Ya pueden volver a sus casas los vecinos de la ronda Belchite número 11 y del número 20 de la plaza del Deán, los últimos desalojados como consecuencia de la fuerte tormenta que afectó a varias localidades del Bajo Aragón Histórico el pasado 6 de julio tras casi dos meses fuera. Aunque el Ayuntamiento dijo en un primer momento que los inquilinos de la plaza del Deán podían volver junto a los de ronda de Belchite 9 la semana pasada, finalmente regresan este martes. Se ha esperado a un último remate justo en la terraza de debajo. En total, 28 personas fueron evacuadas, con el objetivo de analizar y asegurar la habitabilidad de estos edificios afectados por el derribo de una terraza interior. Los servicios técnicos, arquitectos e ingenieros municipales siguen analizando cuál es la situación y cómo ha de procederse y finalizar con las medidas de seguridad.
Según ha destacado el Ayuntamiento en un comunicado, en estos dos meses de actuaciones lo absolutamente prioritario ha sido desde el primer momento la seguridad de toda esta zona. Fruto de ello, el Consistorio ha llevado a cabo una mediación técnica y también social que ha contado con la colaboración de las comunidades vecinales implicadas, de tal manera que se han venido llevando a cabo esos trabajos de limpieza y prospección a la mayor brevedad y con la precisión necesaria para alcanzar su buen fin.
El gobierno municipal ha venido manteniendo encuentros informativos y técnicos a lo largo de estos dos meses en los que se ha ido actualizando a los vecinos de estos bloques cómo ha ido evolucionando el estado de la cuestión. Ha estado vigente, asimismo, un protocolo de acompañamiento de Servicios Sociales y de Protección Civil, Policía Local y Bomberos para que las familias pudieran acudir a los domicilios en busca de enseres, medicinas, mantenimiento básico… Este derribo fue una de las consecuencias más destacadas de una tormenta, la del 6 de julio, que descargó 46 litros por metro cuadrado en apenas un cuarto de hora, a alrededor de las cinco de la tarde, y que generó también diversas afecciones en caminos y viales.
La tormenta descargó con fuerza en el casco urbano de Alcañiz, pero hizo estragos sobre todo en el resto del municipio, sobre todo las zonas agrícolas de las pedanías de Valmuel y Puigmoreno, en una afección que en aquellos días se consideró como casi total. El Ayuntamiento de Alcañiz recuerda la colaboración ciudadana e institucional que dio entonces apoyo y aceleró la recuperación de la normalidad con intensas labores de limpieza y reconstrucción tras la tormenta de esa primera semana de julio. Se trató de un fenómeno meteorológico mucho más destructivo que la DANA de este pasado fin de semana, que en dos días, entre el sábado y el domingo, dejó en nuestro término municipal 31 litros por metro cuadrado con precipitación más espaciada.