El libro descubre multitud de curiosidades y viaja a los orígenes de las principales vías de la ciudad
¿Se ha preguntado alguna vez por qué la calle en la que vive se llama así, de dónde viene ese nombre? Pues tanto si se lo ha planteado como si no ahora un libro le da la respuesta. El alcañizano José Gil ha publicado «Alcañiz. Sus calles, plazas, avenidas, paseos y caminos», una obra en la que recorre el pasado de la capital bajoaragonesa a través de su callejero. El libro dedica una página a cada calle de la ciudad y se adentra en la historia para explicar el origen de su nombre. Está acompañado de gran cantidad de fotos antiguas que permiten al lector transportarse muchos años atrás y conocer cómo ha cambiado Alcañiz con el paso del tiempo.
«Lo primero que tiene que buscar cualquiera que compre el libro es su calle para ver a quién está dedicada y por qué lleva ese nombre, aunque muchos ya lo conocerán», explica José Gil, que ya había escrito sobre deportes pero debuta en la temática centrada puramente en Alcañiz. Gil ha necesitado más de un año de trabajo para recopilar toda la información histórica y poder culminar su obra, para la que ha recibido ayuda de Tere Thomson. «Ha sido un encanto descubrir Alcañiz a través de sus calles, que reflejan la historia de nuestro pueblo», comenta un satisfecho José Gil, que presentó el libro en el auditorio del Palacio Ardid.
Cabe destacar que la portada es una ilustración antigua de los Almudines, uno de los puntos más emblemáticos del casco histórico alcañizano. «La he elegido porque es el barrio donde yo nací», confiesa el autor, que sobre la zona subraya que «tiene una estructura de calles horizontales y verticales maravillosa».
El origen de todo
La idea para crear este libro nació en un acto en Zaragoza al que José asistió cuando era concejal del Ayuntamiento de Alcañiz. Concretamente, fue oyente de una tesis universitaria sobre Concepción Gimeno Gil que le hizo reflexionar. «Me quedé alucinado. Cuando descubres que hay una alcañizana potentísima pionera del feminismo vuelves a casa y te preguntas «¿cuánta gente hay desconocida en nuestro pueblo?» Y automáticamente piensas en que si tienen una calle dedicada será por algo», explica el autor.
A ese pensamiento se sumó un folleto gallego en el que se explicaba la historia del personaje que daba nombre a cada una de las calles. Esa fue la conexión definitiva. «Aquello me dio luz y pensé que se podría hacer con Alcañiz, aunque luego descubres que hay casi 230 calles y dices ¡madre mía, en lo que me he metido!», bromea José Gil.
Algunas curiosidades
Si por algo destaca esta recopilación es por sacar a relucir cuestiones poco conocidas que a buen seguro resultarán muy curiosas para todos aquellos que las descubran. Un ejemplo es el origen de la actual calle Pruneda, que antaño se llamó Prunera porque allí crecía una pruna, un ciruelo. «En función de lo que había le ponían el nombre a las calles», explica José Gil, que en su libro cuenta otras muchas anécdotas. Sin ir más lejos, la actual calle Blasco se llamó calle Juego de la Pelota por el simple hecho de que la muralla pasaba por ahí y los niños aprovechaban para jugar con el balón. También llama la atención el pasado de la calle el Trinquete o del callizo Amposta, pero dejo que lo descubran ustedes mismos para no destriparles todo el libro.