Se cumplen 8 años del derrumbe parcial de San Antón donde la reforma sigue desvelando apasionantes datos
Qué tendrá San Antón que a todos llama la atención. En Híjar es uno de los barrios más especiales y uno de los que más secretos e incógnitas esconde entre sus edificios.
Algunos de ellos, muy maltrechos, como la ermita-sinagoga de San Antón, que a punto ha estado de desaparecer. El peso de techos y tejado cerca ha estado de provocar un colapso en el resto de la estructura y que se viniera abajo.
No ha sucedido. Queda mucho trabajo por delante, pero sigue en pie y gracias las catas arqueológicas y la primera fase de los trabajos de restauración, ha salido a la luz las confirmaciones a las sospechas. Se ha confirmado que la ermita fue antes sinagoga pero los restos hallados no son sino más hilos de los que tirar.
El Centro de Estudios recoge en el Rujiar toda la historia y detalles de las últimas investigaciones que completaron las que se realizaron hace una década. Se ha sacado a la luz, entre otros muchos elementos, un peldaño en la pared interior. Se presupone que da acceso original a la sinagoga ya que se realizaba a través de un patio interior y no desde la plaza, que construyó tras la expulsión de los judíos en 1492 cuando la sinagoga se convirtió en ermita.
Con las obras han aparecido las evidencias de apoyo de la bimá, frescos en las paredes que habrá que investigar, y el hueco detrás del altar -dedicado a San Antón- en el que los judíos guardaban los textos como la Torá. Por delante queda otra fase de restauración que se ejecutará con una investigación previa como se hizo con la primera.
El tabernáculo, el «matroneo» como lugar donde se situaban las mujeres y los gentiles, o indagar sobre otras dependencias, son algunos de esos muchos misterios por descubrir.