Uno de los rodajes más ambiciosos en marcha en el territorio es ‘Libros: el legado de Alantansí’, un documental que sigue los pasos de los incunables que salieron de la imprenta de Híjar en el siglo XV. La ambición ha llevado al equipo formado por profesionales aragoneses como Camino Ivars a la producción, José Estella o Valeriy Nayden a seguir los pasos de estos ejemplares viajando a ciudades donde se custodian algunos de ellos.
Ese recorrido internacional acaba de tocar a su fin. Atrás quedan semanas de rodaje en Nueva York, Filadelfia y Oxford, para terminar a finales del pasado mes de agosto en Israel. En todos estos sitios encontraron «todas las facilidades» para grabar. «Los expertos entrevistados estaban muy sorprendidos de que este tema sea temática de un documental, no están acostumbrados a ello y estaban encantados», dice el director de la película, José Ángel Guimerá. El equipo por su parte pudo constatar de primera mano la importancia de los incunables que bien merecen este audiovisual. «Lo que más me impactó, y sobre lo que sigo dando vueltas y reflexionando, es ser consciente de la potencia que tuvieron estos libros y la imprenta hijarana para difundir sabiduría», comenta.
«Lo comparo a los inicios de internet, que sería el Alantansí de la época, porque la imprenta supuso los inicios de la democratización del conocimiento de la historia de las humanidades o la ciencia. Que todo este tipo de información que estaba acumulada en esos libros llegara a muchísima más gente, fue gracias a que se pudieron imprimir», añade y extiende esta relevancia a la actualidad. «Conocer ahora cómo funcionaba esa sociedad es posible a ese tipo de libros que nos hablaban, no solamente de religión que para el pueblo judío es tan importante, sino de cómo vivían y sus leyes. El uso que tuvieron esos textos impresos en Híjar hace que esa sociedad tenga unas referencias claras de dónde viene», apunta.
La importancia de recrear el contexto
Con la finalidad de reflejar cómo vivían a mediados del siglo XV, el documental combina entrevistas con una parte de ficción. Estos fragmentos se han rodado en Híjar y también en Teruel o Uncastillo, cuya judería se «aproxima mucho a cómo pudo ser la hijarana». También por eso se rodó en Huelva, en carabelas como las que pudo haber entonces. El vestuario se ha tratado con la mayor rigurosidad, así como detalles que fueron surgiendo. «Hubo que resolver un problema de iluminación y en esa época todavía no había velas, así que, tiramos de candil», dice el director de Castelnou, quien se ha asesorado en todo el proceso por expertos.
Del hilo conductor del documental va tirando Lucía Conte, que es una de las expertas además de hijarana. Ella acompaña al espectador por los escenarios nacionales e internacionales de esta historia que también resultará novedosa para el público.
Cabe recordar que la película cuenta con el apoyo de Aragón TV, a través de su línea de Financiación Anticipada, y del Fondo de Inversiones de Teruel (FITE). También recibió una Ayuda al Desarrollo de proyectos del Gobierno de Aragón en el año 2019 y cuenta con el apoyo de la Comarca del Bajo Martín y los ayuntamientos de Híjar y Castelnou. Con los plazos muy marcados, el proceso afronta el montaje, «cumpliendo fechas» para que antes de noviembre esté listo para entregar y pensar en el esperado estreno.