Vicentina Calvo es ejemplo de superación y lucha constante, como empresaria, madre y mujer. En los años 60 tuvo hacer frente a la muerte de su marido con tan solo 32 años. Fue un punto de inflexión en su vida en el que, con dos hijos pequeños, levantó el negocio del hotel Guadalope. Lo hizo en una época donde la mujer carecía de derechos y con el apoyo de sus dos padres. Casi medio siglo después, la alcañizana se ha convertido en una auténtica referente en Alcañiz. Con 79 años continúa en los altos del Guadalope cocinando con mucho cariño para todos sus clientes. El pasado domingo fue reconocida como Embajadora Turística 2023 del Bajo Aragón, un reconocimiento que sigue recibiendo desde la humildad.
¿Cómo fueron los inicios del hotel?
En el año 1968 ya teníamos una cafetería en la casa que se encontraba al lado del hotel, además debajo de ella había un pequeño salón de estar, donde mucha gente venía a bailar. Era un lugar muy hospitalario y en aquellos tiempos se acercaban multitud de personas y entre ellas se entretenían. Nos daba igual cuánta gente viniera, estábamos muy contentos con nuestros clientes y éramos felices.
¿Cómo paso de ser una cafetería a convertirse en el hotel Guadalope?
El negocio iba bien, seguíamos trabajando, y mi padre anteriormente había comprado la casa de al lado y decidimos aunar fuerzas y construir el hotel.
Antes de construirlo tuvo que hacer frente a una gran pérdida
Así es, a los 32 años me quedé viuda con dos hijos pequeños, ya que mi marido se ahogó en la Estanca. Mis padres me ayudaron a sacar el negocio adelante, además teníamos un camarero muy bueno y nos ayudó mucho durante meses. Cuando poco a poco me recuperé empecé a luchar porque tenía muy claro que tenía dos hijos y que los quería sacar adelante. Mis padres y mi hermano me ayudaron en todo. Además, lo primero que hice fue sacarme el carnet de conducir para poder ir donde quisiera y no tener que depender de nadie.
En esa época era más complicado ser mujer. ¿Cómo consiguió hacer frente a eso?
El hecho de sacarme el carnet de conducir y ser más libre me hacía tener más fuerza. En todo momento, era consciente de que tenía que luchar. Además, si tenía que decir que alguna cosa no estaba bien, no dudaba en comunicarlo. Me considero una persona exigente, tanto conmigo misma como con el resto. Me marqué unas pautas y eso fue lo que creo me ayudó.
El personal del hotel sería también una parte fundamental.
Fueron unos años en los que nuestros trabajadores eran extraordinarios, además a mí me gustaba que se hicieran las cosas bien y era muy exigente y perfeccionista con ellos. Todo eso nos llevó a poder llevar el negocio bien y entre todos lo conseguimos.
¿Cómo de importante ha sido Alcañiz para usted?
He sido una persona que he vivido por y para mi pueblo. Siempre he luchado para que se hicieran cosas aquí, además, nunca me he cortado si he tenido que ir al ayuntamiento a expresar mi opinión y mis ideas. Quiero que la gente se dé cuenta de que Alcañiz es muy grande. Todo lo que he hecho ha sido por cariño hacia mi ciudad.
Durante estos años habrán pasado por aquí muchas personalidades. ¿Cuál recuerda como la más especial?
Después de tanto años en la plaza España he tenido el placer de conocer a mucha gente, de todos los que se han acercado hasta aquí me quedo con Pilar Narvión. De hecho, en el hotel tenemos un cuadro, que su tío, Mariano Romance, decidió regalármelo con todo el cariño del mundo. En la actualidad, estoy muy contenta de que se le esté dando el reconocimiento que ella merece y estoy muy orgullosa de poder tener aquí su cuadro. Pilar estuvo en el hotel, mientras su tío estaba un poco delicado y era encantadora conmigo. Además, gracias a los festivales hasta el hotel han venido muchos actores de teatro de Madrid y gente importante. En la actualidad, estoy muy satisfecha de todos los clientes, además, no paramos de trabajar tanto en la oficina de turismo como aquí.
Todos los clientes se han convertido al final en familia para usted...
Después de tratar tanto tiempo con la gente y conocerla al final se ha creado una gran relación con todos ellos. Para mí, mis clientes se han convertido en familia y además tratamos de que el hotel se caracterice por tener ese ambiente. Muchos de ellos repiten y los conozco muchísimo.
¿Por qué continúa trabajando y no decide jubilarse?
Una vez el médico me dijo que tenía la enfermedad del trabajador y que me iba a durar para siempre. Soy incapaz de dejar la cocina del hotel. Tengo 79 años y estoy jubilada al 50% porque un día después de que todo el mundo me insistiera en que tenía que jubilarme vino una médica y me hizo una visita. Me presentaron como ‘la mujer que no quería jubilarse’, después de hablar un tiempo con ella, decidió que si no quería hacerlo que continuara como hasta ahora. Por eso, me jubilaron al 50%.
No imagina una vida sin trabajar...
Sinceramente, creo que no soy capaz de hacerlo. Poco a poco tengo que ir averiguando la manera, pero soy muy feliz trabajando.
A parte del hotel también ha incentivado la creación de la oficina de turismo y muchos proyectos...
Fueron unos años en los que nos lo pasábamos muy bien, además realizábamos viajes pequeños para poder aprender y llevar ese conocimiento a Alcañiz. Levantamos la hostelería de esta ciudad unidos, con Paco Calpe y Fidel Meseguer. Los tres empezamos a luchar para construir una oficina de turismo porque se necesitaba una en la ciudad. Por ello, hace 28 años decidimos crear la asociación y se empezó a construirse un marco para ir trabajando todos juntos. Además, conseguimos que el ayuntamiento se hiciera socio. Todo aquello nos unió mucho entre todos nosotros.
Mi más sincera enhorabuena por el reconocimiento realizado a una labor y dedicación ejemplar. Vicentina ha sido y es un gran ejemplo para las personas que se empeñan en soportar los más fuertes chaparrones y salir triunfando con una labor ejemplar y abnegada. Levantar a una familia y continuar con un tipo de negocio que requiere muchísimas horas de dedicación y sacrificio es todo un logro digno de ser destacado. Personalmente, me alegro mucho de que la sociedad le haya hecho un homenaje tan merecido. El Alcañiz digno ha sido levantado por el tesón de personas tan válidas y comprometidas como Vicentina.
Un cordial y muy sentido saludo.
Ya sabes como te queremos. Felicidades y todos los reconocimientos son pocos. Un abrazo grande.