Pampa García es la coordinadora del Science Media Center de España de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT). Fue redactora jefa de SINC, la primera agencia pública de ámbito estatal especializada en información sobre ciencia en español. La periodista científica dará una charla sobre las nuevas herramientas que existen para comunicar ciencia en el V Curso de Periodismo de Alcañiz. Explica el reto de pasar del artículo científico a la noticia y analizamos el panorama mediático español.
¿Qué es el Science Media Center?
Es una herramienta muy útil para los periodistas de ciencia, porque proporcionamos opiniones y comentarios de personas expertas en cada campo de la ciencia, en cada disciplina. Precisamente en un momento en el que la ciencia salta a los titulares, cada día desde hace años, y sobre todo a raíz de la pandemia, la ciencia ocupa titulares a diario. Muchas veces son temas controvertidos, polémicos, en los que no hay un consenso único, y necesitamos conocer cuáles son las opiniones de diferentes voces expertas en el mundo de la ciencia. Eso es lo que nosotros proporcionamos para los periodistas que quieran cubrir la ciencia de manera rigurosa y sobre todo de manera conectada con la actualidad, con los intereses de la ciudadanía.
¿Con qué nuevas herramientas contamos?
Podemos hablar de infinidad de herramientas y nuevos formatos. Redes sociales, nuevos canales… pero que lo más importante y lo que realmente creo que funciona y tiene relevancia para el público es hacer la ciencia comprensible y hablar con las personas indicadas para cada caso.
¿Cómo es posible convertir un artículo científico en algo que sea comprensible y de interés ?
Es una labor bastante compleja cuando empiezas en periodismo de ciencia, porque muchas veces quieres contarlo todo y te entusiasmas pensando que el público debe conocer todas esas cosas que a ti te ha contado ese científico. Sin embargo, vas aprendiendo con el tiempo que muchas veces no es necesario contarlo todo, sino más ponerte en el lugar de esa persona que está leyendo un periódico y lo va a leer probablemente de una manera rápida. Tienes que captar su atención lo primero. Lo primero es mostrarle al público que lo que les estamos contando tiene que ver con sus vidas, es interesante, les puede emocionar y causar curiosidad.
¿Y para hacerlo comprensible?
Es ponerse en los zapatos del otro, ver qué sabe la gente y hasta donde le vamos a contar. Muchas veces no hace falta profundizar tanto como si estuviésemos haciendo un reportaje en profundidad, no estamos escribiendo un libro, nadie se va a examinar. Sin embargo, si hace falta tener rigor suficiente para no contar ninguna mentira, ese equilibrio entre lo que es riguroso y el ahorro en detalles. Es la parte más compleja o de las más complejas de nuestra profesión.
Ha habido una evolución exponencial en cuanto a las herramientas, ¿cuál va a ser el siguiente paso?
El periodismo de ciencia ha vivido un momento de auge, nos hemos hecho la pregunta mil veces; ¿seguiremos abriendo periódicos o esto se relajará? Vemos que evidentemente el ritmo es mucho más relajado ahora, y menos mal, tampoco queremos ser noticia todos los días por cosas catastróficas o por emergencias sanitarias, supervivencias ambientales. Pero, aunque no sea una cosa constante, se va a seguir hablando de ciencia todos los días. El ritmo se va a mantener bastante constante por el momento que vivimos de crisis climática y ambiental, entre otras. En ese sentido, vamos a seguir desarrollando herramientas y haciendo todo lo posible para hacer llegar la ciencia al público general de manera atractiva y comprensible, de modo que todo el mundo entienda que tiene que ver con sus vidas y no podemos prescindir de ella en la parrilla informativa diaria.
Formas parte de la Junta Directiva de la Asociación Española de Comunicación Científica, desde ahí, ¿Cómo valoráis el estado del periodismo científico en el país y en general, tiene buena salud?
Tiene una excelente salud desde el punto de vista de los profesionales que se dedican a este oficio. Hace más de 20 años que hubo un auge en nuestro país de formación especializada en periodismo de ciencia, con másteres y cursos de posgrado para generar profesionales cualificados en un periodismo especializado en ciencia. Entonces estos años ha habido mucha cantera, muy buena, y se han formado a personas que están en los medios de comunicación. De esa forma, esas personas han sido las que han reivindicado el espacio en los periódicos, en las revistas de divulgación, en las teles y las radios.
¿También los propios profesionales?
Lo que no tiene tan buena salud es el estado de los medios de comunicación, los derechos laborales de los periodistas, el tipo de contratos. Hay plantillas muy diezmadas, plantillas sin apenas periodistas de ciencia en nómina contratados, muchos freelance que querrían no serlo, tarifas muy bajas para los freelance. Eso redunda en una peor calidad de la información, como no puede ser de otra manera, no le vas a poder dedicar todas las horas que querrías. El resumen es que tenemos unos profesionales excelentes y unos medios que todavía necesitan darse cuenta de que tienen que invertir en plantillas, en nóminas, en contactar con salarios.