Castelserás se vistió del siglo XIX durante este fin de semana a través de su VIII Feria de Antaño. En esta cita, multitud de vecinos se implicaron por aportar ambiente, la esencia, llenar los puestos y preparar las exposiciones. Una decena de stands llenaron las principales calles del pueblo con antigüedades, libros, juguetes, vestimenta antigua o bisutería. A todo ello se sumaron diversas exposiciones. Por un lado, en la planta alta del Ayuntamiento se mostró una multitud de objetos del siglo pasado como envases, gorros de uniformes, o cómics, entre otros elementos. Cámaras, sellos, viejos teléfonos, espejos o butacas también llenaron los stands dedicados al siglo pasado.
Las reinas de las fiestas de este año dieron el pistoletazo de salida a la feria. Tras un breve paseo acompañadas de la música instrumental y los Gigantes, las protagonistas cortaron la cinta que daba inicio a un fin de semana cargado de actividades. A pesar de que se temían lluvias, finalmente la climatología acompañó en esta celebración y se pudieron realizar todos los actos con normalidad.
María José Insa es una habitual de la feria. Una vez más ha expuesto sus muebles vintage, entre otros artículos, como arcas, baúles o cómodas. Se dedica a la restauración de muebles, o como a ella le gusta llamarlo, al «reciclaje». «Trabajo la parte original de los muebles, los pinto y en vez de tirarlos les doy otra vida», destacó, asegurando que «la gente ha respondido muy bien».

Las joyas tribales, runas y talismanes no faltaron de la mano de Ingrid Tomás y su atelier The Month´s House. Procedente de Valderrobres, por primera vez expuso en la Feria de Antaño con «éxito». «Trabajo cobre, latón, todo hecho a mano y tengo una parte de lo que me gusta llamar artesanía pagana», explicó. Los talismanes o campanas de bruja para proteger el hogar, destacaron entre los artículos expuestos. »Son cosas que la gente no está acostumbrada a ver y pregunta muchísimo», destacó, aunque lo que más se busca son los pendientes y accesorios. Pronto abrirá su tienda física en el centro Valderrobres y celebra que estas citas les den visibilidad y les permita «conocer de cerca a la gente».

Desde Bañón (Jiloca) hasta el Bajo Aragón, Vicente Catalá también expuso por primera vez en la Feria de Antaño. Su negocio local, ‘El Viejo Desván de la Tomasa’, ofreció artículos militares para coleccionistas, cerámica o cristal, vinilos, casets, muebles de decoración, entre otros muchos artículos. «Lo que trae a la gente mayor es también el recuerdo y revivir las cosas de su infancia. Lo que más suelen buscar los coleccionistas son las monedas o alguna bombonera de cristal francés para poner en algún rincón de su casa», explicó, recalcando el papel de estos eventos en pueblos pequeños, lo que los hace «muy acogedores». «Es para repetir».

Con el ánimo de «colaborar» Ascensión Domínguez, para los cercanos Chón, vecina de Castelserás, expuso también sus artículos hechos a mano en casa, como vajilla o textil. «Sacamos un poco lo de casa y cosas hechas a mano por mi marido», señaló, todo ello con el objetivo de apoyar la feria. No faltaron tampoco la Asociación de las Amas de Casa. Este año montaron una tómbola a beneficio de ASPANOA. «La gente del pueblo ha colaborado con artículos decorativos o juguetes», resaltó su presidenta Silvia Belmonte. Para una mayor presencia también montaron un puesto de venta de libros. En este caso lo recaudado irá destinado a la misma asociación.
Jornada redonda también para los visitantes. Santiago Prades acudió de Mas de las Matas por primera vez. «Está muy bien preparada» recalcó. Por su parte, Teresa Lizana, una «habitual» de las ferias de este tipo se acercó a Castelserás junto a su marido y su hermana. «He venido porque me gusta ver las antigüedades y como la tenemos tan cerca he aprovechado», explicó. «Además de encontrar artículos singulares también se disfruta del buen ambiente», añadió.

Por todo ello, decenas de personas llenaron las calles durante estos dos días con un balance muy positivo. «Es una cita muy especial para los vecinos de Castelserás, pues significa un momento de encuentro. Además, muchos de ellos se implican y hacen que, de una manera u otra, esta feria sea posible», señaló Pilar Arellano, concejal de Cultura. Y, como muestra de ello, cabe destacar que no fueron pocos los que decidieron sacar los atuendos familiares tradicionales para desfilar esos días por las calles de la localidad y vestir así todavía más el pueblo de la esencia de antaño.
Bicentenario del nacimiento de Francisco Loscos
Este año la feria intercaló actos por Francisco Loscos, ya que se conmemora el bicentenario del nacimiento del ilustre botánico, que aunque llegó al mundo en Samper de Calanda en 1823, sus restos mortales descansan en Castelserás, donde pasó buena parte de su vida. La cita contó con invitados muy especiales, ya que sus descendientes- Juana, Javier y Fernando Loscos Morató, asistieron a los actos y disfrutaron del ambiente de Castelserás.

En la tarde de este sábado los tataranietos del botánico estuvieron en primera fila de una sala llena para asistir a las charlas ‘Don Francisco Loscos: vecino ilustre de Castelserás’ y ‘Loscos en el entorno’, en las que se dio a conocer aspectos de la vida personal y profesional del botánico. Gregorio Paricio, miembro del grupo de trabajo local para el Bicentenario, desgranó aspectos relevantes de la vida del botánico. «Pasó bastantes penurias debido a la situación económica que tenía, pero supo sobreponerse y en su afán por llevar la botánica aragonesa a todas partes del mundo luchó hasta su muerte», destacó.
Por su parte, su compañero, el geólogo Sebastián Gargallo, dio una visión de como el entorno que tenía Loscos influyó en la formación científica del personaje. «La geología histórica de la zona y cómo esta ha influido en la geografía y el suelo, lo que ha condicionado una variedad florística muy importante como campo de trabajo», destacó. «Tenía un campo de estudio muy variado», recalcó.
El grupo de trabajo colabora también con Samper de Calanda para preparar más actos conmemorativos.
También se abrió al público el Museo dedicado a Loscos ubicado en la bodega del Palacio de la Encomienda de Castelserás, de la Calle Mayor número 58. Ahí se proyectó un vídeo sobre la trayectoria del botánico, y se pueden visitar múltiples elementos relacionados con su trabajo. El objetivo es que próximamente este espacio se incluya en los puntos turísticos de referencia del Bajo Aragón y que pueda ser recomendado por la oficina de Turismo de Alcañiz, así como establecer horarios de apertura, ya que de momento solo se puede visitar contactando con el ayuntamiento.
