Las obras finalizarán antes de noviembre y tienen un coste de 93.275 euros
La Torre Piquer de Berge volverá a lucir en todo su esplendor en apenas tres meses. La próxima semana comenzarán las obras de rehabilitación del inmueble, declarado Bien de Interés Cultural en 2006 y que se ubica al sureste de la localidad en una zona conocida como «barranco de Valdecastillo». El coste total de los trabajos asciende a 93.275 euros financiados con ayudas del FITE 2017, motivo por el que la torre debe estar finalizada antes del mes de noviembre.
El objetivo del proyecto es restaurar esta edificación cuya época de construcción divide a los historiadores (pertenece al siglo XVI según el área de Patrimonio del Gobierno de Aragón, aunque según la Fundación Quílez Llisterri podría ser del siglo XIV). Las obras consolidarán y estabilizarán la estructura ampliando la superficie de cimentación, además de reparar los restos respetando «al máximo» los muros, sistemas constructivos y huellas del inmueble original. Asimismo, se adecuará el camino de acceso tratando de eliminar obstáculos y limpiando las cunetas para facilitar la llegada hasta la torre, en notable mal estado a día de hoy.
La Torre Piquer se erige como una construcción de carácter defensivo que muy probablemente se utilizaba para vigilar el camino a pie entre Alcorisa y Castellote. Precisamente por este motivo su única entrada se ubica en altura y para acceder era indispensable una escalera, que se podía recoger rápidamente en caso de asedio. Posteriormente, cuando la edificación dejó de tener una utilidad defensiva, se derribó una pequeña parte de la base para crear una entrada al nivel del suelo y facilitar el acceso a pie. Con la restauración este hueco se cerrará y solo se podrá entrar por el espacio original en altura, para lo que se colocará una escalera exterior.
Además, en el interior del inmueble se colocarán dos escaleras que permitirán subir hasta lo alto de la Torre Piquer y observar las vistas que ofrece del entorno. Para ello se desescombrará la zona (dado que hay una gran cantidad de material caído que se ha ido acumulando durante los años) y se recuperarán las piedras originales para utilizarlas en otras fases de la rehabilitación. A modo anecdótico cabe recordar que antaño solo se podía acceder a la «planta baja» desde el interior, probablemente a través de una trampilla ubicada en el primer piso.
El alcalde de Berge, Juan Antonio Lej, cree que la restauración será positiva para el municipio. «Hemos luchado para que la Torre Piquer se mantenga y ahora la idea es atraer algo de turismo porque la gente irá a verla tras la rehabilitación. Se van a hacer senderos nuevos para ir en bicicleta o practicar senderismo y creemos que será un aliciente para Berge», explica.
Cabe destacar que además de su inclusión como BIC en 2006 el inmueble forma parte del Parque Cultural del Maestrazgo desde 2017, lo que facilita que un mayor rango de público objetivo pueda conocer su existencia.