‘Spiritus Classicus’ puede disfrutarse hasta el 3 de marzo en Barbastro antes de su llegada a Alcañiz
Cualquier motivo basta para poner rumbo al Somontano. Pero por si fueran pocos, Barbastro, una de las cunas del vino aragonés y una de las puertas al Pirineo oscense, suma una propuesta artística. Una oportunidad de las que desgraciadamente, no proliferan.
Desde hace semanas, decenas de cuerpos modelados por las manos de Jorge Egea Izquierdo han tomado la sala de exposiciones de la UNED y allí podrán verse hasta el 3 de marzo. No obstante, el inicio de la recta final llega con la feliz noticia de que Alcañiz será su próxima parada. Durante un mes a partir del 23 de marzo, Egea expondrá en casa, un deseo que siempre ha expresado.
Mientras, sus creaciones aguantan de pie, sentadas y otras tumbadas en territorio oscense a donde llegaron a través del galerista Ángel Samblancat. Unas son de bronce, otras de barro cocido y otras, mármol de Carrara. Además de los materiales, conviven distintas técnicas.
Las obras del alcañizano, que en cuanto se decidió por Bellas Artes fijó su producción en el Arte Clásico, tienen mucha fuerza y es lo que el visitante percibe. Los de Barbastro, pero también los de Japón, Nápoles, Estados Unidos u Holanda, lugares en los que ya ha expuesto entre otros muchos.
Las dos figuras de mármol están hechas en Italia esculpidas a los pies de la montaña en talla directa. Esto es, improvisando a partir de un bloque. «Hay que tener una dimensión del espacio y tener muy claro qué pieza está dentro de la piedra y, como decía Miguel Ángel, sacar lo que sobra», añadió. Esta técnica es un riesgo pero «muy emocionante».
El contenido apabulla e impresiona en su magnitud, belleza y significado. «He sido consciente de que hay un cierto tono antológico en la exposición cuando he visto que hay 24 años de trabajo metidos en la sala. Se puede ver el 90% de mi producción», explicó el autor. El alcañizano no concibe su vida sin la escultura y por eso decidió estudiar Bellas Artes decantándose además, por la figurativa.
Egea cree firmemente en el papel de la escultura en el espacio público. Por ello, antes de entrar a la sala, siete figuras en bronce dan la bienvenida en el jardín. «Creo que es básico que la escultura esté en un lugar accesible. Da significado al espacio y es un punto de atracción que explica el pasado, el presente o el futuro».
Egea, que reside en Barcelona donde tiene su estudio, lanzó estás reflexiones en la inauguración que tuvo muchos tintes bajoaragoneses. Además de familia y amigos desplazados desde Alcañiz, le acompañaron otros colegas como el maellano Joaquín Hernández, quien además es vecino de estudio en la Ciudad Condal.
No deja nada a la improvisación y la imagen está cuidada también en 3D gracias a las fotografías de Ayo Cabrera incluidas en la sala, para lo que se reparten gafas a la entrada, y en el catálogo, que también incluye gafas. «Muestra tres rincones de mi estudio y casi se pueden tocar las obras. Me pareció una idea magnífica cuando me lo propuso Ayo», concluye sonriente y satisfecho por la bonita sorpresa tridimensional que se lleva el público.
¡Gracias Beatriz Severino y «La Comarca» por tener a Somontano como destino de viajes y experiencias fantásticas. Ahora los lazos se refuerzan con la exposición de este artista. Si con éste o cualquier otro motivo volvéis por aquí, no dudéis en pasar a vernos a la Denominación de Origen Somontano, punto de partida ideal y centro neurálgico del turismo y la cultura del vino en nuestra tierra 🙂