Mientras los demás simplemente escuchan una canción o recorren las calles de su ciudad sin apenas prestar atención, la alcañizana Raquel Fanjul aprecia estos pequeños detalles del día a día y, sin darse cuenta, rápidamente los convierte en el boceto de su próxima obra artística. La inspiración es para ella lo cotidiano. Así lo ha sentido en su interior desde bien pequeña, y especialmente después de conocer a Nùria Bellver, amiga con la que creó el proyecto artístico en las que ambas trabajan desde 2011, Cachetejack.
La ilustradora ahora recuerda aquellos años desde su estudio en Berlín, una de las muchas ciudades en las que ha vivido durante estos años para «ganar experiencias». Estas siguen siendo el motor de una inspiración que ya empezó a fraguarse mucho antes y a varios kilómetros de distancia, en Alcañiz. «Allí fue donde empecé a desarrollar mi expresión artística, algo que siempre recuerdo cuando vuelvo», confiesa Fanjul.
La última vez que lo hizo fue hace unas pocas semanas, cuando las ilustradoras que renovaron la imagen de Burger King llegaron a Alcañiz para pintar uno de los murales que ahora decora el Cantón Lázaro. La obra marca esa calle igual que una de las profesoras del instituto alcañizano marcó a Raquel hace ya varios años. «Era muy buena estudiante y tenía claro que quería hacer el bachiller artístico. Recuerdo que me dijo: ‹te vas a arruinar la vida›. Ahora lo veo desde otra perspectiva, pero en ese momento no supe qué responder», explica.
Aquel momento no impidió que la joven terminara unos estudios que le apasionaban y que pronto pudo completar con los que adquirió en la Facultad de Bellas Artes de Valencia y en el resto de múltiples formaciones artísticas que han logrado que la artista se posicione bajo un nombre que resuena en la industria tanto a nivel nacional como internacional.
Sus trazos se complementan a la perfección con los de su amiga Nùria con Cachetejack. Los colores vibrantes, trazos desenfadados y figuras que captan la atención de cualquiera que las ve son elementos fijos en unas creaciones que siempre tienen un mensaje detrás. «Conforme más arte vemos y más cosas vivimos más nos inspiramos y más ganas de crear tenemos», cuenta
Una de sus especialidades son las obras en formato digital y adaptadas a diferentes soportes. Han hecho ilustraciones para libros, indumentaria, envoltorios, y hasta calendarios de adviento. Últimamente también se han acercado más al formato mural, «algo muy divertido y que nos obliga a salir a la calle, juntarnos con la gente y desconectar». «Es un proceso muy chulo que sentimos que queda ahí para siempre. Un papel se puede tirar y el formato digital se olvida, pero no pasa lo mismo con una pared en una ciudad».
Y es ese poder para convertir el arte en una realidad lo que siempre ha motivado y motivará a Fanjul: «te permite ver que lo que está en tu cabeza es real».