DGA declaró de interés general, trámite básico para optar a las ayudas, un proceso iniciado hace casi veinte años
El sector primario mueve gran parte del motor económico de Vinaceite entre agricultura y explotaciones granjas. En mejorarlo y sacarle la mayor rentabilidad se trabaja en el pueblo desde hace años y con este afán se comenzó a trabajar en el regadío social, un proyecto que aunque necesario solo ha encontrado trabas en la administración. Al menos, así ha sido hasta ahora cuando ha recibido un importante espaldarazo.
El último consejo de gobierno de DGA aprobó el decreto por el que se declara de interés general para la Comunidad Autónoma de Aragón el regadío social de la comunidad de regantes San Isidro de Vinaceite. Ya cuenta con la evaluación ambiental favorable del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental. El proyecto servirá para la puesta en riego de 1.325 hectáreas, distribuidas en los términos municipales de Vinaceite, Azaila y Belchite y Almochuel (Zaragoza). Como aseguraron desde DGA, el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad ha llevado a cabo los estudios técnicos que acreditan el interés social, así como su viabilidad económica, garantizando en el curso de estas actuaciones la participación de los interesados.
«Son muchos años aunque es verdad que nunca habíamos estado tan cerca de poder empezar como ahora», dijo el presidente de la Comunidad de Regantes y exalcalde, Francisco Ezquerra, quien ha llevado este proyecto desde el inicio hace ya casi 20 años. Como explica el vinazayo, -y así lo constata la DGA en la declaración de interés-, esta aprobación es el paso previo e indispensable para poder optar a las subvenciones del Gobierno de Aragón. De hecho, trataron de concurrir a la convocatoria del año pasado y el proyecto, según explica, no fue aceptado por carecer de ella. «Lo hemos presentado a todo cuanto hemos podido pero sin éxito. El año pasado cuando nos quedamos fuera, desde la administración se movieron los trámites y esta declaración ha llegado rápido. En cuanto haya convocatoria lo presentaremos de nuevo», dijo. El proyecto está valorado en unos 15 millones de euros y pueden optar a una subvención del 50% «para poder empezar a trabajar».
Una espera de casi veinte años con el proyecto del regadío
Este proyecto ha pasado muchas fases. En 2006 se redactó un anteproyecto pero llegó la crisis y se quedó en un cajón. En 2015, y a instancias de la comunidad de regantes que quiso retomarlo, se realizó un estudio de viabilidad desde DGA a través de Sarga. Seguía siendo posible convertir el secano en regadío social pero con modificaciones respecto al anteproyecto de 2006. Igual sucede ahora, que las cifras se han modificado respecto a las de 2015. Entre ellas, las de hectáreas y propietarios.
Se convertirán 1.325 hectáreas y no 1.831 como se contempló hace cuatro años. Los propietarios que se verán beneficiados en 159 parcelas son 71 y no 85. El regadío social garantizará el agua necesaria para el cultivo de olivo (53 %), viñedo (23 %) almendro (13 %) y hortícolas (11 %). En su día se barajó la energía solar para el bombeo aunque detalles de este tipo se verán según se avance. «El reto inmediato es entrar en la convocatoria de ayudas y que nos la concedan. En los últimos años ha habido movimientos en tema de regadíos y esperamos que los posibles cambios en el gobierno no interfieran mucho», concluyó Ezquerra.