Redescubriendo Cantavieja y sus nueve molinos

45 personas realizan una andada por los alrededores del pueblo para conocer su patrimonio industrial hidráulico

El patrimonio industrial hidráulico de Cantavieja salió del olvido de la mejor manera posible el pasado sábado 27 de julio, día en que 45 personas participaron en una andada popular que recorrió los nueve molinos que rodean la capital del Maestrazgo. Probablemente, muchos de los asistentes no habían visto uno antes ni sabían que el pueblo gozaba de semejantes vestigios; y, a buen seguro, muchos menos aún conocían su funcionamiento o el papel que desempeñaban siglos atrás. Por eso el impulsor de la actividad y autor del estudio ‘Ingenios hidráulicos en el Maestrazgo: un estudio urgente’, Luis del Romero, se da por satisfecho.

«El balance es muy bueno. Conseguimos reunir a 45 personas un sábado a las 08.00 para recorrer 20 kilómetros, una distancia que quizá intimide al público general. Había gente que no había conocido un molino en su vida y fue como redescubrir tu propio pueblo desde otro punto de vista», explica. La experiencia fue redonda dado que en la andada también participaron varios propietarios que no dudaron en abrir tres de los molinos para mostrar su interior con todo lujo de detalle. Sin duda, fue una ocasión inmejorable para entender cómo funcionaban estos edificios, que durante muchos años fueron el motor económico del Maestrazgo.

Más allá de los molinos, el recorrido llevó a los asistentes por zonas cercanas al río intercalando caminos y senderos y permitió descubrir parajes idílicos en plena naturaleza, donde el sonido del agua deslizando sobre las rocas se une con la flora típica para crear una imagen de postal.

Cabe destacar que el fin de semana no se limitó a la andada, sino que Luis del Romero también ofreció una charla previa en la que explicó su trabajo y puso de relieve la importancia de este patrimonio injustamente olvidado. «En toda la comarca hay 85 molinos, batanes o fábricas, algunos de ellos en sorprendente buen estado. Muchos tienen siglos de historia pero no se les ha hecho caso ni se han investigado», subraya.

 

Un recurso por explotar

El hecho de inventariar estos 85 molinos, batanes y centrales hidroeléctricas supone una oportunidad que Luis del Romero quiere aprovechar. Si bien es consciente de que no son la panacea para poner fin a todos los problemas del Maestrazgo, destaca que ya ha hablado con el Ayuntamiento de Cantavieja para crear una ruta en la que colocar paneles con información y anécdotas o curiosidades. «Es el momento idóneo para emprender alguna política de revitalización», manifiesta.

Por ello, en la charla incidió en posibles proyectos para recuperar parte del patrimonio industrial hidráulico. «Puse ejemplos de otros lugares donde ahora los molinos se utilizan para producir electricidad, para volver a fabricar harinas integrales o incluso se han reconvertido en viviendas», comenta, a la vez que recuerda la necesidad de actuar cuanto antes: «Estamos en unos años críticos en los que si mueves unas tejas o pones una viga el edificio aguanta, pero si no se caerá en breve porque son construcciones antiquísimas. Todo lo que recuperemos será la historia que quedará de los últimos molineros o masogueros», dice.

 

Presentación oficial este martes en Tronchón

Luis del Romero presentará este martes a las 19.00 en el salón del Ayuntamiento de Tronchón su estudio. Allí dará a conocer en qué consiste su trabajo e incidirá en las ideas ya expuestas en este artículo. El evento supondrá la presentación oficial a nivel comarcal de una propuesta que requirió un año de tiempo y obtuvo la beca del Centro de Estudios del Maestrazgo Turolense (CEMAT). Ahora ‘solo’ queda que las administraciones escuchen las peticiones del autor para que las 85 muestras de patrimonio industrial inventariadas no caigan, aún más si cabe, en el olvido.