Los productores de almendra del territorio unen sinergias en unas Jornadas Estatales de Frutos Secos marcadas por un paradigma de gran incertidumbre y varios problemas derivados de las sequías o las afecciones por las heladas. La Coordinadora de Organizaciones y Agricultores y Ganaderos organizó entre este jueves y viernes este encuentro técnico con un centenar de personas provenientes de las principales zonas productoras de frutos secos de España. Las jornadas fueron valoradas positivamente por sus participantes, quienes además de poner en común sus preocupaciones también pudieron tratar temas de gran relevancia como la capacidad para mejorar la rentabilidad del cultivo del almendro comenzando por nuevas técnicas de fertilización, manejo del suelo y nutrición de este fruto de cáscara, así como de la normativa de su producción en ecológico.
Tras un amplio programa de conferencias y visitas con ponentes, técnicos y profesionales de reconocido prestigio durante estos dos días, la cita finalizó este viernes con la visita a Almendras Bajo Aragón de La Codoñera, empresa en la que eligen «ser optimistas» pese a la «gran incertidumbre» con la que afrontan la sequía. «En nuestro caso, creemos que la cosecha en regadíos podrá salir adelante, pero la zona de secano sí que nos preocupa mucho más. Tenemos la esperanza de que todavía pueda solucionarse con algunas lluvias, pero la cosa no pinta bien», reconoció Pedro Ferrer, quien dirige junto a su hermano Almendras Bajo Aragón.
Y es que la falta de agua está haciendo mellas en los almendros. Estos cultivos habitualmente tienen una mejor resistencia a la sequía, pero, según alertan desde UPA Aragón, en estas fechas ya se encuentran muy afectados, principalmente porque arrastran varios años de bajas precipitaciones y de intenso calor. En algunas zonas incluso «está en peligro la supervivencia de los árboles, especialmente los más jóvenes y aquellos que no pueden tener riegos de apoyo».
Desde la perspectiva de Ferrer, la magnitud de esta sequía también podría llegar a vincularse con las consecuencias del cambio climático. «No te lo quieres creer, pero un cambio hay. Cuando hablas con gente mayor dedicada al sector te comentan que ya ha habido años de grandes sequías, pero ahora ya no solo son estas climatologías, sino todo: las altas temperaturas, el tipo de tormentas que se producen…», recalcó.
Por su parte, desde UAGA-COAG también alertan de la «nefasta campaña» a la que los agricultores tendrán que enfrentarse teniendo en cuenta todos estos factores y más teniendo en cuenta que la de 2022 ya estuvo condicionada por la excepcionalidad de unas intensas heladas que afectaron a la práctica totalidad del territorio, y supusieron una reducción del 36% en la producción de almendra respecto al año 2021. Este año, sin embargo, la afección de las heladas producidas durante la última semana de marzo y la primera semana de abril «no son para nada comparables» a dicha situación. «Hace un año para estas fechas en muchas zonas se había perdido ya el 100% de la cosecha debido a las heladas. Ahora las que ha habido han afectado a zonas muy puntuales», afirmó David Andreu, miembro de la Ejecutiva de UAGA en Teruel.
La mejora del seguro del almendro es una de las prioridades del Sector de Frutos de UAGA-COAG ya que actualmente la contratación de esta línea de seguro es «muy poco atractiva» para los productores y «apenas se realizan contrataciones», señalan. El otro reto del sector es la comercialización. Desde el sindicato consideran que «no son compatibles» los bajos precios percibidos durante la última campaña 2022- entre un 6 y un 10% menos que el año anterior-, con la rentabilidad del sector. Además, en el escenario mundial se da una importante reducción de cosecha, tanto en Estados Unidos como en el resto de países del arco mediterráneo (incluida España). Desde hace algún tiempo se había conseguido abrir mercados al margen de la almendra americana, con precios altos, pero la especulación, los contratos a futuro y demás prácticas comerciales hacen que los precios «no sean los justos para el agricultor».
Piden un plan de apoyo
UPA Aragón solicitó este jueves un plan de apoyo urgente para ayudar a los agricultores y ganaderos más afectados por la sequía durante la reunión mantenida con la Consejería de Agricultura del Gobierno de Aragón y el resto de organizaciones agrarias y cooperativas de Aragón para analizar la Mesa de la Sequía que tuvo lugar en el Ministerio. Otra de las exigencias que planteó la Unión ha sido la de evitar que se produzca un «parón político» devenido de los comicios locales y autonómicos que se celebrarán el próximo mes de mayo. «El campo es una pieza clave en la articulación de la economía y la sociedad en Aragón, por ello no podemos permitir que las medidas que se pongan en marcha caigan en saco roto, y menos teniendo en cuenta la emergencia climática a la que nos enfrentamos ya debido a la sequía» apuntan.
A pesar de las «buenas intenciones» por parte de la consejería, la organización agraria es consciente de que la última palabra está en Bruselas; en todo aquello que tiene que ver con la PAC, y en Madrid; en las medidas de corte fiscal ya que se deberán poner en marcha de manera trasversal con otros Ministerios afectados.
Por su parte, el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Joaquín Olona, coincidió con las organizaciones agrarias en que esta es una situación «potencialmente catastrófica». «En los secanos más áridos la cosecha ya se puede dar por perdida. Otros daños están por producirse si no llueve en las próximas semanas y las previsiones meteorológicas no son nada halagüeñas», puntualizó durante la reunión. «No descarto ninguna medida, pero primero hay que garantizar el cobro de la PAC, porque no hay ninguna otra ayuda equiparable a los más de 450 millones de euros que llegan a Aragón a través de esta política», aseguró.
Olona trasladó a las organizaciones agrarias y cooperativas el compromiso del Gobierno de Aragón para flexibilizar y excepcionalizar todas aquellas cuestiones relacionadas con el posible incumplimiento de resultados de la PAC para cobrar las ayudas. «Los agricultores y ganaderos pueden estar tranquilos, porque vamos a tomar todas las medidas normativas posibles para que no haya ningún problema. Por eso trasladaremos al Ministerio de Agricultura y la Comisión Europea la necesidad de hacer excepciones a determinadas exigencias para no incurrir en mayores gastos», aseguró.
eso de regar a manta se tiene que acabar nos quejamos que no habrá agua pues que planten otra cosa como los olivos antes de regaban cuando llovía ahora seguido agua a manta mientras tenga yo para beber el campo se puede secar
y hacer nuevos regadíos también se tiene que acabar