La Guardia Civil de Teruel analiza una navaja con restos de sangre que fue localizada en la carretera próxima a Santolea. El arma blanca, de unos 20 centímetros de longitud, fue detectada por un ciclista el sábado 29 de julio en la cuneta de la vía que une Castellote con el Pantano de Santolea. El ciclista avisó a las autoridades e inmediatamente fue remitida a los laboratorios del Equipo de Criminalística del Instituto Armado de la Guardia Civil en Madrid. Ahí se está tratando de determinar a través de un exhaustivo estudio a quién pertenece la sangre y quién la empuño, y si corresponde con los dos heridos o con el fallecido tras la reyerta del pasado 22 de julio en las proximidades de Castellote y Mas de las Matas.
Por el momento, los investigadores sospechan que se utilizó en dicho suceso, aunque no confirman la vinculación con la pelea acometida cerca de las plantaciones de Marihuana localizadas. Lo sucedido, apuntan desde los cuerpos de seguridad, se debió a conflictos internos. A raíz de los hechos, fueron detenidas siete personas de nacionalidad albanesa que se encuentran en el país en situación irregular. Todos ellos varones albaneses de edades comprendidas entre los 30 y 50 años.
El Juzgado de Instrucción número 2 de Alcañiz ordenó el ingreso en prisión de cinco de los detenidos, dos de ellos imputados por homicidio y lesiones y cinco por delitos contra la salud pública. Ahora se encuentran en la prisión de Teruel. Los dos hombres restantes quedaron en libertad, ya que, aunque comparecieron en el juzgado como detenidos, la jueza les tomó declaración como testigos y no como investigados.
Operación abierta
En esta operación policial, los agentes de la Guardia Civil también desmantelaron cerca de 5.000 plantas y cogollos secos en las inmediaciones del Pantano de Santolea. Además, La Benemérita constató que los coches con matrícula francesa utilizados en el traslado de los heridos y el fallecido estaban relacionados con una investigación iniciada en marzo sobre tres plantaciones ubicadas alrededor del embalse.
Ahora, el hallazgo de esta nueva y vital prueba ha reabierto el caso que estaba cerrado, aunque los resultados podrían tardar varios días en llegar. Mientras tanto, los vecinos de la localidad castellotana y sus alrededores han recuperado la normalidad tras tres semanas del suceso que puso en aviso a una población que ya intuía la existencia de una red de drogas al avistar a personas no conocidas por lugares poco frecuentados como es el Pantano.