El grave incendio que ha asolado a la localidad de Nonaspe desde el pasado jueves ha sido, por fin, controlado a las 7.10 de este martes, según ha notificado el Gobierno de Aragón. Fuentes del Ejecutivo cifran en 2.000 las hectáreas afectadas a falta de precisar el dato exacto, ya que hay superficie que no se ha quemado por la propia orografía del terreno. No obstante, Copernicus EMS, el sistema de observación terrestre de alta calidad de la Unión Europea eleva las cifras hasta las 2.142 hectáreas.
Este martes a las 18.00 se ha celebrado una comisión de alcaldes de la comarca del Bajo Aragón-Caspe para consensuar una declaración conjunta junto a Mequinenza. Al encuentro también ha sido invitado el presidente de la Comarca del Bajo Cinca y el objetivo es iniciar los trámites necesarios para solicitar formalmente la declaración de zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil por los daños causados por el incendio. La solicitud se hará en base a la Ley 17/2015, de 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil que en su quinto capítulo sitúa la declaración orientada al «restablecimiento de la normalidad en la zona siniestrada».
La mitad de las hectáreas son cultivos, por lo que el fuego ha provocado una gran afección en una localidad que vive mayoritariamente del sector primario. Ha destrozado numerosas explotaciones agrícolas, muchas de ellas de jóvenes que apostaron por quedarse en Nonaspe aprovechando los nuevos regadíos. Muchos de los campos arrasados por las llamas son frutales, almendros y olivos que tienen entre cuatro o diez años o incluso tan solo un par de años. No se han producido daños en granjas y solo ha quedado destrozado un masico aislado que empleaba como vivienda una familia inglesa. «Estamos muy afectados, el incendio ha hecho mucho daño a las explotaciones agrícolas y también a los sistemas de riego», apunta el alcalde de Nonaspe, Joaquín Llop.
Causa del incendio
Aunque todavía se sigue investigando, los primeros indicios apuntan al factor humano como posible causa del incendio ya que se originó en una finca sin cultivos en la que una persona estaba realizando tareas. De hecho, este vecino de Nonaspe tuvo que ser atendido en el Centro de Salud de Maella por las heridas sufridas en las manos cuando intentaba apagar las primeras llamas.
Los principales factores contra los que luchó el incendio de Nonaspe y que causaron varias reproducciones en los flancos-principalmente el derecho- fueron las altas temperaturas de hasta 40 grados y sobre todo rachas de viento de 50 a 60 kilómetros por hora y una humedad relativa del 18 o 20%. El terreno, con pendiente y muy seco, tampoco facilitó las labores.
El grave incendio requirió la actuación de numerosos profesionales que realizaron un gran esfuerzo con un operativo de más de 200 efectivos: medios aéreos, cuadrillas helitransportadas, cuadrillas terrestres, autobombas, las BRIF, la UME bulldozer, el Puesto de Mando Avanzado del 112 Aragón, un director de extinción de incendios, el GADEX , agentes de protección de la naturaleza y efectivos de bomberos de la DPZ El fuego no se pudo estabilizar hasta tres días después, el domingo por la tarde; y en la tarde de este lunes aún no se había controlado.