La consejera de Sanidad, Sira Repollés, ha recordado este jueves que no puede intervenir en la huelga del transporte sanitario urgente, adjudicado recientemente a la empresa Tenorio e Hijos. Lo ha hecho ante las críticas de los portavoces de PP e IU, que habían pedido su comparecencia en el pleno de las Cortes de Aragón y que le han recriminado tanto la situación de los profesionales como las características del pliego.
«Hay que esperar a que se constituya la patronal y entonces será el momento en el que se sienten con los trabajadores», ha recalcado, al tiempo que ha recordado que la labor de la Administración es estar «vigilante» y asegurar que una vez se alcance un acuerdo, se cumpla. «No me puedo sentar y no puedo sentar a la patronal», ha reiterado tras las quejas de Álvaro Sanz, diputado de IU.
Repollés ha aprovechado su intervención para defender una vez más el pliego y ha incidido en que se multiplican por cinco las horas de presencialidad, incorpora «sinergias» con los helicópteros, incluso en horario nocturno, y la inversión asciende a 32 millones anuales frente a los 19 previos. Y, en este punto, el resto de miembros del cuatripartito (PAR, Podemos y CHA) han tomado distancias, aunque han recalcado la buena intención y labor desarrollada por la consejera.
Jesús Guerrero (PAR) ha sido el más sutil y se ha limitado a subrayar que entiende las reivindicaciones de los municipios y profesionales y, por ello, ha recordado que tiene el mismo derecho el que vive en el Sobrarbe que el de Zaragoza. En una línea similar se ha manifestado Isabel Lasobras (CHA), quien además ha defendido su apuesta por la internalización del servicio, tal y como han hecho Baleares, La Rioja o Andalucía. También Itxaso Cabrera (Podemos) ha defendido este modelo. Y, aunque ha reconocido que el pliego presenta alguna «condición positiva», le ha preguntado a la consejera «si no creía aquello que dicen de que los pliegos son mejorables».
Sobre la internalización también se ha manifestado Sanz, quien ha recordado que era «parte del pacto de investidura». Repollés ha asegurado que se estudió y «resultó más beneficioso para el interés general de los ciudadanos» seguir con la externalización. Lo ha ejemplificado con el modelo del Gobierno balear, que «tiene un sobrecoste de 17 millones de euros sin modificar la cartera de servicios». El dirigente de IU también le ha recriminado que las isócronas (tiempos de desplazamiento) planteadas son «imposibles» y que la consejera haya nombrado tres veces el transporte en helicóptero, mientras que a los trabajadores -que estaban siguiendo el pleno desde la tribuna- «solo una y de pasada».
Más allá de lo sanitario, la falta de contestación a Sanz durante la primera intervención de la consejera, centrada solo en las críticas vertidas por la diputada popular Ana Marín, ha hecho subir el tono del debate. «Hoy a faltado el respeto a este portavoz», ha aseverado el diputado, a quien la consejera ha dedicado toda su segunda intervención.
Y, como ya viene siendo habitual, Repollés y Marín se han enzarzado con los «recortes» aplicados en diferentes legislaturas. Han diferido en cuanto a los tiempos de traslado para llegar a los diferentes municipios y a la disponibilidad de vehículos y personal. «Las isócronas las ha hecho en un despacho al calor de una buena calefacción», le ha espetado la popular, mientras que la consejera le ha afeado que intente «emular a los expertos». La disputa, incluso, ha saltado a otros diputados de las bancadas socialistas y populares en algunos momentos.
Por su parte, Santiago Morón (Vox ) ha afirmado que los nuevos pliegos ofrecen «unos recursos humanos y técnicos que siguen siendo insuficientes» y la diputada de Cs, Susana Gaspar, ha asegurado que Repollés es la «protagonista de un drama». En relación a ello, ha puesto en evidencia que ha conseguido «poner de acuerdo» a «los representantes de todos los partidos políticos, como hoy se ha visto», incluso, a «aquellos que soportan su Gobierno».
Pues para denunciar y echar para atrás el anterior acuerdo de convenio que tenían la patronal con los trabajadores sí que pudo intervenir Señora Ripolles.
Es alucinante que unos dirigentes políticos, que se supone que tendrían que velar por el bien de los ciudadanos, prefieran que el dinero de los contribuyentes se lo lleven las grandes empresas privadas adjudicandoles contratos que luego no cumplen empeorando el servicio y dejando a los trabajadores a «los pies de los caballos» con una precariedad laboral cada vez más grande.
Espero y deseo que está mala gestión de los políticos se refleje en las próximas elecciones con un bajo porcentaje en la participación de voto, demostrando así el hartazgo de la población con la política actual.
La huelga incluye también al transporte sanitario programado, el gran olvidado , para ser q sólo exista el urgente.Los del 061 salvan vidas, pero los trabajadores del programado aportan calidad de vida a muchos ciudadanos
Señora Repolles es nefasta su gestion dimita y deje paso a alguien que esté a la altura de las circunstancias ya vale de mentiras los ciudadanos no somos tontos aunque usted piense lo contrario