andadura en 2014 con sus valores definidos. La plantilla es femenina con ocho mujeres trabajando desde Alcorisa para medio mundo gracias al comercio online. «Supone el 99% de nuestras ventas y ya empezamos así porque es la única manera de crecer desde un pequeño pueblo», dice Isabel Félez. Llegan a toda España y Europa donde todo el mundo sabe que consume un producto de comercio justo y hecho por talento femenino. «Según la ONU, el 75% de los alimentos en el mundo los producen mujeres pero solo el 2% de la tierra está en manos de ellas», apunta. «Quería ayudar a visibilizarlo y es lo que necesitamos, que se nos tenga en cuenta», añade.
«En pandemia nos las arreglamos para que a nadie le faltara de nada en la tienda»
LOLI CASANOVA | La Cañada de Verich
Hace casi tres décadas Loli Casanova se instaló en La Cañada de Verich siguiendo los pasos de su hermana que hizo el mismo recorrido desde Barcelona, una ciudad en la que empezó a escasear el trabajo tras los Juegos Olímpicos. Llegó con dos niñas y tuvo dos más. «Y tan bien estamos, ellas ya son mayores, son de aquí y las tengo en la zona así que, no necesito irme a ningún sitio», sonríe. Hace cuatro años cogió la regencia de la tienda, un «estilo ultramarinos de toda la vida» que abre un par de horas por las mañanas para recibir a su clientela habitual. No alcanzan la decena las personas y todas son de una edad avanzada. «Además de productos de diario, nos organizamos para cosas como la fruta o la carne. Un día a la semana recojo los encargos que traen los proveedores», apunta. De las demandas más específicas se ocupa ella haciendo viajes a Alcañiz. En pandemia fue un servicio esencial y como tal, se las arregló para abastecer a sus clientes. «Me espabilé mucho porque no todos los proveedores siguieron viniendo, así que lo que no conseguía así lo pedía por internet. Creo que a nadie le faltó de nada», concluye.
«La apicultura es mucho más que hacer miel y necesita apoyo en investigación»
CARMEN VILLANUEVA | Ariño
Carmen Villanueva está al frente de Apícola LEVI en Ariño, un negocio que aunque se constituyó como tal hace 15 años, es el resultado de una tradición apicultora que ya salta la tercera generación familiar, en este caso de su marido. Juntos decidieron abrir un establecimiento para cubrir una carencia. «Si querías material o ropa de apicultor no quedaba otra que ir a Zaragoza y decidimos montar el establecimiento», dice. Reconoce sonriendo que este es un mundo que «engancha», y es que es un sector tan fascinante como delicado especialmente en los últimos años con la aparición de la varroa, una enfermedad que mata a las abejas. «Buena parte de nuestra alimentación y del medio natural depende de la polinización y no hay mucha conciencia de ello», apunta. Por esto considera que sería importante que se destinasen apoyos a la investigación y también echa en falta mayor respaldo a los apicultores al ser un sector que va mucho más allá de la mera fabricación de miel aunque la turolense sea demandada por su calidad. «A esto se suelen dedicar familias y no somos muchas en la provincia», apunta. En casa LEVI está asegurada la siguiente generación.
«Somos la generación que consiguió trabajar fuera de casa»
TERESA CRIVILLE | Lledó
Hace 30 años Teresa tomó las riendas del negocio familiar. Actualmente Bodegas Crial produce vinos reconocidos en el panorama internacional. Pero los inicios no fueron fáciles, recuerda Teresa «cuando empecé mucha gente no creía que yo pudiera ser la gerente de la bodega, quien tomara las decisiones, simplemente por el hecho de ser mujer». Ahora todo es distinto, «afortunadamente», señala. Sin embargo, Teresa no olvida lo sorprendida que se volvía la gente al verla pasar conduciendo un camión, o comiendo entre semana en un restaurante lleno de transportistas durante su ruta de reparto. «Me doy por satisfecha por haber logrado abrir el camino, junto a muchas otras mujeres, al realizar todo tipo de trabajos, independientemente del género». Aunque indica que todavía queda mucho por ganar a las mujeres, «especialmente en el peso que recae sobre nosotras cuando decidimos ser madres». El futuro de este negocio está garantizado porque sus dos hijos han decidido formarse en enología para poder tomar las riendas cuando su madre decida retirarse.
«No me considero una superheroína, soy una superviviente»
ANA MARIA SALES | Cantavieja
Ana María procede de una familia que siempre ha tenido una pequeña explotación ganadera. «Mi padre siempre tuvo ovejas, luego con el boom del porcino crearon una granja de cerdas, que siempre estuvo a nombre de mi madre». Junto a la granja crearon un pequeño cebadero al lado del pueblo. Sin embargo el cambio en la normativa sobre la distancia de las explotaciones respecto a los municipios, les llevó a tomar la decisión de cerrar el cebadero. Ante esa situación Ana María decidió dar un giro de 360º grados a su vida y montarse junto con su actual socia un negocio de lavandería y servicio de limpieza. De esa decisión hace hoy más de 10 años. Y las casualidades de la vida han querido que donde hoy se encuentra su negocio sea el mismo local, acondicionado, donde se ubicaba el cebadero familiar. La mayor dificultad que han encontrado en el desarrollo de su negocio ha sido la lejanía de sus potenciales clientes. Ana María también ha detectado una mayor iniciativa emprendedora entre las mujeres, «hay huecos para poder abrir puertas».
«El sector todavía está muy masculinizado»
CONCHA Y ANTONIA MOLINA | Caspe
Antonia y Concha, dos hermanas de Caspe, forman la tercera generación familiar que está al frente de este negocio de encurtidos fundado por su abuela en 1954. «Nos hemos tenido que adaptar a las necesidades de los consumidores, formándonos para gestionar una empresa que ha evolucionado». Respecto a la presencia de mujeres en el mundo laboral. Explican que «es un mundo muy masculino», pero que cada vez es más frecuente encontrarse con otras mujeres en charlas o jornadas formativas. Al preguntarles por la mayor dificultad a las que se han tenido que enfrentar no lo dudan, «la concialiación», a veces resulta complicado encontrar un equilibrio entre la vida personal y laboral.
Josep Ribés dice
¡¡¡ Que se arremanguen, ahorren, que no esperen una alfombra roja, para pagar los autónomos y cobrar une vez al año !!!, ¡¡¡ Todo a una carta !!!.