Saber si Teruel sería un buen punto de asentamiento de investigadores y científicos fue uno de los puntos de discusión que se plantearon cuando el proyecto de instalar un observatorio en un remoto pueblo de Gúdar-Javalambre se comenzó a discutir hacer más de tres años. Hoy, Arcos de las Salinas acoge Galáctica, un observatorio de referencia a nivel mundial.
Mariano Moles, Doctor en Ciencias e impulsor del Centro de Física del Cosmos y Galáctica, ha repasado durante su ponencia titulada ‘La ciencia como modelo de desarrollo. El extraordinario caso del CEFCA y Galáctica’, dentro del V Curso de Periodismo Especializado de Alcañiz, los pasos que estas instalaciones han ido superando desde que el proyecto se lanzara a principios de los años 90. Además, el investigador ha querido aprovechar su estancia en Alcañiz para explicar los proyecto de pasado, presente y de futuro del centro de investigación
Moles ha explicado que la aparición de CEFCA aparece como un proyecto novedoso y a muy largo plazo. Las necesidades de un proyecto con una tecnología frágil y complicada en el momento provocaron la «instalación precaria» de un centro de investigación en la sierra de Javalambre. «Teníamos propano para calentarnos, empezamos a medir y se confirmaron nuestras sospechas, Teruel es un lugar privilegiado para investigar el cielo», ha sentenciado el Doctor.
La subida de los presupuestos de los Fondos FITE en 2007 propició la continuación de un proyecto comenzado 15 años atrás. La investigación sobre los componentes del universo fue el detonante de la construcción del centro moderno. En 2009 empezaron los proyectos y una «buena estrella» apareció, un plurianual del Gobierno de Aragón que cubre el presupuesto de un observatorio senior, 13 millones de euros cada cinco años.
La idea de Moles y su equipo en aquel momento fue «medir la distancia de los componentes con el objetivo de poder cartografiar el cielo». Una idea completamente innovadora que pedía también «poder diseñar y construir los más novedosos instrumentos de medición». Estos telescopios son capaces de ver desde Javalambre el planeta Saturno de forma completamente definida. Además, también observa galaxias a varios millones de años luz, «las más cercanas», según Moles. El fundador del CEFCA ha explicado también la composición, diseño y creación de los telescopios de gran campo, una de las herramientas que han salido de CEFCA, «el gran caballo de batalla del centro».
Moles ha destacado el apoyo de la localidad de Arcos de las Salinas, «son 120 habitantes censados y su implicación ha sido vital para el proyecto«, ha asegurado. El observatorio se emplaza en el mismo lugar en el que «los vecinos habían construido con fondos LEADER una caseta para atraer aficionados». «Que los propios vecinos sean conscientes de que tienen algo importante, en este caso la calidad de su cielo, ha sido vital para poder seguir trabajando y creciendo», ha asegurado Moles.
Según ha explicado, cada paso de los últimos años fue validado por un consejo de expertos internaciones que dieron validez y mejoraron nuestros proyectos. Además, el proyecto ha tenido un gran impacto social, más allá de su valor científico CEFCA y Galáctica han conseguido, entre otros logros, más de 1.000 pernoctaciones en la ciudad de Teruel.
Galáctica, un observatorio acogedor
Galáctica es un centro de difusión y práctica de la astronomía que tiene como objetivo primordial la divulgación y la facilitación de medios profesionales para todos los aficionados que quieran acercarse. «Hay que enseñar a las personas que las leyes que rigen el cielo son las misma que rigen lo que pasa en la tierra», ha apuntado Moles.
«Nunca han sido un centro de negocios, al contrario, no se extrae beneficio económico ninguno», ha explicado Moles. Según el investigador, lo que si que ofrece es una gran divulgación de conocimiento que se traducen en cimientos para el futuro. Además, la necesidad de preservar el enclave como patrimonio natural ha derivado en poner en primer plano las necesidades de toda la comarca. Así, hoy, la comarca de Judar-Gavalambre se considera punto Starlite, un sello de calidad para observar el cielo.
Después de una interesante reflexión sobre el papel de estos dos espacios pioneros, la charla ha concluido con una sorpresa, Violeta Moles, violonchelista bajoaragonesa y sobrina del investigador, ha tomado el escenario para ofrecer una pieza que ha conseguido emocionar a más de uno de los asistentes.