La Formación Profesional ha regresado esta semana a las aulas con un aumento de matrículas por su buena inserción laboral, implantación en el territorio e innovación y adaptación a las necesidades del sector productivo aragonés aunque sigue necesitando importantes mejoras en transporte y prestaciones. La conexión entre localidades sigue siendo deficitaria para estudiar en Caspe desde Alcañiz y el CPIFP de la capital bajoaragonesa ha aliviado su saturación con la apertura de la primera fase un nuevo aulario aunque es necesario que se construya la segunda y última.
A falta de completar las últimas matrículas, Aragón tiene este curso un 14% más de estudiantes de Formación Profesional que hace un año y la previsión es que se superen los 28.000 alumnos, una cifra récord. Un buen ejemplo es el CPIFP Bajo Aragón de Alcañiz, que recibió el miércoles a 447 estudiantes en modalidad presencial, 50 más que en el curso 2022-2023, lo que supone un 12,6% más. En la online suele alcanzar el centenar de estudiantes. El único problema se encuentra en un curso de especialización de mantenimiento de vehículos híbridos y eléctricos que solo cuenta con dos inscritos y que necesitaría alcanzar los cinco mínimos para que se desarrolle. Esta formación, conocida como el «máster de la FP», dura un año y aún tiene matrículas abiertas durante todo el mes.
Lo hizo estrenando nuevas instalaciones, el reivindicado nuevo aulario de FP que ayudará a aliviar la saturación del edificio Botánico Loscos, compartido por FP y Secundaria; pero al que aún le falta la mitad de sus instalaciones para estar completo. DGA decidió que el edificio se construyera en dos fases y no a la vez. La primera se acaba de abrir gracias a una importante inversión de 2,7 millones del FITE y de la segunda no se han confirmado los plazos para su construcción. Por el momento, al nuevo edificio aún le falta parte del mobiliario. Los alumnos han comenzado con las mesas y sillas viejas porque las nuevas llegaron el mismo miércoles y aún falta mucho más equipamiento.
Ya se ha trasladado toda la familia profesional de Administración y Gestión de Empresas, con dos ciclos; pero la familia de Electricidad y Electrónica ha quedado separada, lo que dificulta la coordinación y gestión. El ciclo de grado medio ha estrenado las nuevas instalaciones pero está proyectado que el superior se instale en la segunda fase, por lo que se ha quedado en el Loscos al igual que departamentos del profesorado.
El nuevo edificio cuenta con seis clases convencionales y dos aulas-taller entre la planta baja y el primer piso. A ello se le suman un salón polivalente con acceso desde el exterior, secretaría, despachos de dirección, una sala para el departamento de Electricidad y otra para almacenaje de material que aún no se han podido trasladar por falta de mobiliario.
En la segunda fase se acometerán los trabajos en las áreas destinadas a acoger a los estudiantes del grado superior de Sistemas Electrónicos y Automatizados y el departamento de profesores con sus zonas de servicio. «Estamos muy contentos de disponer de un espacio nuevo más amplio y con instalaciones acordes a la tipología de las familias que se han trasladado», explica el director del CPIFP, Diego López.
Las aulas que el CPIFP ha liberado en el Botánico Loscos sirven para aliviar la saturación del IES Bajo Aragón, que este curso ya no tendrá a alumnos en barracones por falta de espacio. «El nuevo aulario supone un desahogo en la gestión de aulas porque hemos estado sacando espacios de donde no había. La oferta formativa no ha crecido mucho en estos años pero sí hemos tenido que ganar clases porque se han trasladado ciclos de la tarde a la mañana con una buena respuesta por parte de las matrículas», destaca el director.
Cabe destacar que la recurrente falta de transporte entre algunas poblaciones es un problema que desanima a muchas familias a la hora de optar por la FP. La ruta de transporte escolar que debería llevar a los estudiantes alcañizanos al IES Mar de Aragón de Caspe sigue sin ser una realidad pese a que ya han comenzado las clases. Tampoco se ha solucionado el problema para los 30 alumnos de Aguaviva, Foz Calanda y Las Parras que estudian en el IES de Calanda. La comunidad educativa ya lleva una semana con concentraciones diarias en las puertas del centro e incluso el martes paralizaron 20 minutos la salida de otras líneas en señal de protesta. La dirección provincial de Educación pidió presupuesto a varias empresas. Una de ellas ha presentado una propuesta «desmesurada» que están estudiando y con otra, a la que DGA le adeuda 80.000 euros del pasado curso, se han reanudado las conversaciones.
Este curso son 17 los alumnos de Alcañiz que se están viendo afectados por la falta de bus para estudiar FP en Caspe. Desde el miércoles acuden al centro caspolino en los transportes privados de sus familias. Hace una semana que el director general de Personal de la DGA anunció que la Dirección Provincial de Teruel se encargaría de esta ruta pero ni los alumnos ni el propio centro caspolino siguen sin tener noticias. Esta situación también repercute en las matrículas. Preocupa el grado medio de Agropecuaria, una formación única en 100 kilómetros a la redonda muy necesaria para profesionalizar el sector primario en el territorio. En el segundo curso de continúan los 8 alumnos que ya se matricularon el año pasado. Sin embargo, en el primer curso de la formación media prevén 5 matrículas una vez finalice el plazo extraordinario, una cifra baja pero con la que se garantizan las clases.