Como todos los meses de agosto, éste ha terminado con la sensación de haber disfrutado al máximo (dentro de las restricciones que ha llevado consigo el segundo verano de pandemia) del mejor mes del año. Terminó mejor que comenzó. Con el alta médica de mi abuelo, que se ha recuperado magníficamente de un infarto cerebral que le puso contra las cuerdas pero que finalmente no ha impedido que celebrásemos por todo lo alto su 94 cumpleaños. Sin fiestas patronales pero con algún concierto, cenas y bingos -siempre en «petit comité»- que nos hicieron recordar aquellos maravillosos años en los que los abrazos, las copas y los bailes hasta la madrugada nos hacían sentir más vivos que en todo el año; con viajes cortos pero cargados de energía y buena compañía; y con el profundo deseo de que el 2022 nos devuelva la normalidad perdida. Así ha pasado este último agosto.

Ahora, septiembre llega cargado de ilusiones y buenas vibraciones. La mejor forma de darle la bienvenida ha sido sin duda el curso de Periodismo que desde el día 1 celebramos en el Teatro Municipal de Alcañiz. Con muchísimo trabajo, esta cita se ha consolidado como una de las más relevantes del sector periodístico en Aragón que, además, ha sobrevivido con éxito a dos años de pandemia. Con la presencia de los mejores profesionales de la comunicación, en este caso en el ámbito económico, arranca un nuevo curso escolar también en el que, en el territorio, se abren nuevas aulas de infantil y primaria para garantizar la continuidad de los colegios rurales más pequeños de la zona.

Este mes también volverá el público al Mundial de MotoGP en Alcañiz. Con los controles y medidas de seguridad necesarias, Motorland volverá a tener la oportunidad de demostrar ser uno de los mejores circuitos del mundo y, con toda seguridad, lo hará.

En mi caso, entre contracción y contracción, me gustaría seguir leyendo y escuchando que el Bajo Aragón Histórico supera con éxito casi dos años de crisis sanitaria que han servido para hacernos más fuertes, más solidarios y mejores personas. Y estoy segura de que así será.

María Quílez