El Tanatorio de la Villa Minera se ha quedado pequeño este viernes en el responso por Ismael, al que han acudido muchos jóvenes
La Villa Minera ha dado este viernes un masivo último adiós a Ismael, el tercer menor víctima de la violencia machista en España en lo que llevamos de año y el número 30 desde 2013, cuando comenzaron a incluirse estos casos en las estadísticas. El joven de 15 años fue asesinado con ensañamiento el miércoles por su propio padre, Mustafá, con un hacha de cocina y un cuchillo cuando intercedió para defender a su madre, Gema, de una agresión.
Un hecho que ha conmocionado a la sociedad andorrana, que tanto el día de los hechos-el miércoles- como el jueves salió a la calle en concentraciones populares para mostrar su repulsa por un nuevo caso de violencia machista que deja a un joven de tan solo 15 años fallecido y a su madre herida muy grave en la UCI de Traumatología del Miguel Servet de Zaragoza. Mustafá Banana, padre del chico y marido de la herida, se intentó suicidar tirándose de un cuarto piso y falleció a las pocas horas en el Hospital de Alcañiz.
Si en estos dos días los andorranos salieron a la calle, este viernes han arropado a la familia en el responso por Ismael. Un funeral en el Tanatorio contiguo al Cementerio de Andorra, donde después ha sido enterrado. El Tanatorio se ha quedado pequeño y antes de las cuatro de la tarde, hora en que ha comenzado el responso, ya había muchos vecinos en los exteriores bajo el sofocante calor. Ha sido destacable la presencia de jóvenes, muchos acompañados de sus padres pero sobre todo en cuadrillas abrazándose unos a otros.
Cuándo se les pregunta por Ismael todos coinciden en la misma descripción. Era un chico «muy bueno y cariñoso» que «siempre estaba alegre». «Era muy noble y cuando lo necesitabas siempre estaba ahí para apoyarte y ayudarte», destacaba ayer uno de sus amigos de la cuadrilla, quien recordaba que estaba muy unido a sus abuelos maternos, con los que pasaba mucho tiempo. Otro incidió en que le encantaba el campo y los animales, especialmente los perros. De hecho, tenía un can y también varios pájaros en casa. Desde el miércoles se activó el protocolo y los chicos, al igual que la familia, tienen un equipo de atención psicológica pendiente de ellos.
Andorra y la comarca, que guardan hasta el domingo al mediodía tres días de luto oficial, están ahora muy pendientes de la evolución médica de Gema, que continúa estable dentro de la gravedad en la UCI. Según confirman fuentes conocedoras del caso tanto la discusión que desencadenó la tragedia como otra que tuvieron el día anterior no fueron hechos aislados. En los últimos tiempos se habían producido más broncas entre el matrimonio y de, hecho, Gema había verbalizado a sus allegados la intención de separarse. No constaban denuncias previas ni el asesino tenía antecedentes policiales.
El día antes del asesinato y la agresión, el martes, la pareja tuvo una fuerte discusión por la que madre y el hijo se marcharon al domicilio de los padres de ella, a la que no era la primera vez que se refugiaban. Mustafá fue ese mismo día a la casa para pedir a Gema que regresara al piso familiar pero ella no quiso ni abrirle la puerta. Esa misma noche siguió insistiendo hasta bien entrada la madrugada tocando el timbre sin encontrar respuesta. El día siguiente, el miércoles, el de los hechos, hablaron por teléfono y con un tono «suave» la convenció para que volviera. También intermedió uno de los hermanos de Mustafá. Gema y su hijo volvieron a su casa por la mañana y de nuevo en el domicilio familiar se produjo una pelea previa al asesinato, que tuvo lugar pasadas las cuatro y media de la tarde.