El periodista y escritor Antón Rodríguez Castro recogerá el premio Pilar Narvión dentro del curso de periodismo especializado de Alcañiz. El director de Artes y Letras de Heraldo es sin lugar a dudas una de las firmas más respetadas y queridas en el periodismo cultural español. Su trayectoria ya le granó el Premio Nacional de Periodismo Cultural en 2013; ha escrito una treintena de libros, dirigido revistas, una editorial, participado en conferencias, jornadas y tejido una amplia red de difusión cultural.
El jurado del premio ha destacado especialmente la capacidad de Antón Castro de ejercer su labor periodística desde Aragón, siendo capaz de proyectar la comunicación cultural al exterior. Asimismo se ha destacado su compromiso con el medio rural, especialmente con la provincia de Teruel y el Bajo Aragón. Antón Castro ha residido en Cantavieja, La Iglesuela del Cid, Urrea de Gaén y Camarena de La Sierra. Conoce muy bien la realidad de la España despoblada y ha trabajado con ella y para ella desde una perspectiva no paternalista, siempre tendiendo la mano a los pueblos que le han llamado. El curso de periodismo de Alcañiz pretende proyectar la capacidad del territorio turolense de impulsar iniciativas de impacto nacional comprometidas y de calidad, atrayendo a periodistas nacionales y locales para compartir su experiencia desde la capital bajoaragonesa. El galardón se ha entregado en ediciones anteriores a periodistas como Paloma del Río (RTVE) o Javier Ruiz (Cadena SER).
El premio Pilar Narvión, que pretende visibilizar la figura de esta periodista aragonesa pionera en el periodismo político nacional, será una escultura elaborada por el artista alcañizano Rubén Vidal. Este galardón siempre emplea el alabastro del Bajo Aragón y cada edición es elaborado por un escultor diferente. Vidal destaca por su obra pictórica, pero también se ha dedicado a la escultura y ha estudiado el manejo del alabastro. Está elaborando la pieza desde Berlín, donde reside. Continúa muy vinculado al Bajo Aragón y viaja a con frecuencia a Alcañiz, donde creció junto a sus hermanos y su padre, el periodista Darío Vidal.
Antón Castro (Arteixo, A Coruña, 1959) es conocido por su constante inquietud para contar historias casi a diario, lo que le lleva a servirse de todos los soportes a su alcance ya sea prensa, televisión o sus propias redes. Su dilatada trayectoria le ha llevado a ser considerado el cronista del panorama cultural aragonés y por eso ha recibido numerosos galardones y el respeto del público. El nombre de Castro está ligado a la escena cultural aragonesa desde que a finales de los años 70 se asentó en Zaragoza. Desde 2001 dirige el suplemento Artes y Letras de Heraldo de Aragón. Anteriormente, durante siete años dirigió la editorial Olifante y fue coordinador de los suplementos «Imán» en El Día de Aragón, y «Rayuela» y «La Cultura» en El Periódico de Aragón, en los que fue responsable de su sección de cultura. En AragónTV presentó y dirigió varios programas, entre ellos, «Borradores »dedicado a entrevistas y reportajes de actualidad cultural; y «Sin cobertura», una mirada al medio rural desde los pueblos con entrevistas a personas conocidas nacidas en municipios aragoneses.
Su trabajo y colaboración en diferentes medios de comunicación la complementa en internet y se asoma con asiduidad a la ventana digital que abrió hace más de una década al crear su blog personal. Allí sigue escribiendo sobre temas culturales de actualidad y realiza entrevistas a personalidades que se cruza nen su camino. Lo mismo que en sus redes sociales, por las que pasan personajes de todas las disciplinas y donde también publica sus fotografías. Esta es otra de sus pasiones y cada captura tiene una historia que él se encarga de contar y poner en contexto.
Además de su trayectoria periodística, su carrera literaria es extensa con más de una treintena de publicaciones de géneros diversos. Es autor de poesía, ensayos, teatro y narrativa. Ha publicado en gallego y en castellano y también ha traducido a autores como José Saramago o Manuel Rivas, entre otros. Entre los títulos que ha publicado destacan «Los pasajeros del estío» (1990), «El testamento de amor de Patricio Julve» (1995), «Los seres imposibles» (1998), «Golpes de mar» (2006), «Fotografías veladas» (2008), «Vivir del aire» (2010) o el libro de poemas «El cazador de ángeles» (2021). «El álbum del solitario» (1999) fue su primera novela en la que cine tiene un peso específico en el relato. En su libro de periodismo cultural «Veneno en la boca» (1994) recoge un compendio de entrevistas con representantes del mundo cultural aragonés; lo mismo que en «Vidas de cine» (2004) enfocado al séptimo arte. En su carrera también abundan los catálogos de arte e incluso algunos libros infantiles y numerosas colaboraciones.
