Editorial Dobleuve está detrás de ‘El libro viajero’, el proyecto que ya ha puesto en movimiento los primeros de los 14 ejemplares que recorrerán el mundo de mano en mano. Con esta iniciativa, y apoyados por Caja Rural de Teruel, DGA y los ayuntamientos de Híjar y Teruel, quisieron hacer un homenaje a Alantansí, de cuya imprenta hebrea hijarana salieron decenas de incunables y que hoy se custodian en bibliotecas y universidades de varios países desde el siglo XV. Al mismo tiempo, y aprovechando el viaje internacional de los libros, el objetivo es difundir la historia de los Amantes de Teruel en un relato novelado por Fabiola Hernández. Pablo y Juan Ignacio Perruca son hermanos y quienes están al frente de la editorial, que es una consecuencia de una trayectoria de más de 130 años en torno a las artes gráficas. Consideran que Híjar está en el mejor momento para posicionarse como referente en este sector.
¿El número 50 de la revista Verde Teruel es responsable de este proyecto ‘El libro viajero’?
Sí, ese número teníamos que presentarlo aquí porque hablaba del legado judío hijarano. Le pedimos a Lucía Conte que escribiera un artículo y en la presentación se nos ocurrió esto de los libros viajeros.
Es un reto para la editorial.
Sí, la iniciamos en 2001 pero tenemos un negocio de artes gráficas desde 1890. Queríamos dar un giro editorial y en ello estamos.
También es el refugio de autores.
Sí, editamos libros y luego a autores varios. De hecho, en breve haremos la presentación del IV Premio Literario de Viajes y Experiencias Viajeras que se creó también en Híjar en torno a ese día del número 50 de Verde Teruel. Es un premio internacional porque nos llegan de muchos lugares. Aparte tenemos una línea de Guerra Civil con autores turolenses y aragoneses, y hemos publicado otros géneros como el ensayo con Víctor Guíu, de Híjar. Tienen cierta somarda, como dice él. Pronto publicará ‘Un mal tratado sobre la educación’, que promete (ríen).
Víctor Guíu, además, es una de las personas que más ha reivindicado el legado judío de Híjar.
Para nosotros es parte de nuestro equipo porque se involucra mucho con la cultura. Él tiene sus iniciativas y nos gusta tirar del mismo carro. Es un número 11 para nosotros. Y el día de la presentación de la revista él hizo la visita guiada a la sinagoga para 50 personas y nos preguntaban por él, se quedaron encantados porque es muy buen comunicador.
¿Por qué una edición tan cuidadísima en ‘El libro viajero?
Después de cinco siglos seguimos creyendo en la difusión de la cultura a través de los libros que viajarán de mano en mano. No hay valor económico ni sentimental, se trata de que la gente aprecie las cosas en la esencia de lo que son. Es recomendable leer ‘El infinito en un junco’ de Irene Vallejo, donde se da el valor al libro. El mismo tiempo se trata de reivindicar a Alantansí. En cuanto contamos este proyecto a la directora del Museo de la Imprenta en el Puig, en Valencia, ya nos pidió una presentación. Si fuera de Teruel se vio así, yo reivindico que en Híjar se hiciera un museo de las artes gráficas.
Dentro de los usos que se estudian para la sinagoga, ¿podría ser?
Creemos que los pasos tienen que ir por ahí y que Híjar debe convertirse en un centro cultural a nivel provincial y nacional entre los libros y su Semana Santa.
¿El proyecto prueba que la unión de territorios y entidades funciona?
Sí, y con los medios de comunicación. Es básico transmitir lo que se está haciendo.
Pocos pueblos han valorado y defendido tan poco su historia, su cultura y si me paro a pensar, su futuro.
Menos mal que esporádicamente, aparecen a título particular personas que nos la recuerdan y hacen lo que pueden, (a las que ponen a parir). Para la mayoría son tontadas que no sirven para nada.
Su Semana Santa, que la tienen, ¿la valoran lo suficiente? ¿saben su historia y su por que?
Como para que les hables de libros, si hasta la sinagoga opinan que es un gasto inútil.
Sin remedio.
Totalmente de acuerdo hemos tirado el dinero en la sinagoga y no hacemos nada por el Castillo, todos los pueblos que tienen un Castillo, lo cuidan y restauran poco a poco es lamentable que un patrimonio tan rico como el de Híjar no se preserve y solo se piense en tontadas.
De verdad piensas que recuperar la sinagoga es tirar el dinero??? El problema principal radica en que no se ha cuidado nada, hay que trabajar se lo más.