Calanda comenzó sus Fiestas del Pilar este viernes por todo lo alto. Los calandinos llenaron la plaza a mediodía para asistir al chupinazo, salida de gigantes y cabezudos y desfile de carrozas, donde varias peñas dieron lo mejor de sí con sus elaboraciones. Destacó por su magnitud y su temática la de un grupo de amigos que intentó concienciar contra el cambio climático con un olivo (real, del huerto) del que brotaban plásticos y todo tipo de desechos. «Quiero una cita caliente, no un planeta caliente» fue uno de los lemas que repitieron a la par que repartían mascarillas para que todo el mundo se protegiese de las emisiones planetarias.
Otra carroza que llamó la atención fue la churrería Pirita, que ofreció todo tipo de productos alimenticios a quien lo deseó. No faltaron clásicos como Village People y su YMCA o Toy Story, dinosaurio hinchable y perro Slinky incluidos. Además, un grupo de amigas hizo su particular rally por el centro del pueblo y otra peña no dudó en afirmar que «España es un cuadro» con un estrado-photocall para buscar presidente del Gobierno antes del 10-N.
Los peñistas dieron una larga vuelta por todo el pueblo, de más de una hora de duración, para regresar a la plaza y terminar así el desfile. Como manda la tradición, el acto concluyó con una sonora traca prendida por la reina de fiestas de la que brotaron confeti y multitud de regalos para los más pequeños.
Durante la tarde los mayores disfrutaron con el festival de jota a cargo del Cachirulo de Calanda, mientras que los jóvenes (aquellos que tuvieron fuerzas) asistieron al concurso de «sangría al presco». Asimismo, se celebró la ofrenda de frutos y Sabor a rumba ofreció un concierto en la plaza de España.