En 2020, recibió el Premio José Antonio Labordeta y este año, el Premio Aeditar que entrega el Gremio de Editores de Aragón.
Su relación con Aragón quedó sellada en cuanto puso un pie dentro de sus fronteras. Reside en Zaragoza desde 1978 pero conoce bien el medio rural aragonés porque antes de instalarse en la capital aragonesa vivió en varias poblaciones. Cariñena, a la que más tarde dedicó un libro, es una de ellas y allí trabajó en la vendimia en su primera toma de contacto con el territorio.
Su trayectoria vital está ligada al Bajo Aragón y más concretamente a localidades como Urrea de Gaén, además de La Iglesuela del Cid y Cantavieja. Tierras estas últimas del Maestrazgo que ya encandilaron al mismísimo Pío Baroja que las homenajea en su obra. En el Bajo Aragón comenzó Castro a formar su gran familia, tanto la de sangre como la de alma porque la red de amistades que comenzó a tejer hace ya más de cuatro décadas continúa en expansión permanente. En Alcañiz fue amigo del pintor Enrique Trullenque, y también estuvo en contacto con la propia Pilar Narvión, sobre la que ha escrito en varias ocasiones.
Es frecuente encontrar en sus libros referencias a amistades y personas especiales para él por diferentes motivos. No son los únicos, pero a amigos como Félix Romeo o Ángel Guinda, ambos fallecidos y referentes culturales, son dos a los que les dedica unas líneas siempre que lo siente.
Antón Castro pronto se convirtió en un aragonés más y la fascinación y respeto que siente por esta tierra la demuestra en su modo de vivir, de sentir y de crear.
Antón Castro participará en el curso de periodismo de Alcañiz el sábado 3 de septiembre a las 17.00 a través de la ponencia «Cuando comunicar se lleva en la sangre» junto a Daniel Gascón (escritor, guionista, columnista y editor de «Letras Libres») y Aloma Rodríguez (escritora y periodista cultural, colaboradora de varios medios nacionales como Radio 3) Daniel y Aloma son conocidos periodistas culturales a nivel nacional, además de dos de los cinco hijos de Antón Castro. Por primera vez se sentarán los tres en una mesa de diálogo en público para hablar sobre comunicación y sobre cómo han vivido desde la infancia las letras, la cultura y el periodismo.
Pilar Narvión, la primera mujer directiva de prensa en España
Esta será la tercera edición del premio Pilar Narvión, que nació en 2020 para visibilizar la figura de la periodista alcañizana, pionera en el periodismo parlamentario de nuestro país durante la transición. El galardón está impulsado por el Grupo de Comunicación La COMARCA en colaboración con el ayuntamiento de Alcañiz y cuenta con el apoyo del Colegio de Periodistas de Aragón, que forman parte del jurado.
El premio se otorga en el marco del curso de periodismo que impulsa la Universidad de Verano de Teruel y que este año llega a su cuarta edición con el patrocinio de Caja Rural de Teruel, Diputación de Teruel, Comarca del Bajo Aragón, y Ayuntamiento de Alcañiz. 40 periodistas de reconocida trayectoria a nivel nacional se citarán entre el 1 y el 3 de septiembre en Alcañiz en el curso «Cultura eres tú, un periodismo de cine».
Pilar Narvión (Alcañiz, 1922-Madrid, 2013) fue una de las primeras corresponsales internacionales de España en los años 50. Narró los principales acontecimientos de la segunda mitad del siglo XX, siendo muy valorada por su capacidad de análisis y destreza en un tiempo en el que no era común ver a mujeres periodistas en secciones que fueran las de sociedad. Narvión fue la primera mujer que en la redacción del diario ‘Pueblo’ (1950) y fue corresponsal en Italia y París. Fue nombrada subdirectora de «Pueblo» dos meses antes de que ETA asesinara a Carrero Blanco y directora adjunta en los ochenta. Durante sus cuarenta años de trayectoria se convirtió en una de las mujeres de mayor influencia del país, siendo pionera como cronista parlamentaria en la Transición, pudiendo narrar la entrada en la democracia con audacia y brillantez debido a lo que ella misma había podido experimentar durante sus años de corresponsal en Europa. Asimismo, fue una activa defensora de la igualdad de la mujer y la reivindicación de la necesidad de que alcanzase libertad e independencia durante el Franquismo.