La llegada de una nueva ola de calor al territorio pone en jaque a las masas forestales. Los bosques del Bajo Aragón Histórico se enfrentan a la recta final del verano bajo una clara situación de estrés hídrico provocado tras una de las primaveras más secas de las últimas décadas y por la sucesión de hasta cuatro episodios cálidos a lo largo de este verano. La ola de calor más prolongada se está viviendo durante esta semana y se alargará hasta el sábado. Preocupa por tanto que el factor humano pueda provocar un incendio forestal ya que el sustrato arbóreo se encuentra exhausto y sin apenas humedad. A ello se añade, en muchos casos, el elevado nivel de combustible existente en algunas zonas afectadas por temporales de agua y nieve. En el Matarraña y Bajo Aragón aún son visibles pinos y ramas caídas tras las nevadas de Gloria y Filomena. En otras comarcas como el Bajo Martín las tormentas dejaron tras de sí decenas de árboles caídos en lugares concurridos como los estrechos del río Martín.

Las precipitaciones se sitúan, a día de hoy, entre un 50 y un 60% por debajo de lo que hubiese tenido que llover. En observatorios como Beceite, deberían haber caído más de 360 litros por metro cuadrado y solo se han registrado 180. En Alcañiz, pese a las intensas tormentas de junio y julio, el dato es de 187 litros. Desde el Gobierno de Aragón piden «máxima precaución». Así lo la manifestado durante la mañana de este lunes el nuevo consejero de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón, Manuel Blasco.
En su primera rueda de prensa tras ser nombrado consejero, ha subrayado el elevado riesgo de incendios forestales en la comunidad, que se eleva a nivel rojo en la mayor parte de Aragón, salvo el Pirineo, y que se prolongará en los próximos días ante las elevadas temperaturas previstas. «Hay que extremar la llamada de atención a la sociedad ante la situación que se prevé durante esta semana», explica el consejero. Así, la Dirección General de Gestión Forestal establece desde ayer el nivel de Alerta rojo de Peligro de Incendios Forestales para un total de 685 municipios. El listado de los mismos se puede consultar en el Nivel de alerta de peligro de incendios forestales (NAPIF). En el caso del Pirineo, el territorio permanece en nivel naranja.
Cabe recordar que el nivel de alerta de peligro de incendios forestales clasifica en cuatro niveles el riesgo en Aragón: bajo, medio, alto y muy alto, representados por los colores verde, amarillo, naranja y rojo respectivamente. Dentro del último nivel, rojo, desde la campaña de 2023 se incluye una nueva situación denominada rojo plus que se declarará en aquellas situaciones o episodios excepcionales que puedan presentar un peligro extremo. No se descarta, por ello, que en próximos días se alcance el máximo nivel. Pese a que no se han producido grandes incendios, los medios de extinción actuaron el viernes en Molinos para sofocar un fuego provocado por un rayo latente.
Prohibido usar herramienta agrícola
La alerta de nivel roja implica varias restricciones. Durante la vigencia de la misma no está permitido utilizar herramienta y maquinaria cuyo uso pueda provocar chispas. Dentro de estas restricciones se encuentran las desbrozadoras y las motosierras. Tampoco pueden utilizarse sierras radiales fuera de entornos urbanos o en el exterior de edificios fuera de núcleos urbanos. Deberá existir, al menos, una distancia de 400 metros entre su uso y una masa forestal.
Desde el colectivo de Agentes de Protección de la Naturaleza -APN- recordaron que buena parte de los incendios forestales causados por factor humano han tenido su origen en estas actividades como el gran incendio de Nonaspe de 2022 cuyo origen estuvo en el indebido empleo de una desbrozadora. «El uso de estas herramientas está prohibido durante esta situación. Pero debemos además hacer uso del sentido común. Una radial produce centenares de chispas, por tanto aunque no existan alertas, no hay que usarlas en exteriores de forma indebida», explica Javier Escorza, coordinador de los APN. Los propios trabajadores forestales no pueden tampoco utilizar desbrozadoras y diferente maquinaria durante estos días.

Tampoco está permitido el uso de petardos y cohetes fuera de los cascos urbanos. Las restricciones afectan también al uso de castillos de fuegos artificiales. Los APN subrayan que durante esta campaña han observado una «gran concienciación» de la población en general ante la situación de sequía que vive el territorio y sin incendios destacables. No obstante, recuerdan que la actual ola de calor llega después de meses sin apenas precipitaciones y que, por lo tanto, las precauciones deben ser aún mayores.
No ocultan su preocupación por la llegada de fenómenos tormentosos. La actual situación de las masas forestales podría desembocar en un incendio en caso de producirse una descarga eléctrica sin precipitación. «Nos encontramos todo el dispositivo a pleno rendimiento. Esperamos no tener que intervenir, pero si así se requiriese la respuesta sería inmediata», añade Escorza.
Asimismo, durante la vigencia del nivel rojo no está permitido encender fuego en espacios abiertos suspendiéndose temporalmente cualquier autorización que pueda tenerse para uso del fuego. Tampoco en zonas recreativas y de acampada, incluyendo las zonas habilitadas para ello. Pueden además suspenderse las autorizaciones de pruebas deportivas y actos públicos que se desarrollen en un entorno forestal.
Cierran por segunda vez el Parc Natural de Els Ports
En la vecina Cataluña, la Generalitat ha decidido cerrar nuevamente el acceso al Parque Natural dels Ports. Se trata de la parte catalana del macizo de los Puertos de Beceite. La restricción, ante el elevado riesgo de incendios, incluye la prohibición de acceder en vehículos a motor. Tampoco se puede acceder en bicicleta y andando, por lo que la prohibición de accesos es casi total. Tan solo se permite a los propietarios de fincas acceder para desarrollar diferentes actividades relacionadas con la ganadería y agricultura. Cabe recordar que se trata de la segunda vez durante este verano en el que la administración autonómica vecina decide cerrar el paso al Parque Natural a vehículos y personas. Fue el pasado 3 de agosto cuando por primera vez desde 2014 se tomó esta decisión.
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