Bajoaragoneses por el mundo: José Ignacio da clase en un colegio de Odessa con el programa 'Profesores Visitantes'
Al sur de Estados Unidos, en la ciudad de Odessa, reside José Ignacio Pardillos Sonsona. Para ubicarlo hay que poner el ojo en el estado de Texas. Allí, muy cerca del estado de Nuevo México, se erige esta ciudad de unos cien mil habitantes.
En uno de los colegios da clase este zaragozano cuyas raíces maternas están amarradas a Samper de Calanda. «Allí todo el mundo me conoce como Pepe Nacho», dice desde Texas. «Mi madre, María José Sonsona y mi abuela, María Ballester son samperinas», añade.
Aunque la familia no reside en el pueblo, las idas y venidas son constantes. También para él, que desde niño pasa en Samper todos los periodos vacacionales.
José Ignacio, que está a punto de cumplir 28 años, estudió Magisterio de Lengua Extranjera (Inglés), y es maestro de inglés interino en la comunidad de Aragón desde 2013. Después de la carrera y un año de Erasmus en la República Checa, comenzó a buscar programas con estancia en otros países.
Aterrizó en Estados Unidos en julio tras haber sido seleccionado en «Profesores Visitantes», un programa del Ministerio de Educación. Es de un máximo de tres años aunque él solo estará durante el presente curso.
Clases en inglés y en español
Da clase en tercer grado, «lo que sería 3º de primaria en España», aclara. Es tutor y enseña lectura, matemáticas, ciencias y estudios sociales y lo hace en un 50% en español y 50% en inglés. «Es una clase bilingüe con estudiantes cuyas familias tienen como lengua materna el español. Consiste en darles cada curso más horas en inglés para que al terminar la educación elementaria sean competentes en el uso de la lengua», explica.
Además de mejorar su inglés y tratar de viajar lo posible, buscaba experiencias laborales con sistemas educativos diferentes. En Odessa invierte más horas, ya que los niños están 8 horas en el colegio, «lo que en mi opinión es una barbaridad», dice y explica que, a diferencia que en España donde se hace una enseñanza más global, «aquí se centran en la lectura y en las matemáticas. Van mucho a los datos de los resultados de las pruebas estatales y cómo mejorarlas».
En este sentido se decanta más por el sistema español, que se centra más en la valoración de los conocimientos, y no tanto en el rendimiento del escolar «ya que al final solo enseñan a aprobar el test estandarizado de final de curso».
Su visión sobre España no ha cambiado mucho, «el país está igual», dice. Respecto a los estadounidenses dice que, a no ser que hayan viajado a España, «no tienen mucha idea del país aparte de los tópicos, pero creo que a quienes hemos venido a trabajar nos tienen en alta estima porque somos trabajadores y dominamos bien la pedagogía», reflexiona y revela lo que más le ha sorprendido. «Varios me han preguntado si en España somos todos tan delgados», sonríe. «Es fácil de comprender viendo lo grande que es la gente aquí, porque como ellos dicen: «Everything´s bigger in Texas», es decir, «Todo es más grande en Texas»», bromea.
Es la comida lo que más echa de menos José Ignacio de España. Se refiere a Samper como su parada en todas las vacaciones. Desde verano, como tiempo que más pasa allí, hasta fechas señaladas como la fiesta de Quintos en diciembre o la romería de Santa Quiteria. Y desde luego, Semana Santa. «Supongo que mis compañeros de la peña «Impetoko» también me habrán echado de menos. Este año me lo he perdido todo, así que, iré con ganas en junio a Samper », advierte.