Muy sonriente mirando hacia el público que le aplaudía a rabiar y mostrando un cuadro con una de las estampas más icónicas de Mirambel. Esta es una de las muchas fotografías que han quedado para la posteridad de la visita de Ken Loach al pueblo en noviembre de 2019. Acudió para conmemorar el 25 aniversario del rodaje de «Tierra y Libertad» y se llevó un pedacito del pueblo. Este presente que le entregó el Ayuntamiento es el dibujo del Portal de las Monjas pintado sobre una madera vieja. «Me lo encargaron y pensé que emplear madera del pueblo le daba un valor extra, es como tener un trocito de Mirambel en tu casa y es algo único«, dice la autora. Es Eli Marín Gargallo (Mirambel, 1982), pintora, ilustradora y diseñadora gráfica. «Espero que a él le gustara, a mí me encantó pintarlo», sonríe.
Sea el destinatario Loach o no, todas sus obras llevan sus horas de investigación detrás tanto si son encargos o proyectos personales. «Le doy muchísimas vueltas, muchas… Pero una vez que sale la idea es un alivio y ya todo fluye», apunta. Para la apertura de un bar en el pueblo resolvió el encargo de montar una exposición llevando el concepto del establecimiento a la obra de arte. «Era un bar especializado en vinos y quería hacer algo especial. Usé la base de una copa para crear esos cercos que deja y que me dieron mucho juego para combinar y fusionar con rincones de pueblos de la zona. Salió una colección de cuadros abstractos y me lo pasé muy bien, la verdad», añade. Gustó tanto que le salieron más encargos sobre espacios y rincones para más establecimientos como una casa rural de Cantavieja que «pidió unos cuantos cuadros».
Sigue atendiendo peticiones que combina con sus creaciones personales en las que sigue indagando. De hecho, en la última ha sustituido el pincel por la paleta y ha dado como resultado un cuadro «muy expresivo» del que tratará de sacar una colección.
Toda esta investigación y bagaje se refleja en el camino que va tomando su estilo. Una muestra se puede ver en su web y en la plataforma Mujeres Artistas Rurales. «Comencé con ilustraciones más enfocadas a lo infantil, luego pasé por collages más sutiles y apareció el color, que me he dado cuenta de que es lo que me mueve«, dice entusiasta. Lo que le mueve artística y físicamente porque sus viajes tienen como destino lugares con color. «Viajo buscándolo, me encanta, me quedo horas mirando…», ríe.
Vive rodeada de un paisaje que recorre a diario para ir a Morella donde encontró empleo en Arc Estudi. Allí da salida a los estudios que empezó en Teruel en la Escuela de Artes antes de marchar a Barcelona a cursar Ilustración y más tarde, Diseño Gráfico en Castellón. «Toqué muchas técnicas, aprendí muchísimo y aparte iba haciendo mis cosas con la pintura. Todo te sirve y de todo te nutres«, reflexiona. Tras intentarlo por muchas vías sin suerte, su oportunidad laboral salió en Morella. «Me avisaron de que existía este estudio y probé. No me esperaba esto al lado de casa», sonríe. Entró para cubrir una baja y se quedó en un trabajo en el que cada encargo es diferente. «Hacemos desde el logotipo para un negocio pequeñito hasta la imagen de una gran empresa, es muy variado», apunta. En la vecina localidad castellonense desarrolla esta faceta profesional en diseño y cuando regresa a Mirambel y dispone de tiempo, se vuelca con la pintura, una disciplina para la que tiene planes.
Objetivo: montar su estudio de pintura
En casa creció viendo a su padre haciendo sus obras con piedra como los emblemáticos buzones. Ella y su hermana Chus Marín tomaron el camino artístico con el respaldo familiar con el que cuenta ahora también Eli para tratar de hacer realidad el proyecto de tener su propio estudio. Su idea es rehabilitar un pajar familiar en desuso ubicado junto a la carretera.
Habilitará su estudio taller y galería y para la planta superior prevé un par de apartamentos rurales. «Incluso podría hacer grabados porque la máquina ocupa espacio y ahora no tengo», dice. El proyecto ya está en marcha sobre el papel y, aunque insta a ir «poco a poco» sobre su desarrollo, no puede esconder su ilusión. «Creo que también será positivo para el pueblo, cuando se emprende algo en Mirambel es bueno para todos», concluye.
‘Ardilla roja’. / Eli Marín ‘Corazón punk rock’. / Eli Marín «Abstracción con copa violeta» para el bar de vinos. / Eli Marín El Portal de las Monjas sobre madera para Ken Loach. / Eli Marín ‘Expresiones a través del color’. / Eli Marín ‘El Torico’. / Eli Marín Eli Marín Gargallo, en Mirambel rodeada de una parte de su obra pictórica en la que el color está muy presente. / Archivo personal