El aceite de La Calandina fue reconocido con el tercer premio del Consejo Regulador
El nombre de Calanda está asociado a la agroalimentación y a la calidad en melocotón, por supuesto, pero también en aceite. De La Calandina sociedad cooperativa salen litros y litros cada año con una calidad incuestionable. La cartera de clientes lo certifica y los reconocimientos lo avalan. El último llegó con la primavera cuando el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Aceite del Bajo Aragón otorgó el tercer premio al producto presentado por La Calandina. En la tienda de la cooperativa y también online se pueden adquirir las botellas puestas en el mercado en edición limitada con la etiqueta «Tercer mejor aceite del Bajo Aragón».
Raúl Caldú, un joven calandino de 33 años, es el maestro de almazara que ha seguido muy de cerca el proceso de elaboración de este y de todos los aceites. El aceite premiado en concreto contiene dos variedades de aceitunas: un 80% de empeltre y el resto de arbequina. Caldú menciona varias veces las palabras mimo y contacto para relatar un proceso en el que «nada es casual». Tanto las aceitunas como los árboles de los que proceden se cuidan con un cariño llevado al límite, estando en contacto el árbol, la finca hasta determinar el momento idóneo para recolectar el fruto. «Llegado ese momento es tenerlo todo preparado para que la aceituna esté el menor tiempo posible almacenada», explica. Una vez entra en la almazara no se relaja ese contacto que el productor ha tenido con la aceituna en la finca. Durante el proceso se vigilan temperaturas, velocidades de batido, tiempos… Todo. «Nos aseguramos así de conseguir extraer esa calidad tan alta y poder competir», añade con una sonrisa. Caldú regresó recientemente de Almagro (Ciudad Real) donde ha realizado un curso con otros maestros de almazara. «La empresa nos envía a varios durante el año porque nos viene muy bien para hablar entre nosotros, ver otras maneras de trabajar y producir y se aprende mucho», dice. De hecho, esta semana ha participado en otro en Belchite.
El premio de la D.O. que recibieron en marzo como uno de los mejores aceites, ha sentado muy bien en La Calandina, como es lógico. En el seno de la cooperativa lo reciben como una alegría por el producto y por el personal. «Alegra porque ves que las cosas se están haciendo bien, tanto por parte de los agricultores como de los trabajadores de la cooperativa, por mimar el producto y hacerlo cada vez mejor», comenta el gerente, Antonio Cerdán. Valora que llegue desde el Consejo Regulador de la D.O. Aceite del Bajo Aragón, un sello al que estar inscrita, supone a La Calandina, una seguridad. «Tanto para nosotros como para los consumidores porque indica que cumples unos controles y que además, el producto debe tener una alta calidad», añade.
La Calandina llega principalmente a los hogares aragoneses a través de varias cadenas de supermercados. No obstante, a través de la tienda online, las fronteras desaparecen y de vez en cuando salen botellas a Japón, un país donde el precio del aceite se multiplica por siete respecto a España por lo que no es algo de consumo diario. Se trata de un cliente con el que llevan trabajando unos cuantos años. «Allí es muy común llevar un presente a las cenas o comidas que te invitan y en este caso es una aceitera de aquí», sonríe consciente de la curiosidad que suscita este caso.
Un motor económico familiar en Calanda y alrededores
La Calandina es una sociedad cooperativa con 176 socios repartidos en alrededor medio centenar de familias. Su origen es consecuencia de la unión, en 1974, de 53 agricultores calandinos que quisieron comercializar su aceite de oliva virgen extra y el melocotón. Se constituyó como cooperativa en 1990 y en la actualidad es uno de los motores económicos de Calanda y alrededores. El maestro de almazara, sin ir más lejos, encontró en La Calandina su lugar de trabajo siguiendo además los pasos de su padre que durante años se ha dedicado a moler y le ha confiado todos los secretos del aceite. «Tocamos aceite pero también melocotón, almendra y cereal y eso te da amplitud de trabajo. Siempre me ha gustado este mundo y aquí hay una forma de trabajar con la que estoy muy a gusto», concluye Caldú.
ALGUNOS GALARDONES RECIENTES
2012: prestigio de Oro, Concurso Internacional de Israel Terra Olivo
2013: 2º Premio «Mejor Aceite del Bajo Aragón»
2014: Gran Prestigio de Oro, Concurso Internacional de Israel Terra Olivo
2014: Premio «Mejor Almazara de Aragón» otorgado por la Academia Aragonesa de Gastronomía.
2015: 1er Premio «Mejor Aceite del Bajo Aragón»
2016: Gran Prestigio de Oro, Concurso Internacional de Israel Terra Olivo
2017: Prestigio de Oro, Concurso Internacional de Israel Terra Olivo
2018: Prestigio de Oro, Concurso Internacional de Israel Terra Olivo
2019: 3er Premio «Mejor Aceite del Bajo Aragón»