Los trabajos del último Taller de Empleo en albañilería y jardinería han vuelto a sacar a la luz una era empedrada en el entorno del Santuario de la Virgen de Arcos. La aldea de Arcos data de la Edad Media, la iglesia se construyó en el siglo XVII y se fueron añadiendo dependencias. La era se encontraba tapada por tierra y vegetación y estos trabajos la han redescubierto y sacado de nuevo a la luz.
En esto consistía el Taller de Empleo, en acondicionar parte del entorno del Santuario. Esta edición tocó a su fin el lunes 8 con una clausura en la intimidad acorde a los tiempos en los que hay que medir aforos. La pandemia ha marcado el año de duración ya que saltó cuando apenas llevaban un mes de clases y eso obligó a hacer la parte teórica a distancia entre el 16 de marzo y el 9 de junio.
La práctica se aprecia y, sobre todo, se disfruta en Albalate donde el Santuario es un lugar muy especial. «Queríamos que además de los días de romería sea un entorno que se pueda disfrutar durante más días del año», dijo Marta Almaraz. Es la directora del Taller de Empleo que se ha desarrollado durante un año con Juan Carlos Aragón como docente y ocho alumnas ya que han sido mayoría mujeres; siete en concreto. Y, aunque no era requisito, todas son residentes en la localidad.

Además de sacar a la luz la era, han devuelto su esplendor a la Cueva de Natalio, otra infraestructura que unos están redescubriendo y otros, conociendo por primera vez. Se ha mejorado el acceso y se ha limpiado el interior. «Se ha colocado una puerta de reja que permite el paso de los murciélagos porque habitan en ella y se ha puesto un atril con información y explicando la historia que acompaña a la cueva», añadió Almaraz. Ahí explica la leyenda acerca de la aparición de la virgen al pastor Natalio.
Las alumnas han hecho trabajos de corrección hidráulica y acondicionamiento de la zona de paso a los baños públicos. Han restaurado maderas y mobiliario, mejorado el camino que rodea al santuario así como la vegetación. Se han llevado a cabo mejoras paisajísticas con desbroce, plantación de especies autóctonas, parte de ellas, en las dos zonas de aparcamiento. La pandemia y el temporal Filomena han acortado tiempos y sólo se ha quedado pendiente de rematar una barbacoa en la zona recreativa. También trabajaron en las zonas verdes del entorno del casco urbano.
Dos certificados de profesionalidad
Las alumnas han terminado con la obtención de los diplomas de dos Certificados de Profesionalidad: Operaciones auxiliares de albañilería de fábricas y cubiertas y el de Actividades auxiliares en viveros, jardines y centros de jardinería. Algunas están en proceso de conseguir empleo, que es uno de los objetivos con los que se ponen en marcha estas iniciativas de Taller de Empleo. «Estamos muy agradecidos al Ayuntamiento de Albalate y al INAEM por haber apostado por esto, por algo que promueve la empleabilidad en el medio rural», añadió la directora.
Dentro de todas las clases que han tomado está la de creación de página web. La suya está alojada en el sitio del Ayuntamiento.
Este Taller de Empleo se ha llevado a cabo con algo más de 200.000 euros de los que 189.000 han corrido por cuenta del Gobierno de Aragón a través del Instituto Nacional de Empleo (INAEM), y el resto lo ha aportado el Consistorio albalatino.

Una de las apuestas de la localidad es la promoción del pueblo y el entorno. El Santuario es una de las piezas básicas y por ello se apostó por solicitar un Taller de Empleo dedicado a su rehabilitación. Habrá que esperar para disfrutar de las romerías en primavera, algunas de ellas compartidas con los vecinos de Ariño. No obstante, el Santuario se está convirtiendo en lugar de peregrinaje para muchos vecinos en sus caminatas diarias o de fin de semana en tiempos en los que la pandemia no permite viajar demasiado lejos de casa.