Tres años han pasado desde la última Semana Santa y, por lo tanto desde la última vez que Las Palometas alzaron el vuelo cortando el viento desde la plaza de España. Ese día no hacía sol como sí sucedió este Domingo de Resurrección, pero la procesión salió y cerró así los días claves de Alcañiz. El año pasado, esta procesión fue sustituida por una misa y un acto simbólico en la iglesia. Las Palometas han vuelto y a lo grande con una plaza entusiasmada y radiante.
Uno de los puntales de esta procesión es la Cofradía del Carmen, al frente de la que se estrena como presidenta María Borruey tomando el relevo de Paz Benavente. Además de los planes de la propia hermandad, confían en que se vayan adelantando las obras de restauración en la iglesia del Carmen y que un día puedan realizar en ella sus celebraciones, tanto la cofradía como toda la población.
¿Cuál es la valoración del regreso de la procesión de Las Palometas a las calles? ¿Qué sienten en la cofradía?
Estamos orgullosísimos de cómo ha ido todo, emocionados… No tengo palabras para expresar cómo estamos porque ver esa plaza repleta de gente, ver cómo abre la granada y salen las palomas es una emoción muy grande después de tanto tiempo esperando. Se ha hecho muy largo y estamos todos muy contentos.
¿Cómo han sido estos dos años en los que han continuado trabajando?
Hemos seguido haciendo cosas para intentar ir celebrando algo y por nuestra parte aún hemos hecho alguna pequeña conmemoración. El día de Las Palometas el año pasado hicimos en la iglesia una pequeña alusión en la misa pero lo que teníamos eran ganas de salir a la calle y de disfrutar con todos los alcañizanos de este gran día de Resurrección.
Además, llegan con novedades y han estrenado faroles y cetros.
(Sonríe) ¡Sí! Los tres faroles del final hemos estrenado y los cetros que han llevado tres cetrilleros. La gente me ha dicho que ha salido muy bien y también que se había visto muy bien, algo que queríamos conseguir. Queríamos que el centro de la plaza lo pudiera disfrutar todo el mundo, así que estamos encantados.
Después de esta procesión donde el clima y el público han acompañado toca disfrutar pero seguro que hay planes. ¿Qué objetivos hay?
Siempre tenemos cosas pensadas para mantener la tradición pero dándole un poquito más de vida a la procesión.
En cuanto a participación interna, ¿hay novedad? Desde luego, en cuanto a niños está asegurada.
Tenemos los dos estandartes llenos de cintas que llevan los niños, tanto el más antiguo que llevan los más mayores como el más nuevo, que lo llevan los más pequeños. A la gente le encanta esta procesión y todo el mundo es muy receptivo, todo el mundo quiere salir y participar. Teníamos filas de gente que nos ha acompañado desde la calle Espejo y luego hasta la puerta de la iglesia del Carmen. Hemos entrado, hemos cantado el himno a la Virgen y ha estado muy bien, es una procesión que gusta mucho y la recepción ha sido espectacular.
¿Con qué momento se queda a nivel personal?
Con la emoción de antes de salir y ver la plaza y, sobre todo, cuando se abre la granada y salen las palomas porque es impresionante. Lo hemos podido disfrutar todos, así que, ese es un momento muy especial.
Cierto es que hasta que las personas de la procesión no salen de la calle Espejo no ven el aspecto real de la plaza.
(Ríe) ¡Claro! Y cuando giras la esquina y ves a tanta gente esperando en esa plaza lo que sientes es una emoción muy grande.
Ha terminado la jornada en la iglesia del Carmen, el sitio de la cofradía pero al que le quedan muchas obras por delante. ¿Cómo viven esta espera?
Queda mucho por hacer y, como dices, es nuestro sitio y es una lástima que no podamos disfrutarlo como deberíamos. Tenemos que guardan a la virgen en la iglesia mayor y la misa como la de este Domingo la tenemos que hacer en San Francisco. Estamos deseosos de que la restauración de esta iglesia vaya para adelante y ya no solo nosotros como cofradía, todo el mundo en Alcañiz tiene ganas de ver de nuevo la iglesia del Carmen abierta y de poder disfrutarla en Semana Santa y el resto del año.