La feria de San Miguel de Calanda cerró este domingo una primera edición que ha sido definida como «todo un éxito» desde la organización. Además de haber servido como un impulso económico para las hasta 22 empresas y comercios locales que pudieron exhibir durante el fin de semana sus diferentes productos, el evento también ha sido clave para el sector agrícola. En concreto, quienes más esperaban beneficiarse han sido los productores de melocotón embolsado, principal afectado por las heladas en primavera y las fuertes tormentas de pedrisco en julio que provocaron graves daños en las producciones de este año. Pese a unas pérdidas que siguen latentes y que se manifiestan en una menor cantidad del fruto y personal trabajando para la cosecha en relación a otros años, han sido ellos quienes han podido poner en valor la cantidad de melocotón restante considerado este año de muy buena calidad.
Las sensaciones que se respiran en el sector continúan siendo agridulces. Los productores se encuentran inmersos en una cosecha que comenzó hace unas semanas y se alargará hasta entrado noviembre en la que tan solo se puede rescatar un 10% del melocotón. En su momento, las heladas de abril ya dañaron el 70% de la producción, dejando únicamente un 30% de esta disponible para la campaña. Este porcentaje empeoró con las pedregadas que en julio causaron importantes daños en los frutales del municipio, las cuales elevaron las cifras de melocotón afectado al 80-90%. «Son unos números que lo han cambiado todo, especialmente la forma de trabajar. Durante estas fechas normalmente somos 120 personas trabajando y actualmente únicamente estamos 20 trabajadores«, explicó Antonio Cerdán, gerente de La Calandina, presente durante este fin de semana en la feria de Calanda. Solo en su cooperativa, en un año normal se mueve una cosecha que gira en torno a los siete millones de kilos de melocotón, una cifra que este año ya se vio reducida a los dos millones y medio tan solo tras las heladas de primavera.
La continuidad de trabajo también se ha visto modificada. Las cooperativas aseguran que hay días en los que solo trabajan un par de horas porque, a diferencia de años anteriores, gran parte del fruto se descarta en los propios campos. «Normalmente los melocotones llegan al almacén y al pasar por las cintas se seleccionan aquellos que van para las cajas, el destrío o bien si están muy deteriorados cuáles se destinan para las conservas (zumo). Ahora contamos con tan poca cantidad que se salve que este proceso se realiza en el propio campo porque solo el poner en marcha el mecanismo de las cintas implica más pérdidas económicas», explica Carmen Rebullida, empleada de la cooperativa San Miguel de Calanda, productora que también acudió a la cita.
Frente a ello, los productores calandinos aprovecharon la feria para exponer el potencial de la cantidad de melocotón que se salva entre las pérdidas. Todos coinciden en que el fruto que se está consiguiendo rescatar es de gran calidad y que, debido a la escasez, este se está vendiendo a unos «muy buenos precios» que están sirviendo para apaliar las graves pérdidas.
Fueron varios los asistentes que no se fueron de Calanda sin su compra de melocotón. La opción de venta del fruto a través de un stand, mucho más directa y similar a la que varias cooperativas ya realizan en sus tiendas particulares, se encuentra en auge frente a un público que también ha cambiado sus hábitos de consumo debido a la subida de los precios generalizada. «Antes la gente venía a la cooperativa y compraba cajas enteras. Ahora entre que hay poco que se salve y los precios han subido de forma general vienen y compran en kilos y cantidades más pequeñas», afirma Rebullida. Nadie quiere quedarse sin probar la calidad del fruto, y participar en esta feria, aseguran, no solo les ha servido como colaboración directa con el pueblo, sino también para ganar ese empujón en estas ventas de pequeñas cantidades.
Preocupación siguiente campaña y falta de ayudas
Pese al horizonte positivo, los agricultores todavía sienten claras preocupaciones ante la siguiente campaña. A la falta de melocotón en condiciones se suman otros factores como los daños causados por las pedregadas que también sufrieron los árboles. Durante estos meses, el sector ha tenido que ejercer un esfuerzo extra para su mantenimiento, y en algunos casos, todavía no pueden asegurar que estos puedan salvarse para la próxima cosecha.
Como bien explican, las pérdidas se trasladan a todos los sectores implicados en la venta de este fruto. Ejemplo de ello pueden ser la Comunidad de Regantes del Guadalope, quienes mientras que en una campaña normal en la zona pueden llegar a comercializar entre unos 80-90 millones de bolsas para embolsar el melocotón, este año han notado una disminución que se traduce en 55 millones.
Las ayudas, según recalcan desde el sector, continúan siendo insuficientes. «Al agricultor que tiene 20 hectáreas solo le dan 6.000 euros. A lo mejor muchos se podrían haber beneficiado del seguro del pedrisco, pero como este funciona sobre el 30% de los kilos y este año hay un 10% de carencia es una ayuda que no llega a nada», apunta Cerdán. Frente a ello, son varios los agricultores que no tendrán otra solución que la de solicitar un préstamo para afrontar la cosecha del año que viene.
Éxito del comercio de proximidad
Tanto para el sector de la agricultura como para el resto de los presentes la feria cerró este domingo una primera edición que ha resultado ser «todo un éxito». Durante todo el fin de semana se pudo ver una gran afluencia de público entre los 22 stands, y la mayoría de comerciantes coincidieron en que este evento se presentaba como una oportunidad para darse a conocer a posibles visitantes y afianzar público calandino.
Calanda se coronó así como un pueblo que apuesta por el comercio de proximidad y con la cercanía como principal requisito a la hora de realizar sus ventas. Entre el resto de actividades que este fin de semana ocuparon la actividad cultural del municipio también destacaron otros grandes momentos como el nombramiento del complejo deportivo de las piscinas municipales ‘Vicente del Bosque’ con la visita del exentrenador o el nombramiento como embajador del Melocotón de Oro a D. Alfredo Relaño, periodista deportivo y ex-director del Diario As durante más de 20 años.