El periodista científico José Pichel trabaja en DiCYT, la Agencia Iberoamericana para la Difusión de la Ciencia y la Tecnología, desde hace 16 años. También colabora en El Confidencial, en la sección Teknautas. Pichel visitará Alcañiz en el V Curso de Periodismo Especializado para analizar en qué circunstancias «la ciencia se cuela en las portadas» en una mesa de debate junto a Teresa Guerrero (El Mundo), Pablo Colado (The Conversation) y Daniel Sánchez (ElDiario.es).
¿Contento, nervioso… cómo afrontas participar en el Curso de Periodismo?
La verdad es que es un orgullo y un placer poder participar en un curso tan interesante y tan completo con algunas de las figuras más destacadas del panorama del periodismo científico en nuestro país. Así que con mucha ilusión de poder visitar Teruel, Alcañiz, y participar en este evento tan reconocido.
El protagonista será el periodismo científico, ¿Qué papel tiene en la esfera pública?
Es un papel cada vez más relevante, estoy viendo en los últimos años como los medios de comunicación cada vez apuestan más por las noticias de ciencia. También como los científicos son conscientes de que tienen que ocupar un espacio público, que tienen mucho que decir en los debates del día a día y que pueden aportar datos que necesita la sociedad. Además, tener esa visibilidad pública para que la gente les valore y con ello también poder mejorar sus propias condiciones de trabajo y la financiación de la que muchas veces nos quejamos de que no es suficiente. Así que creo que en los últimos años está creciendo muchísimo esta parte del periodismo científico y que cada vez es más valorado por el público.
¿Esa acogida es igual de positiva entre la población joven?
De hecho, lo que dicen las encuestas es que entre los jóvenes el interés es incluso mayor. En las encuestas sobre el interés en la ciencia y en la información científica se ve un aumento de interés en todas las franjas de edad, y en particular entre el público más joven. Podemos pensar que es algo lógico y esperable, porque una población mejor formada también demanda información de mayor calidad. Pero no tiene por qué ser una relación tan lineal como parece, y, sin embargo, en nuestro país sí que se ve cada vez un mayor interés. Incluso de forma espontánea entre los temas que mayor interés suscitan, cuando se pregunta de forma general lo que apasiona, mucha gente comienza a decir que la ciencia. Creo que es algo muy bueno que aporta mucho a la sociedad y en particular a una que aspira a ser una sociedad avanzada.
Atrae al público, en tu caso como profesional, ¿Qué tiene para que te dediques a este sector?
En mis inicios me dediqué a otras ramas también, pero descubrí que la ciencia era un campo apasionante, que no me aburría en ningún momento porque aprendes muchísimo, hablas con gente muy interesante, con los que más saben de cada tema. También que es una fuente de conocimiento y de placer por ese conocimiento constante. Entonces como profesional para mí es un absoluto privilegio poder dedicarme a hacer información científica. Creo que también aportamos mucho, o podemos aportar mucho los científicos a la sociedad, porque ofrecemos una manera distinta de abordar temas de actualidad. Podemos ofrecer los datos científicos que hay detrás de cualquier debate, ofrecer un poco de rigor a cualquier tema de actualidad. Como profesional del periodismo me parece un auténtico privilegio poder dedicarme al sector de la ciencia.
¿Cómo trabajas desde DiCYT?
Tengo dos facetas, en la sección de ciencia del confidencial, Teknautas, y otra en mi trabajo que se prolonga durante 16 años en la Agencia DiCYT. La Agencia Iberoamericana de la Difusión de la ciencia y la tecnología es un proyecto que hacemos desde Salamanca, y tiene ya muchos años de recorrido. La idea es apostar primero por la ciencia más cercana. Nosotros nos centramos en la ciencia en Castilla y León, porque nació como un proyecto regional, como una apuesta por la información científica que tiene su origen en Castilla y León. Luego se transformó en un proyecto iberoamericano pensando en el público de habla española y portuguesa.
¿Por qué esa apuesta por la ciencia de proximidad y en castellano?
Siempre pensamos que el lenguaje de la ciencia es el inglés, y realmente es así, la inmensa mayoría de las publicaciones se realizan en inglés y al final la forma de comunicarse entre ellos tiene que pasar por el inglés. Pero a la hora de hacer la difusión de esos resultados, pensamos que es muy importante acercar al público esa ciencia en español. En este sentido hemos sido un poco referentes, el proyecto lleva prácticamente 20 años funcionando, y vemos una muy buena acogida, tenemos convenios con algunas de las universidades de Iberoamérica más importantes para hacer difusión de sus avances científicos y tecnológicos. Cada vez tiene mayor relevancia hacer esa difusión y hacer llegar las novedades científicas al gran público, a los medios de comunicación.