Más de un centenar de trabajadores del operativo contra incendios en el Bajo Aragón Histórico (alrededor de 800 en el conjunto de Aragón) comienzan este martes, 21 de marzo, una huelga indefinida después de que los sindicatos no hayan llegado a un acuerdo con la empresa pública SARGA en una reunión mantenida este lunes y martes en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA). El cese de la actividad dará continuidad a los paros parciales que se han secundado «con éxito» los días 17 y 20 de este mes, según señalan los trabajadores. Anteriormente, el 27 de febrero, se emprendió una batería de movilizaciones, que culminó con una manifestación por el centro de Zaragoza el pasado día 11 de marzo.
El principal motivo de la convocatoria de huelga es que a pesar de que ha habido «un incremento presupuestario significativo», este «no ha repercutido en la mejora del servicio ni en la calidad del trabajo, ya que se niega sistemáticamente la negociación con los sindicatos». «Nos parece impresentable que siga sin haber encima de la mesa un aumento presupuestario de 3,3 millones para mejoras laborales. La dirección de empresa traslada que solo dispone de la mitad del presupuesto y la Consejería de Medio Ambiente, la de Hacienda y el presidente Javier Lambán siguen sin desbloquear la parte del presupuesto que falta», ha explicado el Comité Intercentros de SARGA a través de un comunicado de prensa. Pese a no desconvocar la huelga, sí que anuncian que «seguirán negociando».
Solo el Bajo Aragón Histórico cuenta con más de 120 trabajadores dedicados a la prevención, detección y extinción. Son encargados de generar y mantener infraestructuras contra incendios forestales como son los cortafuegos o las áreas de protección de municipios que les permiten afrontar con mayor eficacia y seguridad su trabajo en época estival. Todos ellos están llamados a la huelga, con la excepción de aquellos que están destinados a incendios forestales en esta época del año, ya que tienen servicios mínimos del 80% -como son la cuadrilla helitransportada de Alcorisa o la cuadrilla terrestre de Valdealgorfa-; y los que no han sido contratados aún, como los puestos fijos de vigilancia.
Denuncian condiciones «extremadamente precarias»
Después del año de incendios forestales más destructivo que se recuerda en Aragón con miles de hectáreas calcinadas incluso con cascos urbanos afectados por las llamas, los trabajadores denuncian que la empresa pública SARGA y el Gobierno de Aragón continúan teniendo a sus trabajadores en unas condiciones laborales «extremadamente precarias».
Las reivindicaciones de la plantilla comienzan con que se ponga en la mesa de negociación el aumento presupuestario que la Consejería de Medio Ambiente «tiene bloqueado» para aumentar el tiempo de trabajo a los puestos fijos de vigilancia. Asimismo, piden incrementar el porcentaje de contratación de todos los elementos (PFV, brigadistas y conductores de autobomba) y convertir los contratos a fijos indefinidos con la denominación de bombero forestal, la segunda actividad y el reconocimiento del recorrido profesional.
«Nos jugamos la vida todos los veranos con contratos de peón ordinario. No somos fijos indefinidos, no trabajamos los 12 meses, nos pagamos parte de la Seguridad Social con nuestro salario, no hay segunda actividad, no tenemos formación de calidad, nos imponen las vacaciones, nos niegan la reducción de jornada por cuidado de menores, hacemos jornadas de 12 horas de extinción y tenemos guardias a 15 min por 40 céntimos la hora, entre otros muchos abusos laborales», denunciaron los trabajadores a La COMARCA.
«Zonas especialmente sensibles» como el Matarraña
Destacan que el territorio bajoaragonés tiene extensas zonas «especialmente sensibles» catalogadas de «alto riesgo» como es el caso del Matarraña con potencial para que se produzca un gran incendio forestal. Esto pone en la «cuerda floja» al medio natural y paisajístico con lo que ello conlleva, perjuicios en el turismo, la agricultura, la ganadería o la micológica. En los primeros meses de 2023 las brigadas han tenido numerosas intervenciones en la comunidad, «casi a diario», como lo acontecido en Calanda que puso en riesgo varios masicos. «Las condiciones de estrés hídrico y las altas temperaturas que ya se están dando no presagian nada bueno par esta campaña de incendios», advierten.
Desde el sector alertan también de que la virulencia de fenómenos van en aumento año tras año por el cambio climático con menos pluviometría y más olas de calor. Esta circunstancia se ha visto reflejada en conatos que se quedaron en un «gran susto» como el de el pasado año a las puertas de Valderrobres, y en los peores casos desastres como en Nonaspe, el Moncayo o Ateca quemándose miles de hectáreas Es por ello que piden a las instituciones «ser consecuentes y apostar por un operativo profesional que pueda dar servicio en las contingencias en los pueblos».
Pues que les den los tres millones de euros que van a gastar en asfaltar motorland para nada, que es dinero tirado en mierdas que sólo contentan y sustentan a los de siempre. Que ese servicio de contra incendios es esencial para en entorno, pues cada vez hay mas sequía. En cosas como estas es en lo que verdaderamente hay que invertir el dinero de todos y no en mierdas de carreritas y pollinadas para que se engorden los de siempre.
Los 120 millones de euros que España ha pagado a Marruecos para controlar la frontera sur también vendrían bien