Una vuelta por Aragón a través de los sellos es la propuesta que lanza Vinaceite para los viernes y sábados de agosto. La semana cultural incluye una exposición filatélica que tiene a la comunidad como protagonista a lo largo de unas 265 estampas extraídas de las colecciones de Javier Calvo y Alberto Gracia. Ambos son de Vinaceite y comenzaron a coleccionar en su adolescencia, allá por los setenta. Es la primera vez que los muestran aunque ya era una idea que le rondaba en la cabeza a Calvo hace tiempo. Calculan que almacenarán unos 4.000 sellos cada uno que se han dedicado a revisar a fondo para extraer los que tienen relación con Aragón de una manera directa o indirecta. Son coleccionistas totales, no de un tema específico, y por eso esta tarea ha sido muy laboriosa. Una vez hecha la extracción de los aragoneses, de cada uno de los 265 han elaborado su ficha técnica al detalle. También han preparado las hojas en las que se pueden ver expuestos.
La sala cedida por el Ayuntamiento se abre los viernes y sábados de 19.30 a 21.30 y está aprovechada al máximo. Además de poner a disposición lupas con las que poder observar de una manera más concienzuda un elemento tan pequeño, cada sello aparece proyectado en una pantalla en tamaño ampliado. Hay sillas desde las que poder disfrutar de todo el pase. También hay punto de acceso a los diccionarios filatélicos en los que resolver dudas, además de una mesa del coleccionista en la que han colocado el material básico con el que trabaja un coleccionista. Basta con un flexo y una lupa, un clasificador, un catálogo, hojas de álbumes y filoestuches en los que guardar cada sello en su hueco.
Al final del recorrido quien lo desee puede completar un trivial filatélico y optar a ganar un catálogo. «El objetivo es despertar un poco la curiosidad y animar a investigar», dicen. «No es difícil, las respuestas están en la exposición», tranquilizan.
El arte y la historia en miniatura
La muestra sigue un orden cronológico. Comienzan con el más antiguo que, en este caso con temática aragonesa, data de 1930 y está dedicado a Goya. Relacionados con el pintor y su obra son los que más abundan, pero hay muchas más estampas. Entre ellas, dedicadas a personajes ilustres o momentos destacados de la historia. También hay parajes cercanos, como por ejemplo, Alcañiz o el propio pueblo de Vinaceite.
Mención aparte tienen los personalizados, una opción que no todo el mundo conoce. «Puedes hacerte el sello con el motivo que quieras, si pasa la criba de Correos y lo valida, lo tienes», comentan. Ellos han hecho uno personalizado para la exposición y en 2021 Alberto encargó otro con una fotografía del pueblo con motivo de la celebración de los 60 años de su quinta a modo de recuerdo para la cuadrilla.
Los sellos son lienzos en miniatura que cuentan la historia del mundo o de un país. «Son una especie de informe semanal de final de año, porque todo suceso importante tiene su sello», cuentan.
Son conscientes de que el devenir de las comunicaciones no incentiva a que se sumen más coleccionistas. «Al contrario, apenas se mandan cartas. Cuando empezamos tenías a tu gente que te guardaba las cartas y recortabas el sello hasta que ya empezabas a comprar», rememoran. Alberto comenzó en el colegio. «Empezamos muchos así, incluso íbamos donde se tiraba la basura a buscar sobres», sonríe. A Javier le picó la curiosidad por dos familiares ya coleccionistas. «Mucha gente empieza pero seguir muy poca, yo mismo lo dejé 30 años y lo he retomado», advierte Gracia. «Empiezan muchas en fechas señaladas como el nacimiento de un hijo, o con hechos históricos. En el 75 iniciaron muchas con el reinado de Juan Carlos I, o en el año 2000. Esto motiva a los coleccionistas», sonríen.