En Alcañiz el temporal ha puesto el foco en el estado del cerro Pui Pinos, la grieta de la ronda de Caspe y el camino del Ciprés. Las afecciones de la borrasca no han provocado daños personales pero sí materiales y durante dos noches, la del martes y la del miércoles, han mantenido a 18 familias fuera de sus casas.
Este jueves ya pudieron regresar a sus domicilios las 15 familias desalojadas por precaución debido a un derrumbe en la parte baja del cerro y otras dos familias que residen cerca de la grieta de la ronda de Caspe.
La única familia que el jueves por la noche no regresó a su hogar es la que reside en el camino del Ciprés y que fue realojada el martes debido a un derrumbe. De hecho, a estas personas se sumaron este jueves otras dos familias que en un primer momento rechazaron abandonar sus domicilios pero que este jueves lo hicieron debido a que el camino sigue cortado y aún se desconoce si se conseguirá liberar la vía.
Según apunta el alcalde, Ignacio Urquizu, es probable que se queden en hoteles hasta el sábado porque despejar el camino está resultando muy complicado. Se trata de una vía muy estrecha a la que no pueden entrar grandes máquinas y la que está trabajando, al ser pequeña, no avanza a grandes velocidades.

En el camino del Ciprés se produjeron tres derrumbes. La empresa contratada continuó trabajando el jueves en la reparación del primero y de mayor magnitud, proseguirá con el segundo en importancia cuando acabe y finalizará las obras con el tercer y menor derrumbe. Sus responsables técnicos indican que están abriendo un paso a pie para las familias afectadas y que intentarán acondicionar también un paso para permitir la circulación de vehículos -uno a la vez-, si bien este último punto está condicionado a la necesaria seguridad en los trabajos.

Se estudiará el Corcho
Respecto al Corcho, seguirá cortado. «Los técnicos del Ministerio de Fomento ya han realizado los primeros análisis y es probable que vuelvan la próxima semana. Estoy en contacto permanente con ellos para que vaya todo lo más rápido posible», explica el primer edil alcañizano. El equipo de gobierno ya comunicó a Fomento la necesidad de realizar una reparación integral de la carretera para evitar futuras desprendimientos como los que han sucedido».
Según explicó la Diputación de Teruel, aunque el aviso inicial en el Corcho había sido por un pequeño desprendimiento en la acera, cuando han llegado los efectivos se ha producido otro mayor y han comprobado que se había roto una tubería de agua que estaba provocando un agujero del terreno que podía poner en riesgo el resto del terreno. En cuanto a la parte superior del cerro, la que se derrumbó y en la que se han realizado actuaciones de seguridad, las escorrentías están funcionando bien.
Los Bomberos balizaron la zona y tras evaluar la situación ordenaron desalojar por prevención a las familias, que el Ayuntamiento reubicó. Algunos optaron por marcharse a viviendas de familiares y otros a los hoteles sufragados por el Consistorio. Los bomberos realizaron después un muro de contención con sacos de arena para desviar toda el agua que salía, además de ordenar el corte del agua (durante un día).
Los afectados fueron los vecinos del conocido como edificio de Mapfre y los de las casas situadas debajo del talud, que ya fueron desalojados cuando se produjo el importante derrumbe de abril de 2017. También una familia del Loreto. Algunos de ellos regresaron a sus vivienda hace tan solo unos meses después de las obras de emergencia del cerro. El miércoles se reunieron con el alcalde en el Ayuntamiento para recibir toda la información.
En cuanto a la ronda de Caspe, se reabrió este jueves al tráfico ya que no es peligrosa. No obstante, en la zona de la grieta se va a estudiar el hundimiento de la vía por parte de los técnicos municipales para decidir qué tipo de intervención necesita.

Inundaciones en La Laguna
El temporal también ha puesto el foco en la situación del escorredor del Mangón. Más de una quincena de empresas del polígono La Laguna de Alcañiz se inundaron debido a que esta instalación, que canaliza el agua, no evacuaba adecuadamente. También fallecieron por ahogamiento alrededor de 400 ovejas. El agua entró el miércoles al interior de las empresas, que se quedaron «inaccesibles» debido a que el escorredor está taponado.
La zona afectada fue la más cercana al supermercado Lidl, ya que está situada a un nivel inferior que la ubicada al lado del hipermercado Alcampo.
Los bomberos dispusieron el miércoles un operativo para achicar el agua, que normalmente se canaliza a través de un escorredor. Sin embargo, debido a las importantes precipitaciones no evacuaba adecuadamente. En coordinación con un técnico municipal se dispuso el operativo con unos ocho bomberos y bombas de achique para bajar el nivel de agua del polígono. La inundación quedó controlada el jueves a las 16.00.
Según informó el Ayuntamiento, el problema se debe a que el escorredor del Mangón, propiedad de Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), está embozado y no deja pasar el agua con facilidad. A ellos se suma la ausencia de alcantarillado de dicha zona. El Consistorio «está buscando vías de actuación para dicha limpieza y poder colaborar dentro de las líneas de actuación que le sean permitidas, siendo conscientes de que las soluciones en el corto plazo son muy complejas». «En las reuniones que se mantuvo desde alcaldía con la CHE ya se abordó la situación de este escorredor y esperamos que en las próximas semanas podamos seguir trabajando sobre soluciones a este escorredor», afirmó Urquizu.
Más derrumbes
En Alcañiz también se realizaron varias actuaciones por derrumbes de muros en la Calle Alto de Luna, camino de la vía y Cantón de los Latoneros, Cantón de la Loba, entre otros. Asimismo, los Bomberos intervinieron también para cortar árboles en mal estado o retirar los que se habían caído a la vía.