Afortunados los tamborileros bajoaragoneses que ya pueden desenfundar sus palillos unas cuantas horas a la semana para practicar sus redobles. El resto tendrá que esperar hasta el Miércoles de Ceniza, inicio de la Cuaresma que nos llevará hasta la Semana Santa. Cientos de vecinos, pequeños y mayores, acuden todos los años por estas fechas a las escuelas del tambor, bien para aprender la tradición o bien para perfeccionar su toque. En Alcañiz, las clases comenzaron el pasado lunes, mientras que en Albalate del Arzobispo lo hicieron el jueves y en Samper de Calanda este sábado. A ellos se les irán uniendo otros municipios, como Andorra, que retomará las lecciones en febrero.
Alrededor de 40 niños y niñas, de más de cinco años, están aprendiendo a tocar el tambor en la capital bajoaragonesa cada lunes y miércoles de 18.00 a 19.00. Se reúnen en el Centro Joven, el mismo espacio que justo después, de 20.15 a 21.30, da la bienvenida a otros tres grupos con otro casi medio centenar de personas: el de iniciación para adultos, el de perfeccionamiento y el de redobles. Hasta ocho profesores se aseguran del aprendizaje de todos ellos. «La gente lo ha cogido con muchas ganas», asegura ilusionado Eduardo Bardavío, presidente de la Asociación Amigos del Tambor de Alcañiz.
En Albalate, más de un centenar de vecinos van a la escuela del tambor. Se dividen en cinco grupos: el de iniciación de 5 a 8 años (con 12 alumnos), el infantil de 8 a 14 (15 alumnos), el juvenil (27), el grupo oficial (35), y el de los adultos que no están en el anterior (30). Son estos últimos los primeros que volvieron a sujetar los palillos el jueves, mientras que el resto lo hará esta semana. «La gente me paraba por la calle para preguntarme cuándo iban a comenzar las clases», señala entre risas el presidente de la Junta Local de la Semana Santa, Miguel del Río.
Los albalatinos más pequeños, iniciación e infantil, asistirán dos tardes a la semana durante una hora -al igual que el grupo de adultos- para poder compatibilizar las extraescolares, en el caso de unos, y el trabajo, en el de los otros. Los juveniles y el grupo oficial ensayarán los viernes por las noches y los sábados y domingos por las tardes. Miguel del Río es el monitor de todos los tamborileros, aunque siempre encuentra una mano amiga entre otros miembros del grupo oficial. Y, este año, sobre todo, ya que muchos alumnos que eran juveniles ya han alcanzado la edad para subir de nivel. «El año pasado les costó más volver a tocar después de dos años parados. Sin embargo, lo hicieron con mucha ilusión, al igual que este 2023», cuenta del Río.
A los tamborileros de Samper de Calanda les llegó el turno este sábado. Alrededor de 80 vecinos, repartidos en tres grupos según las edades, practican los toques para participar en la exaltación del Domingo de Ramos. Se diferencian en infantiles de 3 a 9 años (con 25 alumnos), medianos de 10 a 15 años (20 alumnos) y oficiales, quienes representan al pueblo en eventos como las Jornadas Nacionales de Exaltación del Tambor y el Bombo o en las Jornadas de la Ruta del Tambor y Bombo (30). Además, hace varios años, alrededor de una veintena de vecinos del pueblo de edades adultas que «no se veían como oficiales» crearon el grupo de los tradicionales, nombre que hace referencia al tipo de toques que practican.
Los ensayos tienen lugar los sábados y domingos en los dos patios del colegio. Los infantiles y medianos tocan de 15.30 a 16.30, cada grupo en un recinto; y a continuación les siguen los oficiales y los tradicionales. En total hay seis monitores, vecinos que llevan años tocando y dedican su tiempo a que continúe la tradición. Los dos grupos de pequeños realizan además otras actividades didácticas relacionadas con la Semana Santa. «El año pasado fuimos a ver el museo de la Ruta del Tambor y Bambo en Híjar. Este 2023 iremos a Alcorisa, donde visitaremos su museo, aprenderemos su toque y seguramente hagamos un ensayo general. Nos gustaría recorrer los nueve pueblos de la Ruta, concretamente los santuarios o lugares donde guarden sus imágenes para que puedan explicárnoslas», explica Laura Igado, monitora de los infantiles.
En otras localidades como Andorra tendrán que esperar hasta el 27 de febrero para desempolvar sus instrumentos. Quien quiera asistir puede apuntarse desde esta misma semana. Habrá tres grupos: tambor 1 y 2, de 7 a 14 años divididos según el nivel de los alumnos, y el infantil, de 4 a 6 años, cuyo arranque será el 6 de mazo.