El 2 de marzo se esperaba en Alcañiz como agua de mayo. De hecho, fue tan generosa la jornada que trajo dos de los fenómenos más ansiados en el territorio: agua para el campo y un Miércoles de Ceniza con redoble de tambores. La última vez que salieron los alcañizanos a tocar juntos por este día fue en 2020 y, desde luego, aunque algo se iba presagiando nadie podía imaginar que llegarían dos años sin Semana Santa. No se quita ojo de la evolución sanitaria y por eso la escuela del tambor comenzará el lunes día 7 uniéndose así al resto de pueblos de la Ruta donde la cantera ya muestra muchas ganas en ensayos ya iniciados.
Aplazar el inicio de la escuela hizo que este miércoles la reunión para tocar fuera un tanto diferente a lo acostumbrado, ya que en lugar de salir todos los tambores juntos desde el mercado donde se imparten las clases, se fueron añadiendo a la convocatoria desde sus casas.
Este Miércoles de Ceniza marca el inicio de la Cuaresma y abre la veda para que cada cual toque su tambor libremente. También marca el inicio de los ensayos de las bandas de las cofradías y hermandades de Alcañiz. Este mismo miércoles comenzó a ensayar la banda del Nazareno, este jueves lo hará la del Silencio y el sábado, la banda del Encuentro.
Si Alcañiz retomó esta tradición paralizada en 2021 debido a la pandemia, Andorra volvió a lanzar la convocatoria para acudir a tocar a la plaza de la iglesia después de la Eucaristía. La cofradía del Cristo de los Tambores ha recuperado el toque en el Miércoles de Ceniza, una tradición que se perdió y que este año, como trataron de hacer ya en 2019, sacaron del olvido. Los andorranos se concentraron en la plaza de la Iglesia para hacer sonar juntos sus tambores y bombos.
