El espacio está ubicado en la comarca del Bajo Martín y se podrá visitar durante todo el año
Ayer se escribió una página más en la historia de la Ruta del Tambor y el Bombo del Bajo Aragón. La inauguración del museo que aúna las tradiciones y cultura de los nueve pueblos supuso un paso de gigante para lograr el gran reto: conseguir que los visitantes sean capaces de conocer la Semana Santa bajoaragonesa a lo largo de todo el año. «Desestacionalizar» es clave y así lo destacaron tanto el presidente de la Ruta, Segundo Bordonaba, como el consejero de Vertebración del Territorio del Gobierno de Aragón, José Luis Soro, durante el acto, que contó con representantes de prácticamente todos los pueblos de la Ruta y también con vecinos y presidentes de asociaciones y cofradías de las localidades.
Además de dar a conocer la tradición durante todo el año, el museo aporta prestigio a una tradición que está declarada de Interés Turístico Internacional y que va camino de convertirse en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. De hecho, será la candidatura única de España para la UNESCO este año.
«Este es pacio es el reflejo de la pasión y el compromiso de las gentes del Bajo Aragón con su historia y sus tradiciones. Además, se consigue algo muy difícil, dar forma física al patrimonio inmaterial», dijo el consejero Soro durante la inauguración. Defendió el binomio turismo-cultura y subrayó: «es necesario que la cultura popular se desprenda del estigma de costumbrismo y se dignifique, que se convierta en algo respetado y valorado, en algo querido, con capacidad para mostrar lo que somos y lo que sentimos como aragoneses».
Para el presidente de la Ruta, Segundo Bordonaba, el museo supondrá un «antes y un después». «El objetivo es que se conozca la Ruta más allá de la Semana Santa y creo que se va a conseguir», aseguró satisfecho el presidente.
Ocho años trabajando
El proyecto de crear un espacio común que mostrara el patrimonio cultural de los nueve pueblos se comenzó a fraguar en 2010. La junta de la asociación manifestó la necesidad de habilitar algún espacio que sirviera de sede-museo para los nueve pueblos. Tres años después, esta necesidad volvieron a manifestarla un grupo de reporteros y fotógrafos de diferentes zonas de Europa que fueron invitados a pasar la Semana Santa en el Bajo Aragón. «Echaron de menos un espacio físico en el que poder escuchar, ver y conocer todo lo que habían sentido estando aquí aquellos días», destalló Bordonaba.
Después de varias reuniones, se decidió ubicar en Híjar, en el último piso de la sede de la Comarca del Bajo Martín. El edificio está en la N-232 y acapara a todos los vehículos que completan el trayecto Zaragoza-Bajo Aragón. Los accesos están diferenciados.
La institución comarcal cedió gratuitamente el espacio, de cien metros cuadrados, y se consiguió financiación a través del Fondo de Inversiones de Teruel (FITE) de los años 2014 y 2016 para dotarla de contenido. En total, se han invertido 100.000 euros.
La sede-museo ya es una realidad que estará abierta desde el jueves y toda la Semana Santa y para la que se buscará la fórmula de gestionar su funcionamiento más allá de las fechas clave.
Unos cien metros bien aprovechados
El local tiene alrededor de unos cien metros cuadrados por lo que aprovechar bien cada rincón ha sido fundamental. La sala está dividida en tres zonas. Una de ellas, está dedicada a la exposición, otra a la venta de material de recuerdo y la última, a contenidos audiovisuales e interactivos. En ese sentido, cabe destacar que desde el primer momento se apostó por lo virtual y la interacción, es decir, por ofrecer una experiencia a todos los que se acercasen a conocer el espacio.
De este modo, el visitante puede sentir el toque de los tambores y bombos, envolverse en las vibraciones de las calles de sus pueblos y percibir todos los colores que representan la Semana Santa bajoaragonesa.