Una supercélula acompañada de granizo del tamaño de pelotas de ping-pong y de fuertes rachas de viento dejó lunas de coche destrozadas, tejas rotas, árboles caídos, frutales dañados, pájaros muertos e inundaciones a su paso por el Bajo Aragón Histórico en la tarde de este jueves. Además, en Alcañiz obligó al desalojo por precaución de 13 familias que residen en tres edificios de la ronda Belchite. A los 28 vecinos afectados se les ha ofrecido la posibilidad de realojarse en hoteles de la localidad a cargo del Ayuntamiento de Alcañiz. Se mantendrá esta situación hasta que los técnicos municipales hagan una valoración oficial del estado del edificio.
«Hay una terraza agrietada y con un gran socavón. Valoramos los daños con un técnico municipal y otro privado y así como con la Policía Local y los Bomberos. Vimos que podía causar derrumbe esa zona y decidimos desalojar», subrayó Miguel Ángel Estevan, alcalde de Alcañiz.
La tormenta severa entró por el Bajo Martín sobre las 16.00, y se desplazó rápidamente por el Bajo Aragón hasta el Bajo Aragón-Caspe. Su paso fue corto, pero intenso. Al centro urbano de Alcañiz llegó a las 17.00 y tras una fuerte descarga de piedra, a las 17.20 el cielo ya estaba despejado y había salido el sol de nuevo. En Caspe, las precipitaciones -que sólo fueron lluvia- cesaron a las 17.30. En la Ciudad del Compromiso se registraron 43 litros por metro cuadrado -mm-. Sólo de 17.00 a 17.15, la estación meteorológica marcó 29,5 mm. En Maella, se llegaron a los 55 mm, mientras que en la capital bajoaragonesa cayeron 62 mm. En cuanto a la intensidad del viento, la racha máxima en Alcañiz fue de 95 kilómetros por hora.
El temporal también provocó un corte en la N-232 entre Híjar y Alcañiz, a la altura del puente del antiguo tren que hay antes de llegar a la capital del Bajo Martín. La gran cantidad de precipitaciones inundaron la val que hay justo al lado y el agua llegó hasta la carretera. También se cortó la A-1401 entre Ariño y Albalate a la altura de El Batán por la caída de un árbol de grandes dimensiones.
«Nos han avisado de que había una tormenta que se acercaba y que había unos árboles que se habían caído cerca de la zona de El Batán entre Albalate y Ariño. Ha arrasado completamente. Los accesos al Santuario de la Virgen de Arcos, que es término municipal de Albalate, también ha sufrido daños en el pinar y hay árboles caídos», confirmó el alcalde de Ariño, Carlos Ros, a La COMARCA.
Albalate y Alcañiz, las más afectadas
Albalate fue una de las localidades del Bajo Aragón Histórico donde esta tormenta de gran tamaño más estragos causó. Este municipio del Bajo Martín, que fue uno de los primeros lugares en los que el temporal se hizo notar, notificó daños materiales desde primera hora de la tarde debido a la virulencia del viento, las precipitaciones torrenciales y la llegada del granizo durante, aproximadamente, un cuarto de hora.
Según pudo adelantar la alcaldesa de Albalate, Celia Trullén, a este periódico digital, los daños materiales se reflejaron en lunas de coches con cristales hechos añicos, tejas rotas, contenedores fuera de lugar y también algunas aves como palomas muertas. «Afortunadamente no hay daños personales. Estamos recabando toda la información. Hay muchas tejas rotas y también los coches tienen tanto lunas delanteras como traseras rotas e incluso la carrocería abollada. Ahora vamos a evaluar los daños en el polígono ya que creemos que allí ha podido ser más fuerte», explicó Trullén.
Ya en Alcañiz, la situación fue similar a la vivida en Albalate minutos antes. El fuerte viento advirtió de la llegada del agua y el granizo. Tras las primeras estimaciones, se notificaron garajes, polígonos y recintos deportivos inundados, así como árboles caídos. Ejemplo de ello es la inundación que vecinas como María José Miranda sufrió en su cochera, ubicada en el Muro de Santiago de la localidad. «Lo hemos vivido con mucho miedo y frustración porque la tormenta ha sido muy fuerte y no dábamos abasto para sacar el agua», explicó denunciando «una situación que se repite cada vez que llueve».
«Hemos tenido muchas caídas de árboles, inundaciones de garajes y alguna afección menos significativo en el Polígono La Laguna. En el camino de El Ciprés ha caído un muro pero estamos intentando restablecer la normalidad ya que este ha quedado cortado. Además tenemos que lamentar que en Valmuel y Puigmoreno el melocotón ha quedado bastante dañado. No pinta muy bien y es una muy mala noticia», detalló Estevan, el alcalde de la capital bajoaragonesa, a este medio.
En la vecina Híjar, el granizo no llegó al casco urbano, según apuntó Jesús Puyol, su primer edil. Eso sí, aseguró que cayó «mucha agua» y que la carretera N-232 que cruza el municipio quedó parcialmente inundada y cubierta por una capa de barro.
En el casco urbano de Caspe, tampoco cayó granizo, aunque desde el Consistorio estuvieron pendientes de la evolución de la tormenta durante la tarde. «No hemos registrado granizo, pero sí que ha llovido fuerte. Por el momento, no puedo adelantar qué ha ocurrido en el resto del término municipal», concretó la alcaldesa, Ana Jarque.
Daños en los frutales
El granizo también provocó daños en los frutales del territorio. Concretamente, en Puigmoreno la tormenta llegó a destrozar todo el alberge que todavía no se había recogido y causó importantes daños en el melocotón. A su vez, también se registraron destrozos en el 20% de la almendra. En Valmuel, donde cayeron unos 28 litros por metro cuadrado, los daños fueron menores.
¿Qué es una supercélula?
Todo indica a que la tormenta que barrió el territorio es una supercélula. Se trata de una tormenta cuyas dimensiones y potencia son considerablemente más importantes que una célula tormentosa normal. En este tipo de supercélulas la nube alcanza tal diámetro que comienza a girar sobre sí misma, como si de una borrasca en miniatura se tratase. Las supercélulas suelen provocar fenómenos severos como granizo y piedra de grandes dimensiones, sobre todo en su parte frontal, es decir, durante los primeros instantes de precipitación. Pese a que no se tiene constancia de ningún tornado, este tipo de tormentas son favorables a que se produzcan tornados y reventones de aire.