La emoción inundó el pasado sábado la plaza de los Arcos de la localidad bajoaragonés de Los Olmos con la representación del ‘Dance de la Guirnalda’. Esta tradición se recupera gracias a la participación del medio centenar de vecinos que conforman la compañía de teatro amateur del municipio.
Durante todo el mes, los actores han estado ensayando bajo las ordenes de Dolores Casanovas, directora de la obra, que confirmó su satisfacción con el resultado obtenido. «Como ya hacía años que no podíamos hacerlo fue realmente emociónate, estuvimos muy contentos», aseguró la encargada de la obra. «No todos los pueblos tienen la suerte de tener este patrimonio en honor a su patrón y nosotros seguimos haciéndolo con muchas ganas y mucha ilusión», recalca la mujer.
Para la representación de este año hasta siete jóvenes se han incorporado por primera vez a la representación, una cuestión que genera una gran ilusión entre los vecinos ya que supone «un verdadero relevo generacional» que permitirá continuar con la obra en próximas ediciones.

El rigor histórico es una de las principales virtudes de esta representación, los encargados mantienen que no se ha cambiado «ni una sola palabra» del texto original escrito por Domingo Herrero y que data de 1862. Además, durante la jornada, los vecinos se esforzaron también en la decoración de las calles del pueblo con elementos tradicionales del campo y también han colaboración con la confección de los trajes y la decoración. Casanovas, recuerda que la celebración del ‘Dance de la Guirnalda comenzó a realizarse de forma improvisada, «cada uno aporta lo que puede y todo el mundo se implica», añade.

Esta obra se recuperó en el año 2007 cuando al venderse una de las casas del pueblo se encontró uno texto original. Los vecinos reconocen que sabían de la existencia de esta representación por los testimonios orales transmitidos por las personas más mayores que recordaban como la obra se llevaba a cabo antes de la Guerra Civil.
Actualmente, el Dance de la Guirnalda de Los Olmos, junto a una quincena de dances de otros tantos pueblos de Teruel, se encuentran en trámite de declaración como Bien de Interés Cultural Inmaterial de estas manifestaciones de religiosidad popular que incluyen música, danza y teatro.