La futura residencia privada de Alcañiz que gestionará la Fundación Rey Ardid ha comenzado un paso previo necesario para su construcción con el derribo el edificio sobre el que se levantará, el del antiguo convento de las Dominicas. Estos trabajos comenzaron la semana pasada y continuarán en los próximos días. El lunes y martes obligan a cortar la calle Cantonetes de 8.00 a 18.00. De forma paralela los promotores están terminando de redactar el proyecto de obra, que se presentará próximamente en el Ayuntamiento para obtener la licencia de obra. Se prevé que los trabajos para levantar la residencia se inicien en enero.
El proyecto acumula numerosos retrasos ya que cuando se presentó, poco antes de iniciarse la pandemia, se aseguró que la obra comenzaría en el primer trimestre de este año e iba a ponerse en funcionamiento la residencia a lo largo de 2022. Finalmente no ha sido así por el covid y por un cambio en el proyecto. Se levantará encima del antiguo convento de las Dominicas y no en una zona sin edificar cercana al río como se anunció en un principio debido a que se iba a ubicar en una zona considerada por la CHE como inundable a 500 años. Según la normativa de la Confederación Hidrográfica del Ebro no se puede ubicar en este emplazamiento una residencia de ancianos.
En este tiempo también se ha producido un cambio en la financiación del proyecto, ya que Rey Ardid, uno de los cuatro inversores iniciales, se ha desligado del accionariado y ahora solo se encargará de la gestión de la residencia. Los inversores que aportarán los 9,5 millones de euros para la construcción son las tres empresas restantes, Adiante, ICR y Bonhomia Care.
El equipamiento tendrá una capacidad para 130 plazas y una previsión de generación de 70 puestos de trabajo. El plazo de ejecución del proyecto es de 18 meses aunque los inversores esperan recortarlo si no tienen problemas con la llegada del material.
Su financiación y gestión será totalmente privada, por lo que faltará por saberse cuántas plazas quedan conveniadas por DGA. Dispondrá de servicios como centro de día, comedor, lavandería y fisioterapeuta, entre otros. Se dividirá por módulos dependiendo de las necesidades de los mayores y estará especializada en la atención a las personas con deterioro cognitivo. «Tendremos una oferta asistencial que es muy necesaria no sólo en Alcañiz, sino en toda la comarca del Bajo Aragón», opina el alcalde de Alcañiz, Ignacio Urquizu.
Jorge dice
Me resulta una pena que derriben el convento, pues aunque no tuviera valor histórico o arquitectónico, era heredero de la estancia de las hermanas dominicas durante siglos en la ciudad.
No creo que hubiese costado mucho declararlo BIC, como sí se hizo con la iglesia del convento, reedificada hace siglo y medio tras la destrucción de la anterior por los franceses.